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El águila perdicera agoniza en la provincia de Huesca: tan solo queda una pareja reproductora

El águila perdicera está catalogada como en peligro de extinción

Miguel Barluenga

Huesca —

El águila perdicera agoniza en la provincia de Huesca. Esta ave rapaz, cuya presencia está ya muy fragmentada en España, está sujeta a proyectos de reintroducción en provincias como Álava y comunidades autónomas como Navarra. Además, ha sido avistada y registrada en varios puntos de Aragón en lo que va de año, pero su situación es crítica al norte y en las zonas limítrofes. De los seis territorios conocidos durante la presente década tan solo uno de ellos, compartido con la vecina Cataluña, ha podido ser ocupado con éxito por una única pareja reproductora.

De acuerdo con los resultados obtenidos del seguimiento efectuado por parte de Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) del Gobierno de Aragón en Huesca y la información facilitada por el técnico Javier Puente, de la sección de Biodiversidad del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, en la presente temporada únicamente la pareja instalada en la serranía ilerdense de Magraners-Almatret (colindante con los términos municipales de Fraga y Mequinenza) ha conseguido sacar adelante dos nuevos pollos.

El único territorio ocupado en la zona central del Prepirineo oscense, el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, tras la desaparición del macho en julio de 2016, permanece todavía ocupado por la hembra pero sin ningún indicio de reemplazo en el individuo ausente. Por otra parte, un territorio de reciente ocupación situado en el Somontano barbastrense y tras la muerte por electrocución de la hembra en 2016 ha continuado siendo ocupado esta campaña por el macho denominado Magín -que tiene una pata rota- y una hembra inmadura nacida en 2018 en la provincia de Alicante, aunque sin síntomas de reproducción activa.

De las dos parejas presentes en la comarca oscense de la Litera, una de ellas parece haber abandonado definitivamente la zona sin que se hayan registrado observaciones de adultos en el periodo reproductor tras la muerte por electrocución de la hembra el pasado año. En el otro territorio, una pareja inició la reproducción en un nido nuevo y pese a las medidas tomadas para evitar molestias en su ubicación, que afectaron a una carrera pedestre que discurría por las inmediaciones, a mediados de junio se recogió en el nido un huevo sin eclosionar que fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre y resultó no estar fertilizado.

En lo referente al único territorio histórico que aún parece mantenerse en el lado oscense del embalse de Mequinenza en su límite con el término municipal de Fraga, y pese a que a finales de marzo pudieron ser observadas hasta dos diferentes parejas interactuando entre sí, tan solo una de ellas parece haber permanecido en la zona aunque sin datos seguros de reproducción. Javier Puente señala que, “además de la presencia durante los meses de enero y febrero de dos ejemplare adultos (o quizás tres) en la zona del Valle Medio del río Cinca, se ha tenido conocimiento de que han pasado por nuestro territorio varios individuos liberados con emisor GPS en el marco de proyectos Life”.

Uno de ellos es Ega, una hembra nacida en cautividad en marzo de 2018 en el centro de cría de Saint-Denis de Vendée (Francia) y liberada en Campezo (Álava) en mayo de 2018. Estuvo establecida a principios de año en la zona de Castelflorite, Santalecina, Alcolea de Cinca y Albalate de Cinca. En el mes de febrero, un Agente de Protección de la Naturaleza pudo verla y fotografiarla posada en un apoyo de una línea eléctrica de transporte que usaba como posadero habitual. En marzo se marchó al sur de la península.

También Ioar, una hembra nacida en marzo de 2018 en el mismo centro de cría francés y liberada también en Álava, se estableció en el entorno del basurero de Zaragoza y pasó ocasionalmente por la zona de Monegros durante los meses de febrero y abril. Azbone, un macho nacido en 2017 y liberado en Navarra, se estableció en Lleida y cruzó la provincia de Huesca de este a oeste entre finales de enero y principios de febrero. Pastoriza, un macho nacido en 2018 y liberado el mismo año en Sangüesa (Navarra), se movió en enero por la parte occidental de la provincia y se estableció durante unos días en el entorno del embalse de La Sotonera. Romerica, una hembra liberada en 2019 en Navarra, después de estar un tiempo en las Cinco Villas, entró en agosto por el sur en la provincia de Huesca y se estableció en la sierra de Alcubierre.

El águila perdicera está catalogada como en peligro de extinción y el Gobierno de Aragón estableció un régimen de protección con la puesta en marcha de un plan de recuperación con el decreto 326/2011. Durante la década de los 90 se dispuso financiación europea para su recuperación. En este momento, la mortalidad en tendidos eléctricos supone el mayor problema de conservación que posee la avifauna en España; sobre todo, las rapaces. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos insiste en la necesidad de “buscar soluciones a la electrocución y colisión de aves, que pasan por que las compañías eléctricas reconozcan y pongan remedio técnico y económico a esta lacra por la cual mueren miles de ejemplares anualmente”.

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