Marta Marín, presidenta de Coptoa: “Demandamos que la terapia ocupacional esté en la atención primaria”

¿Qué es la terapia ocupacional?

Es una rama de la sanidad que se ocupa de que las personas se sientan bien haciendo cosas, porque hacer cosas es terapia. El principal objetivo de la terapia ocupacional es capacitar a las personas para participar en las actividades de vida diaria.

¿Qué acompañamiento se hace a las personas?

Hay muchos tipos, y para todas las edades y grupos sociales. Por ejemplo, en casos traumáticos, como personas que puedan quedar impedidas en movilidad, una terapeuta ocupacional ayuda a esa persona a aprender a moverse en el día a día cuando pasa a una silla de ruedas, a adaptar su hogar a esta nueva circunstancia, a evaluar la situación y ayudarle a modificar tanto su entorno como su forma de hacer las cosas. También en casos de personas con enfermedades mentales, ayudarles a normalizar su vida, por ejemplo, simplemente yendo a tomar un café al bar de la esquina, porque hace años que las voces se lo impiden. Una de las funciones más importantes es acompañar a las personas en procesos de adaptación que no tienen porqué hacer solos.

¿De cuándo data este tipo de terapia?

A pesar de que pueda parecer un invento de la sociedad moderna, la verdad es que existen precedentes en la medicina egipcia, la helénica e incluso en Roma. Quienes se dedicaban a estudiar el cuerpo humano y la salud recomendaban la actividad, es decir, cuidarse haciendo. Los árabes destacaron en la medicina e incluían pacientes activos como base de tratamientos a problemas de salud mental. Es algo que había en España y no en otros países. En el siglo XX fue cuando la terapia ocupacional echa a andar, sobre todo durante las guerras mundiales debido a los efectos que estas tuvieron sobre las personas, especialmente en los hospitales del frente.

¿Qué papel han jugado Aragón y, especialmente, Zaragoza en la terapia ocupacional?

Los científicos árabes habían ya sembrado la semilla aquí. En 1409 se abre el primer hospital psiquiátrico en Valencia, y en Zaragoza sobre 1425. Fue un referente puesto en marcha por la Corona de Aragón que se autofinanciaba con un huerto, y los usuarios eran quienes llevaban a cabo el mantenimiento del propio centro. Y duró siglos. En este hospital se utilizaba de manera natural la ocupación para tratar a los enfermos. El francés Philippe Pinel, uno de los referentes de la psiquiatría, ponía en sus obras como ejemplo al hospital de Zaragoza por su funcionamiento de no tener a los enfermos mentales encadenados como hacían los demás. En los años 90 la Universidad de Zaragoza fue pionera en ofertar estudios en terapia ocupacional en España. Y con las primeras promociones de terapeutas ejerciendo, en Aragón se creó el primer colegio profesional de terapeutas ocupacionales (Coptoa).

¿Cuál ha sido el papel de la mujer dentro de la terapia ocupacional?

En los periodos de las grandes guerras se requería gente que quisiera participar y el movimiento de las mujeres fue fundamental, la mayor parte de las personas que se dedicaron a llevar a cabo estas labores fueron mujeres que vieron en este campo una oportunidad de expansión profesional y laboral que hasta entonces posiblemente no habían tenido. Se requerían personas que tuvieran formación en artes, en oficios, en educación, y ellas fueron las primeras. A día de hoy, las mujeres son más del 90% de nuestro colegio.

¿Cuántas personas en Aragón son usuarias de este servicio?

La cifra es incalculable porque la labor que llevamos a cabo la realizamos en diferentes centros e instituciones, desde residencias, hasta centros médicos, centros privados, atención temprana, etc... En Aragón hay casi 700 terapeutas ocupacionales colegiadas. Y en Aragón, a diferencia de otras comunidades autónomas, es necesario estar colegiada para poder ejercer.

¿Qué demandas hace el colectivo?

Las terapeutas ocupacionales somos profesionales sanitarias, aunque somos muy desconocidas. Ahora, desde Coptoa acabamos de poner en marcha una campaña, “Cambia el gesto”. En nuestro perfil en las redes sociales damos consejos de salud, si tienes dolores, y para explicar a la sociedad qué podemos hacer por cada persona. Nuestra labor sería también muy útil en centros educativos, tendríamos que estar más en ucis, incluso en centros penitenciarios. Pero sobre todo deberíamos estar presentes en atención primaria, que es la base de nuestro sistema nacional de salud, donde acude la población. A veces vemos tratamientos que podrían solucionarse si estuviéramos en los centros sanitarios de los barrios.