La portada de mañana
Acceder
Mazón adjudica 3,9 millones a dedo a un constructor de Gürtel para obras de la DANA
Populares y socialistas tratan de sortear los vetos a Ribera y el candidato de Meloni
¿Mazón no tiene problemas de conciencia? Opina Esther Palomera

Ibercaja busca pareja para evitar la encrucijada de la salida a bolsa

“Confiamos en disponer de ventanas de oportunidad en 2020, aunque sin descartar que pueda ser después”, deslizó el presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, sobre la eventual salida a bolsa de la entidad financiera hace unas semanas. Lo hizo en un corrillo con periodistas durante la copa navideña del banco, en la que, como vienen haciendo los directivos de la casa desde el inicio de la reestructuración bancaria y el proceso de bancarización de las antiguas cajas de ahorro, insistió en la “vocación de independencia” de la casa.

La declaración no dejaba de ser un anticipo, o una confirmación para iniciados, del viraje que parece estar iniciando Ibercaja, cuya cúpula se muestra cada vez menos proclive a una salida al parqué que entraña el evidente riesgo de ‘efectos secundarios’ como cambios en el control.

La Fundación Bancaria Ibercaja posee, en números redondos y tras la absorción de Caja3 y con ella de la CAI, el 87% del capital de la caja bancarizada. Las normas estatales y comunitarias, así como los bancos centrales de España y Europa, marcaron el año 2020 en el calendario de las cajas bancarizadas: es el límite para reducir esa posición hasta un límite del 40% o, como alternativa, para disponer de un fondo de reserva de entidad suficiente para acometer una crisis de insolvencia; es decir, para salvaguardar los depósitos de los clientes y las deudas de los acreedores en caso de concurso.

Kutxabank ha sido hasta ahora la única en optar por el plan B, mientras otras como Unicaja, Liberbank o Abanca se inclinaban por el A, que también era la primera opción para el banco aragonés. Aunque eso parece haber comenzado a variar y no se descarta la búsqueda de pareja para evitar la salida a Bolsa.

Dos operaciones consecutivas

Ibercaja lleva tiempo saneando sus cuentas, con operaciones como la venta de CAI Seguros Generales (a la que se unen los sondeos para colocar Caser) o la del 80% de una cartera de ladrillo anotado en sus libros por 652 millones de euros al fondo de inversión Intrum, que ha pasado así a gestionar el grueso de su cartera inmobliaria.

Esas operaciones se iban cerrando mientras el calendario avanzaba implacable hacia 2020, de manera simultánea a un deterioro del negocio tradicional de la banca que ha convertido al sector financiero español en dependiente de las comisiones: todos los bancos tendrían ‘números rojos’ sin ellas ante el deterioro del crédito, e Ibercaja, pese a su solvencia, no es ajena ni mucho menos a esa tendencia, con una factura superior al millón de euros diarios para sus clientes.

En ese escenario, y en vísperas de hacer públicos los resultados de 2019, el último previo a la eventual salida a bolsa, Ibercaja ha acometido dos operaciones que han resultado llamativas.

Hace dos semanas, el 8 de enero, Ibercaja lanzaba una oferta de recompra de obligaciones por valor de 500 millones de euros cuyo primer plazo de amortización anticipada llegaba el próximo mes de julio. Una semana después, el día 15, Ibercaja cerraba la operación con la adquisición de efectos por valor de 281,9 millones de euros, poco más de la mitad de los previstos, a cambio de con un interés efectivo del 2,555%.

“Mejorar su perfil de deuda”

“El objetivo de la oferta de recompra y la emisión de nuevas obligaciones que se propone realizar Ibercaja es permitirle gestionar eficientemente su capital de Nivel 2, mejorar su perfil de deuda y optimizar sus gastos de intereses futuros”, explicaba en su comunicación a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).

El “capital de Nivel 2” es el que se destina a “absorber pérdidas en caso de liquidación. Este capital permite que una entidad reembolse a los depositantes y acreedores preferentes en caso de insolvencia de un banco”, según indica el Consejo de Europa, que añade que “el importe total del capital que se exige mantener a los bancos y empresas de inversión debería ser al menos igual al 8% de los activos ponderados por riesgo”.

Dos días después, el 17 de enero, el banco zaragozano lanzaba una emisión de 500 millones en bonos con “un interés fijo, pagadero por años venidos, del 2,75% anual hasta el 23 de julio de 2025. A partir de esa fecha, el interés se calculará aplicando un margen del 2,882% al tipo swap a 5 años”.

“Ibercaja solicitará la computabilidad de los Bonos como instrumentos de capital de nivel 2 del grupo”, indica el anuncio de la emisión, dirigida “exclusivamente a clientes profesionales y contrapartes elegibles”, es decir, a entidades financieras, fondos de inversión y aseguradoras, y con el cierre previsto para el jueves 23 de enero.

Una operación clave mientras fondos y  fusiones planean de nuevo

En medios financieros se considera clave esta operación para que Ibercaja defina los primeros pasos de su futuro. Una colocación elevada, aunque un 2,75% puede resultar engañoso vistos los intereses nulos o negativos de la mayor parte de los productos financieros del mercado, apuntaría a un atractivo de cara a los inversores institucionales en la salida a bolsa.

Pero, paralelamente, la compra de algún paquete importante, por encima de los 150 millones, apuntaría a la aparición de alguien interesado en hacerse con una parte importante del capital de Nivel 1, el de las acciones del banco.

Ibercaja está estos días recogiendo los primeros datos de una información que remitirá a la CNMV a partir del próximo viernes y que resultará clave para definir su futuro inmediato.

Todo, mientras se intensifican los rumores sobre el interés de fondos de inversión extranjeros por comenzar a tomar posiciones en el sector financiero español ante el enfriamiento del ladrillo y al mismo tiempo que, con el final de la inestabilidad y la constitución de un gobierno, todo apunta a que pronto va a reanudarse el baile de las fusiones, en el que Ibercaja lleva años compartiendo el foco de los rumores junto con Liberbank, Abanca y Unicaja.