Un medidor de CO2 de tan sólo 200 euros puede ayudar a combatir el COVID en residencias y hospitales

Conrad Blásquiz

15 de marzo de 2022 22:46 h

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La Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza ha sido pionera en medir el nivel de CO2 de sus instalaciones para conocer si es necesario mejorar la ventilación de sus aulas y laboratorios con el objetivo de combatir las posibles partículas de coronavirus suspendidas en el aire. 

La experiencia  ha arrojado resultados tan positivos que ha impulsado una recogida de firmas en Change,org, promovida por un grupo multidisciplinar de investigadores en IoT (sensores, comunicaciones, informática), arquitectura y climatización del campus zaragozano en la que reclaman a las Administraciones públicas y a las empresas privadas que sea obligatorio monitorizar el nivel de CO2 “empezando de manera urgente por residencias de ancianos y hospitales”. El coste de un medidor de CO2 apenas es de 200 euros.

Aerosoles y contagio

Con el coronavirus SARS-CoV-2 se empezó a oír hablar de aerosoles y de que el contagio se producía por partículas infecciosas que se expulsan, sobre todo, al hablar, gritar o cantar. El experto mundial en aerosoles, el zaragozano José Luis Jiménez,  fue el primero en alertar de que el covid-19, al contrario de lo que se había dicho, se transmitía por el aire. Partículas que flotan en el aire y que otras personas pueden inhalar. Asimismo, se ha demostrado que ventilar en interiores es importante para diluir esos aerosoles y que el nivel de CO2 se puede relacionar con el nivel de ventilación.  

La investigadora del Instituto de  Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), Belén Zalba, con más de 30 años de experiencia profesional en climatización, ha impulsado la recogida de firmas con el objetivo de concienciar a las Administraciones públicas y a las empresas privadas de la importancia que tiene la ventilación en la propagación del virus. “No nos damos cuenta de lo que respiramos”, advierte en conversación con el Diario.es Aragón. Según los promotores de la recogida de firmas, en todos los locales públicos el nivel de CO2 debería estar visible en un monitor. “Es mucho más importante para la salud que los valores de temperatura y humedad que ya son obligatorios. Se supone que esto llegará algún día, pero es urgente empezar”. No solo es importante ante otros posibles virus que puedan llegar sino también porque la salud está directamente relacionada con la calidad del aire que respiramos. “Ventilando diluimos todos los contaminantes en interiores como los compuestos orgánicos volátiles, formaldehído, virus, bacterias…”. Reclaman empezar por hospitales y residencias, para continuar después por la hostelería, colegios, comercios, locales de ocio y oficinas.

En este sentido, destacan que esto vendrá impuesto desde la Unión Europea y lamentan “lo despacio que vamos, hay que aprovechar lo que ha pasado con esta pandemia para empujar este asunto y prevenir futuras olas de contagio”.

Se trata de una iniciativa que relaciona medio ambiente, cambio climático y salud. La climatización tiene un importante coste en recursos energéticos que tienen un claro impacto ambiental. De la demanda de climatización, entre el 30 y el 70% (depende del uso del edificio) se debe a ventilación (mecánica o natural). Midiendo CO2 no solamente se puede proteger la salud de las personas, también se puede ajustar la ventilación y usarla solamente cuando es necesaria y en la cuantía adecuada. 

Experiencia en ciudades inteligentes

El grupo de profesionales que ha iniciado esta recogida de firmas tiene amplia experiencia en proyectos relacionados con el medio ambiente, la sostenibilidad y las ciudades inteligentes. Uno de sus últimos trabajos, “Sensorizar” lo llevan a cabo en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza (EINA), allí han monitorizado diferentes espacios y se pueden ver en tiempo real las medidas en las aulas. Tienen instalados más de 60 sensores enviando señal a la plataforma y analizan los datos obtenidos, la inercia del edificio, modelos empíricos sobre evolución del CO2, o mejoras en las instalaciones de ventilación.