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Hallada en la Ribagorza, en Huesca, una nueva especie de cáscara de huevo de cocodrilos que convivieron con los últimos dinosaurios

Fragmentos de cáscaras de Pachykrokolithus

ElDiarioAragón

31 de agosto de 2022 12:55 h

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Se han recuperado más de 300 fragmentos de cáscara de huevo en Biascas de Obarra, en Beranuy, un municipio de la comarca oscense de la Ribagorza. Este hallazgo ha permitido describir una nueva especie de cáscara de huevo de cocodrilo del Cretácico Superior del Pirineo aragonés.

Dichos fragmentos formaban parte de huevos puestos por cocodrilos que convivieron con los últimos dinosaurios de Iberia al final del Cretácico y que aparecen en las rocas sedimentarias de la Formación Tremp, que aflora por este sector del Pirineo. Las dataciones más recientes de estos afloramientos sitúan estas rocas dentro de los últimos 250.000 años del Cretácico, muy próximas en el tiempo al límite Cretácico/Paleógeno, cuando se produjo un impacto de un meteorito contra el planeta Tierra y la extinción de los dinosaurios.

Se trata de un nuevo trabajo realizado por paleontólogos del grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con otros investigadores de la Universidad Nova de Lisboa y del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), publicado en la revista Historical Biology.

La nueva especie de cáscara de Biascas de Obarra ha sido nombrada como Pachykrokolithus excavatum, en referencia a su inusual grosor (0,8 mm de media) y a su superficie exterior altamente ornamentada, con una combinación de protuberancias y depresiones, que le confieren un aspecto excavado. Además de en Beranuy, se han identificado cáscaras de Pachykrokolithus en otros puntos de la comarca de la Ribagorza, como Serraduy o Arén.

En el artículo publicado en la revista Historical Biology, se han comparado las cáscaras de Biascas de Obarra con otras cáscaras de huevo de cocodrilo, tanto actuales como fósiles de otras zonas del mundo, como Portugal o Estados Unidos, pudiéndose constatar que es la cáscara de cocodrilo con mayor grosor que existe en el registro fósil. Por otro lado, también se ha comparado con cáscaras de dinosaurios hadrosaurios que también aparecen por la zona, y que a primera vista pueden ser confundidas. De esta manera, se podrán diferenciar más fácilmente en futuros descubrimientos.

En la Ribagorza se conocían ya restos de cocodrilos de esta época, como Arenysuchus gascabadiolorum de la localidad de Arén, o Agaresuchus subjuniperus, también encontrado en Beranuy. No obstante, no se tenía tanta información sobre los huevos que ponían estos cocodrilos, y con el descubrimiento de Pachykrokolithus, se completa una nueva pieza del rompecabezas. De nuevo, la Ribagorza queda señalada en el mapa como uno de los mejores lugares de Europa para estudiar la extinción del final del Cretácico y los fósiles de los animales que la sufrieron.

El equipo Aragosaurus lleva más de 20 años trabajando los yacimientos de huevos fósiles de la provincia de Huesca. Estos trabajos han experimentado un gran impulso con la reciente inauguración del nuevo “Laboratorio Paleontológico de Loarre”, ubicado en este municipio oscense, desde donde se coordinan los estudios sobre huevos de dinosaurios y otros vertebrados y en cuya exposición se pueden observar cáscaras de huevo de cocodrilo similares a las descritas en este trabajo.

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