Colegio Público Eliseo Godoy Beltrán. Un centro escolar cuyo nombre homenajea a un militar franquista. En Zaragoza. En 2018. Una década después de que se aprobara la Ley de Memoria Histórica... Varios padres están dispuestos (de nuevo) a intentar que, en poco tiempo, la racionalidad –y la legislación vigente– prevalezcan en la denominación de este colegio.
En un sencillo repaso a la biografía de Eliseo Godoy Beltrán, se comprueba que fue un militar franquista al que le fue concedida, a título póstumo, la Cruz Laureada de San Fernando “por su heroico comportamiento en la ocupación de las posiciones enemigas de la Ermita de Santa Bárbara (Frente de Teruel) el día 12 de mayo de 1938”.
Nació en Moyuela (Zaragoza), el 15 de mayo de 1912, y estudió Magisterio y Derecho en la Universidad de Zaragoza. El 19 de julio de 1936 (recién iniciada la Guerra Civil) se presentó voluntario en la Jefatura de la Quinta División Orgánica (Zaragoza) y, en abril de 1938, “y ya en el Frente de Teruel, tomó parte en las acciones de Rillo, Perales de Alfambra, Teruel, Cataluña y Mora de Ebro”.
En 2009, el Ayuntamiento de Zaragoza –en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica– cambió el nombre de la calle que, en el barrio de Las Fuentes de la capital aragonesa, recordaba a esta persona. Esta pasó a denominarse Madrina Salinas.
Tercer intento de cambio de nombre
No es la primera vez que estos padres tratan de que se cambie el nombre del colegio de sus hijos. Algunos de ellos ya van a dejar el centro para avanzar a la siguiente etapa educativa y, reconocen los progenitores, les gustaría que lo hicieran con otro personaje homenajeado en las placas. Es el tercer intento.
En octubre de 2012, recuerdan, tras sugerirlo repetidas veces, se votó en el Consejo Escolar y el resultado fue negativo, con dos argumentos principales: “Nadie sabe quién es y el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica es interpretable”.
Mucho más cerca estuvieron en el segundo movimiento. Fue en septiembre de 2014 y, esta vez, el Consejo Escolar sí dio el visto bueno al cambio. Incluso se abrió un proceso participativo de toda la comunidad educativa para elegir la nueva denominación: con ocho votos más que Aurora Usero, Juan Ramón Jiménez fue el nombre con más apoyos. Sin embargo, el proceso se paralizó. Durmió en un cajón. Estos padres no saben el motivo, pero la documentación solicitando el cambio nunca llegó al Servicio Provincial de Educación.
Ahora lo impulsan de nuevo. Aseguran que han hablado con la directora del centro (no es la misma persona que ocupaba ese cargo en 2014) y que esta les dice que “habría que empezar otra vez de cero todo el proceso”. Este medio ha intentado, sin éxito, ponerse en contacto con esta persona.
Por ética, moral, pedagogía… Y por cumplir la ley
Los motivos que expusieron en 2014 para emprender esta solicitud –y que se repiten ahora– se enmarcan en tres grandes cuestiones. Por un lado, explican en el documento oficial presentado el 12 de septiembre de 2014 ante el Consejo Escolar, por una cuestión ética y moral: “Todos deberíamos saber que la procedencia del nombre actual es puramente franquista. Eliseo Godoy Beltrán (1912-1937) fue abogado, maestro y militar golpista voluntario en la Guerra Civil. De hecho, poco más se sabe de él, ¿méritos educativos?, ¿sociales?, ¿civiles, siquiera militares?, en definitiva, su gran mérito fue el hecho de ser militar del bando golpista, que mantuvo la democracia secuestrada durante 40 años, ¿puede esto ser un ejemplo moral o modelo ético?”
También por una cuestión pedagógica: “El nombre del colegio es algo que se queda grabado en la memoria de su alumnado para siempre, solo que en este caso es un nombre cuyo origen e imágenes se esconden. El nombre de un colegio no se debería esconder, sino que debería ser mostrado incluso con orgullo. Yo no quiero educar a mis hijos en la ignorancia o el miedo a ‘conocer’, ya pasó en la generación anterior y provocó mucho sufrimiento”.
Y por imperativo legal del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica: