Paco Romeo, presidente de Rotary Zaragoza: “Ni elitismo ni masonería, somos un club con el deber de hacer el bien sin hacer ruido”

Paco Romeo Marugán es arqueólogo, trabaja en el Gobierno de Aragón y ha sido elegido nuevo presidente de Roraty en Zaragoza, un club con casi un siglo de historia que quiere enviar un mensaje de apertura a todas aquellas personas, hombres y mujeres, que deseen trabajar por el bien común: “dar de sí antes de pensar en sí” y acercarse a la juventud. 

Recientemente ha sido elegido nuevo presidente del club rotario de Zaragoza ¿Qué es Rotary? Y ¿Cómo nace?

A mí me gusta decir que somos un grupo de personas, que llegamos a ser amigos, y que hacemos cosas en favor de la sociedad. Rotary nació a comienzos del siglo XX en Estados Unidos, cuando Paul Harris, un abogado de Chicago, decidió fundar un círculo de profesionales que se asociaron para servir a la sociedad. A España llegó poco después, de la mano de un aragonés al que le unía la amistad con el rey Alfonso XIII y la relación profesional con F.S Pearson, ya que este aragonés, llamado Carlos Emilio Montañés, también era ingeniero. En 1921 se creará el primer club rotario en Europa, concretamente en Madrid y, a partir de 1922 le seguirían Barcelona, Sevilla, Santander y Zaragoza en 1925; de hecho, el próximo año celebraremos el centenario. 

Precisamente su fundador, Paul Harris dijo: “Más allá de lo que Rotary signifique para nosotros, el mundo lo conocerá por las obras que realice” ¿Cree que hoy en día hay cierto desconocimiento de la labor que llevan a cabo en el club y de los valores del mismo? 

En este momento hay más de 46.000 clubes en todo el mundo con una red compuesta por más de 1 millón y medio de personas, algunas profesionales, otras líderes, pero, en definitiva, seres humanos dedicados a solucionar problemas que acucian a la humanidad, asumiendo la responsabilidad y pasando a la acción, sin intermediarios, sin creencias religiosas y sin intervención política. Entre las personas destacadas que forman parte de Rotary hay perfiles tan dispares como el Papa Francisco y Beyoncé, rotaria con gran actividad en el club y firme defensora de sus valores de ayuda, solidaridad, de trabajo por la paz y por la cohesión y el entendimiento entre los pueblos del mundo. Hay quien cree que Rotary es un club elitista y que tiene relación con la Masonería, pero nada más lejos de la realidad. Estas ideas preconcebidas, que han perdurado en el tiempo en parte por desconocimiento, es algo que queremos erradicar. 

¿Cuáles son las causas de este desconocimiento?

Una de ellas es que el Club dejó de estar activo de manera visible durante muchos años en España debido a que, tras la guerra civil se prohibió su actividad, como la de otros movimientos filantrópicos que querían trabajar por la sociedad fuera del control gubernamental. El club de Zaragoza no se reactivó hasta comienzos de la década de los años 80, y desde entonces no hemos dejado de reunirnos. También reconocemos que nos hace falta trabajar la difusión del club en términos actuales. Tenemos una página web, estamos presentes en las redes sociales, pero debemos ser más activos, no solo centrarnos en trabajar para ayudar, sino también en difundir para que otras personas conozcan Rotary y así se animen a aportar su experiencia, su tiempo y su saber en beneficio de la sociedad. 

¿Quién puede formar parte de los diferentes clubes que Rotary tiene en Aragón?

Todas aquellas buenas personas que quieran hacer el bien. En Rotary son bienvenidos hombres y mujeres, no importa la edad, la profesión, la religión que profesen, el partido al que voten, la dedicación laboral o su posición social. Lo que prima es la calidad humana, siempre lo repito, cuando alguien viene por el interés personal, suele terminar marchándose porque aquí los intereses individuales se quedan en la puerta. En Aragón hay tres clubes, uno por provincia. En Zaragoza el perfil de las personas que formamos parte de Rotary es muy variado, en todos los sentidos. Hay personas de diferentes dedicaciones y edades, y esto creemos que es un valor muy importante, porque unos miembros aportan la experiencia, y otros las ganas y la energía para poner en marcha los proyectos. Además, se crean lazos de amistad enriquecedores a nivel personal que quizás, de otra forma, nunca se darían. Estamos muy contentos este año porque, en lo que va de curso, hemos tenido 9 incorporaciones. Nueve personas que entran a Rotary Zaragoza con ilusión, ideas y ganas de trabajar por los demás. 

¿Cuáles son los objetivos que se plantea, con la nueva Junta, de cara al próximo año? 

Queremos trabajar en la continuidad de los proyectos que ya se han puesto en marcha en los mandatos anteriores (la presidencia y la junta cambian cada año), porque creo que su trabajo ha sido fundamental y acertado. Desde aquí el reconocimiento a la labor de los anteriores presidentes. Por otra parte, este año, como nuevo presidente, he apostado por primar a los miembros más jóvenes, estando en la Junta y animándoles para tener un papel más activo. Su visión fresca y adaptada a los nuevos tiempos es necesaria para la integración del Club en la sociedad actual. 

¿Cuál es el funcionamiento de Rotary y en qué proyectos trabajan? 

