Era muy temprano en la mañana del pasado domingo cuando por los grupos de WhatsApp de Teruel empezaron a circular las primeras imágenes de una columna del ‘torico’ partida en tres. La parte superior se había volcado sobre la fuente, el pedestal que debía coronar este pilar estaba en el suelo, y del emblema más querido de la ciudad, el ‘torico’, no había ni rastro. “¿Es fake, no?” Preguntaban algunos en los chats. Hizo falta una documentación gráfica mayor, un audio de quienes habían sido testigos y, sobre todo, superar esa fase de negación inicial cuando uno no quiere creer lo que ven sus ojos, para asimilar que, efectivamente, el monumento se había venido abajo.
Acto seguido empezaron las conjeturas sobre lo ocurrido que se mezclaban con algunos detalles que empezaban a conocerse del suceso: que si los operarios estaban retirando las sogas que se habían amarrado a la columna con motivo del Congreso Nacional del Toro de Cuerda, que si habían retirado solo las cuerdas de un lado provocando una tensión excesiva, que al parecer se habían llevado al ‘torico’ -todavía no se conocía en qué estado- rápidamente de allí.
Poco después llegaron las primeras declaraciones por parte del Ayuntamiento. La alcaldesa, Emma Buj, se personaba en el lugar de los hechos y reconocía ante los medios que, efectivamente, el incidente había tenido lugar cuando la brigada de operarios municipales retiraba las 23 sogas que se encontraban amarradas por un extremo a una argolla que rodeaba la columna en su parte más alta y por el otro a las columnas de la plaza.
Las explicaciones de lo ocurrido giraban en torno al desgaste del hierro que unía internamente las piezas de la columna y que, tras el incidente, se había podido constatar que se encontraba “completamente podrido”. “Yo quiero ver siempre el lado positivo dentro de la gravedad que tiene y es que, si hubiera sucedido el sábado de La Vaquilla o en cualquier otro momento hubiera sido mucho peor”, señalaba la mandataria.
“Bueno quizá no fue buena idea, ¿no? Ponerle esas cuerdas al ‘torico’”, aventuraba una de las periodistas, a lo que Buj respondía que no era la primera vez que el monumento se adornaba en las celebraciones de la ciudad, no obstante, reconocía: “a lo mejor hemos sometido a demasiado estrés a nuestro ‘torico’, pero todo lo que tiene solución se queda en eso”.
Entonces se supo también que el ‘torico’ se había trasladado a dependencias municipales y que había sufrido “daños leves en una pata y un cuerno”. Pero pronto comenzaron a circular nuevas imágenes, esta vez de la mencionada figura, captadas por los medios de comunicación y no dejaban lugar a dudas sobre la gravedad de los destrozos. Los pitones de ambos cuernos se habían partido, las cuatro patas estaban separadas del resto del cuerpo, algunas hechas añicos, y, como se supo después, un trozo de la pezuña se perdió en el incidente.
La indignación entre ciudadanos, políticos y expertos en patrimonio iba en aumento y así lo reflejaban las redes sociales. “La protección del patrimonio y esas tonterías que las administraciones se pasan por el forro. (Que por poner unas cuerditas no pasa na)”, ironizaba la usuaria de Twitter, Feli Roque, en su cuenta.
“Cómo puede ser que el símbolo de #Teruel acabé así?? Es una falta total de vigilancia de las cosas...lo de las sogas atadas tenía mala pinta...no vale poner de todo y dejar subirse a los monumentos a cualquiera, falta de control...parece una broma #torico”, se preguntaba otro usuario, Pino Espi, de esta red social.
Teruel Existe también se pronunciaba al respecto: “Hoy los turolenses estamos tristes, indignados, esta falta de respeto al patrimonio es inadmisible e injustificable” y en otro se preguntaban “a ver qué informe del Ayuntamiento dice que podía soportar esa tensión”.
Primeras reacciones políticas
Grupos municipales de la oposición como Ganar-Teruel, Espacio Municipalista o el PSOE reaccionaron al instante, pidiendo responsabilidad ante lo sucedido al equipo de Gobierno, así como un informe técnico del proyecto de montaje y desmontaje de las sogas.
“La coalición reclama que haya una depuración de responsabilidades políticas por la falta de criterio a la hora de realizar estas actuaciones y del daño material y sentimental causado a toda la ciudad”, demandaban en una nota de prensa desde Ganar Teruel-IU. También el Grupo Municipal del PSOE adelantaba en un comunicado: “Vamos a exigir una investigación y que se diriman responsabilidades”.
A las aguas ya revueltas hubo que sumar el martes una carta de la directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón que notificaba al Ayuntamiento de Teruel que las actuaciones realizadas “habrían requerido autorización cultural por parte de la Dirección Patrimonio Cultural, previo informe de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de Teruel, al generar una afección estructural a este elemento urbano, dado que se ubica en el conjunto histórico de Teruel, declarado Conjunto de Interés Cultural”.
Buj tuvo que reconocer entonces que no hubo tal petición. “Todos los años hemos puesto el pañuelo o el árbol de Navidad en torno al ‘torico’. Y nunca, que yo sepa, se ha solicitado permiso a Patrimonio. Esto se consideró una intervención puntual de adorno de la ciudad y para este tipo de solicitud no se solicita permiso”, señalaba. Pero esa carta de Patrimonio añadía todavía una piedra más y es que señalaba que cualquier restauración de los elementos de la fuente “requieren, así mismo, de autorización cultural”. Esto ponía en jaque la intención del Ayuntamiento de que columna y ‘torico’ estuvieran listos para La Vaquilla.
Lo ocurrido sirvió, además, para que algún grupo contrario a las celebraciones taurinas aprovechara el momento para mostrar su inconformidad y el miércoles por la mañana la lona que rodeaba la fuente del ‘torico’ amaneció con la pintada “No más toros” y lo mismo un muro del centro histórico de la ciudad.
24 horas de plazo
Ante la falta de respuestas -el miércoles por la tarde todavía no se habían hecho públicos los informes técnicos que demandaba la oposición- cinco grupos, PSOE, Vox, CHA, Ganar Teruel y Espacio Municipalista, dieron un plazo de 24 horas a la alcaldesa para convocar una Junta de Portavoces en la que se presentasen mencionados documentos.
Alegaban que tenían “serias sospechas” de que la demora y “la falta de transparencia que se estaba produciendo en el proceso” pudiera deberse a que, “en realidad, no existan los preceptivos informes técnicos previos”.
Algo que terminó por confirmarse al día siguiente, el jueves, en la Junta de Portavoces. Se hizo público, además, que la empresa que se había contratado para el montaje y desmontaje de las cuerdas no llevo a cabo la retirada de las mismas. Fue una brigada municipal la que lo hizo, dada la urgencia en desmontar cuanto antes para que la procesión del Corpus que se celebraba ese día pudiese pasar la custodia por la Plaza del ‘torico’.
Lo que sí mostró la alcaldesa fue un informe técnico de la arquitecta municipal sobre los daños y las causas y otro de la Fundación Santa María de Albarracín -encargada de dirigir la restauración del monumento- y que se remitió a Patrimonio para su autorización.
Al finalizar los grupos comparecieron ante la prensa. Los cinco que habían instado a celebrar la junta coincidían en pedir responsabilidades por lo que consideraban “una negligencia política”. Se hablaba incluso de dimisión.
También el PAR, a través de su portavoz, Julio Esteban, se pronunció al respecto tachando lo ocurrido de “exceso de confianza” y señalando que tanto políticos como ciudadanos tienen “mucho que aprender” en cuanto a respeto por el patrimonio.
Desde Ciudadanos, socios de gobierno del grupo Popular en el ayuntamiento, señalaban: “Creemos que tiene que haber responsabilidades, pero que tiene que ser el PP y en concreto la alcaldesa quien determine el alcance de las mismas”.
Los mismos grupos que ya habían solicitado la Junta de Portavoces, presentaban al día siguiente, en el pleno ordinario del mes de junio, una moción para que se depurasen responsabilidades políticas por lo ocurrido. El resultado fue de diez votos en contra de PP y Ciudadanos, dos abstenciones de concejales del PAR y nueve votos a favor del resto de los grupos, por lo que fue desestimada.
Debate sobre el uso del patrimonio
Paralelamente a este trajín político, entre los expertos se desarrollaba otro debate en torno a lo ocurrido, relacionado con el tratamiento del patrimonio. Desde la Fundación Santa María de Albarracín, aconsejaban incluso que la puesta del pañuelo no volviera a realizarse de la manera tradicional, es decir, trepando por ella uno o dos peñistas hasta alcanzar la parte más alta, para colocar la prenda al ‘torico’. “Sometemos al torico y a la columna a una serie de tensiones que llevan a desgracias posteriores”, observo el gerente de la fundación, Antonio Jiménez. “Si ahora nos quejamos tanto por lo ocurrido, es el momento de aprender de los errores y proteger el monumento, para que no vuelva a ocurrir algo así nunca más”
De la misma opinión es Antonio Pérez, arquitecto y gran experto en patrimonio. Que además señalaba que arreglar el toro ‘en cuatro días' para que estuviera listo para la puesta sería “un crimen”.
Finalmente, según ha dado a conocer la alcaldesa, será una réplica y no la figura original la que se coloque sobre la columna para la fiesta de La Vaquilla. Y todo apunta a que la puesta del pañuelo sí se celebrará este año.