Mañana a las 11,30 se reunirán Pablo Echenique y Javier Lambán en las Cortes de Aragón. El tiempo que ha anotado Echenique para la reunión, según figura en su agenda pública, es de media hora. Después tiene una grabación para La Sexta y a las 18,30 una reunión con el grupo parlamentario y mesa ciudadana. El resto de la semana no tiene nada anotado. En Twitter ha anunciado que no se reunirá con nadie sin publicarlo en la agenda.
Podemos no hablará de cargos. O apoyan la investidura de Lambán o presentan la candidatura de Echenique para presidir el Gobierno. Por tanto, previsiblemente no se formará un gobierno de coalición sino que tras el pacto de investidura será necesario llegar a acuerdos para cada uno de los temas que se debatan en el Parlamento. Tampoco el trueque de instituciones –del tipo: para ti el ayuntamiento y para mí el Gobierno de Aragón– servirá en esta ocasión porque, como sucede con Zaragoza en Común, al tratarse de una “confluencia” de fuerzas políticas, tomarán las decisiones de forma independiente.
De producirse las negociaciones para formar gobierno, sin duda, serán distintas de las que se han conocido hasta ahora. Con el PAR, salvo algunos aspectos del programa, la negociación consistía en repartir consejerías, direcciones generales y gerencias de empresas públicas. Los portavoces del PSOE deberán comprender las normas del juego que Podemos intentará no saltarse. La primera debe ser la de negociar con “luz y taquígrafos” en lugar de hacerlo con el secretismo habitual de este tipo de encuentros. Además, a los negociadores socialistas les resultará útil no llevar relojes a las reuniones porque quienes provienen de movimientos asamblearios están habituados a discutir hasta el mínimo detalle.
En cuanto a programas, en las líneas rojas básicas, tolerancia cero con la corrupción y acabar con los recortes con un plan de rescate ciudadano, pueden acordarlo con rapidez. En un tema capital para Podemos, como son los desahucios, también se pueden poner de acuerdo con facilidad. Pero hay diferencias en cuanto a temas que forman parte de la política aragonesa de las últimas décadas, como la política hidráulica y, especialmente, el Pacto del Agua,
También surgirá algún encontronazo en temas menos previstos como la gestión de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, que gestiona Aragón TV y Aragón Radio. Hasta ahora, las Cortes designan al consejo de administración, pero Podemos quiere modificar su composición. Echenique anunció en la entrevista con eldiario.es/Aragon antes de las elecciones su propuesta: “La televisión pública es necesaria, pero no puede estar controlada por el poder político.