Rotary es un club mundial, y como tal hay que entenderlo. El club trabaja a todos los niveles: local, autonómico o nacional e internacional en proyectos centrados en siete áreas: promoción de la paz, lucha contra las enfermedades, salud materno-infantil, apoyo a la educación, suministro de agua salubre, protección del medio ambiente y desarrollo de las economías locales. Llevamos a cabo acciones en nuestro territorio, por ejemplo, la cena solidaria celebrada este año en Zaragoza consiguió recaudar más de 5000 euros que han sido destinados íntegramente al proyecto «Uno de cada tres» de fundación DFA, con el objeto de proporcionar servicios gratuitos o a coste reducido de Atención Postemprana para niños con discapacidad o en riesgo de padecerla, de entre 6 y 14 años que por su situación económica no pueden asumir el coste del tratamiento y por su edad han quedado fuera del sistema de cobertura pública. También los clubes en conjunto colaboran para alcanzar objetivos muy superiores en envergadura a nivel mundial. 

Háblenos de esos proyectos de más envergadura. 

Uno del que estamos muy orgullosos es el trabajo que Rotary ha llevado a cabo para erradicar la polio en el mundo. Objetivo que perseguimos desde los años 60 del siglo pasado, y que gracias a la inversión en investigación hoy en día podemos decir que se ha erradicado en un 99% del planeta. Solo quedan unos pocos casos en Afganistán y Pakistán, zonas a las que por su situación en este momento no estamos pudiendo acceder con facilidad, y en las que voluntarios de Rotary han sido asesinados durante las campañas de vacunación. 

Otro de los proyectos que, a mí particularmente me llega al corazón (quizás sea porque soy padre de una hija), es el que llevamos a cabo en India. Rotary tiene un acuerdo con una conocida marca de máquinas de coser, las que salen defectuosas las sacan del lineal de producción y las donan a Rotary que, a su vez, las lleva a una entidad que de manera voluntaria las arregla. Esas máquinas en perfecto funcionamiento se llevan a la India, donde cerca de 10.000 niñas que hubieran estado destinadas a estar en las calles, han podido aprender un oficio en los últimos siete años. En Rotary no creemos en dar el dinero y ya, creemos en dar una solución que pueda perdurar en el tiempo y así cambiar la vida de las personas de manera real y estable. 

Antes ha hablado de la ausencia de intermediarios en Rotary ¿Qué quiere decir? 

Rotary es un grupo laico y apolítico, por lo tanto, todas las acciones que se ponen en marcha intentamos realizarlas por nuestros propios medios a través de la cadena humana que somos los socios. UNICEF ha valorado este sistema de trabajo que tiene Rotary y gracias al convenio que ha firmado con el club ahora llegan a su destino el 80% de los contenedores de ayuda humanitaria. Antes solo llegaban entre el 30 y el 40% de estos cargamentos de ayuda, pero tras la intervención de los grupos de Rotary a nivel local, que se encargan de manera voluntaria de asegurarse de que los contenedores lleguen a su destino, las “pérdidas y desaparición” de ayuda humanitaria ha disminuido notablemente. Los socios de Rotary se encargan personalmente de que cada proyecto llegue a buen puerto, independientemente de la parte del planeta en la que se actúe. Esta es una de nuestras señas de identidad. 

¿Cuál considera que es el principal éxito de Rotary en el desempeño de sus acciones filantrópicas? 

El principal activo de Rotary y clave de su éxito en las acciones que pone en marcha es sin lugar a dudas la valía que tienen todos y cada uno de sus socios. Y el secreto es la hermandad y la red de apoyo que existe en todo el mundo que antes he citado. Quizás no hacemos mucho ruido, pero Rotary está donde se le necesita. Por ejemplo, en la formación de los más jóvenes. Antes incluso de que existieran programas como ERASMUS, jóvenes de Rotary eran acogidos por otras familias rotarias en cualquier parte del mundo, tanto para estancias cortas como largas. El club se encarga de todos los trámites administrativos e incluso de la inserción académica, la familia que envía al estudiante asume el coste del traslado, y el resto de la manutención corre por cuenta de la familia de acogida. La única condición es que es familia que envía al estudiante a su vez acoja a otro estudiante. En mi familia hemos acogido este verano a una joven del estado de Oregón (EEUU). Estará un mes con nosotros, su familia no es rotaria, pero han querido confiar en esta experiencia, y ambas partes nos sentimos muy satisfechas de la oportunidad que estamos viviendo y brindando.

La red es muy importante, y el sentimiento de pertenencia también. Personas que por trabajo o por ocio viajan a otros países, se ponen en contacto con el club Rotario de la zona y estos les brindan ayuda y acogida. Patricio recaló en Zaragoza este año. Pertenecía a un club Rotario de Argentina. Cuando llegó a esta ciudad se puso en contacto con nosotros y desde entonces participa en las reuniones y actividades y, lo más importante, ha creado vínculos de amistad con personas con sus mismos intereses en la vida que, de otra forma, quizás habría tardado más tiempo en encontrar. 

Habla de Rotary con pasión ¿Qué significa para Paco Romeo ser rotario? 

Me siento bien siendo rotario, formando parte de esta hermandad en la que tengo la posibilidad de trabajar por los demás, rodeado de personas de buen corazón que creen firmemente que todavía hay mucho por hacer y que se puede hacer. Llegué a Rotary gracias a la invitación de un buen amigo, José Miguel Rubio. Me gusta pensar que me invitó a formar parte de este club por ser buena persona, al margen de lo que profesionalmente pudiera aportar poniendo al servicio de las acciones de Rotary mi conocimiento. Yo vengo de una familia humilde, toda la vida estudié con becas, y he trabajado con las rodillas en la tierra. Mis padres me dieron unos valores, entre ellos el de ayudar a los demás, y Rotary me ha permitido y me permite trabajar en esa dirección. Por eso animo a las personas que lean esta entrevista a que conozcan el mundo rotario, que se acerquen y pregunten; si eres buena persona, en Rotary tienes un lugar desde el que poder ayudar a cambiar el mundo.