La Justicia condena al Gobierno de Aragón a registrar a una fundación animalista

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha condenado a la comunidad autónoma a inscribir en su registro de fundaciones a Animanaturalis, una de las organizaciones más activas en la denuncia del maltrato animal, tras haberlo rechazado por considerar que su ámbito de actuación no se circunscribe a su territorio.

La organización (Asociación Animanaturalis), fundada en 2013 y conocida por su participación en las espectaculares protestas antitaurinas de los sanfermines y por sus acciones contra la industria peletera y el uso de animales en el circo, creo a principios de 2017 su fundación en una notaría de Barcelona con unos estatutos que señalaban un domicilio de la calle Cabestany de Huesca como su domicilio social.

Esos mismos estatutos indican que iba a ser Aragón “el ámbito territorial en el que desarrollará principalmente sus actividades”. Eso, en cuanto a la fundación, ya que la entidad animalista continúa operando por todo el país y haciéndolo también, al menos, en Argentina, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. Animanaturalis actúa también como lobby en defensa de los derechos de los animales.

El Gobierno de Aragón rechazó inicialmente la inscripción de la fundación en su registro “por entender que su ámbito territorial no se correspondía al de esta comunidad autónoma”. Sin embargo, su presidenta, Aida Gascón, recurrió esa decisión ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que finalmente le ha dado la razón y ha obligado al Ejecutivo a registrarla, decisión que este formalizó hace unas semanas.

“Evitar el sufrimiento de los animales”

Los posicionamientos de la Fundación Animanaturalis no acaban de coincidir con algunos de los mostrados a lo largo de la pasada legislatura por el Gobierno de Aragón, caso de su apoyo al desmesurado desarrollo de la ganadería industrial o la blanda reforma legal que el año pasado proscribió en la comunidad el circo con animales silvestres pero no la utilización de especies salvajes en las funciones, aunque sí sintonizan en otros como la iniciativa de la Consejería de Educación para introducir el animalismo en las aulas con un programa al que se adhirieron 29 escuelas e institutos.

La fundación incluye entre sus objetivos “evitar el sufrimiento de los animales en las principales áreas donde son utilizados”, entre las que señala “la industria de la alimentación, en laboratorios y en espectáculos”, mientras que otra de sus líneas de actuación se dirige a tratar de impedir “la tenencia irresponsable de animales de compañía”.

Y, por último, la tercera línea de trabajo se centra en “potenciar el cumplimiento de la normativa legal, la educación y la concienciación de las personas para evitar el maltrato de los animales, especialmente mediante la difusión en redes sociales, y la defensa del medio ambiente y promoción del voluntariado solidario”.

El patronato de la fundación, creada con una aportación de bienes valorados en 49.300 euros que fueron donados por la Asociación Animanaturalis Internacional, está integrado, además de por Gascón, por Alicia Boch Valderrama como vocal y por Francisco José Vásquez Neira, vinculado a PETA, la mayor asociación animalista del planeta, como secretario.