Alarma en el centro derecha de Aragón: Se rompe el Partido Aragonés y avalancha de dimisiones en Ciudadanos

Conrad Blásquiz

1 de noviembre de 2021 22:24 h

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Estado de alarma en los dos principales partidos del centro derecha en Aragón y amenaza a la estabilidad en el Gobierno regional y en el Ayuntamiento de Zaragoza. El PAR, que juega un papel clave en el Gobierno cuatripartito que lidera el socialista Javier Lambán, está inmerso en la que puede ser la crisis más profunda de su historia, desencadenada por la ruptura del partido en dos mitades tras el congreso regional de los días 22, 23 y 24 de noviembre. Por su parte, Ciudadanos sufre una oleada de dimisiones de cargos orgánicos que han descabezado la formación en la provincia de Zaragoza y en la capital aragonesa, precisamente donde tiene su fuerza electoral. De hecho, gobierna en coalición con el PP en el Ayuntamiento de Zaragoza. 

Arturo Aliaga, vicepresidente del Gobierno de Lambán, revalidó en el reciente congreso del PAR su cargo al frente del partido, aunque logró una apurada victoria de apenas 20 votos de diferencia respecto a la candidatura liderada por Elena Allué, cara visible del sector crítico. La ajustada victoria del sector oficial ha roto el PAR en dos mitades aparentemente irreconciliables. El sector de Allué, a pesar de sus llamamientos a la unidad, no está dispuesto a arrojar la toalla, se considera como el ganador moral del cónclave y se dispone a reabrir la batalla en el reparto de cargos de la estructura territorial, proceso que se prolongará a lo largo de los próximos meses.

Primera consecuencia del duelo Aliaga-Allué

El duelo entre Aliaga y Allué ha tenido ya la primera consecuencia: el cese de ésta como directora general de Turismo, adscrita al departamento que dirige el reelegido presidente aragonesista. Pucherazo, irregularidades, traiciones, recursos judiciales, son algunos de los misiles que se han lanzado en los últimos días los dos sectores. Palabras muy gruesas que nunca se habían oído en la larga historia del PAR, un partido que lo ha sido todo en Aragón. Que ha quitado y ha puesto gobiernos, como el actual cuatripartito, por ejemplo. Ha sido como decía muy gráficamente el ex líder aragonesista José Ángel Biel, el clavico que le hacía falta al abanico de la gobernabilidad. El PAR ha sido imprescindible en la historia autonómica de Aragón. Ahora, con sus sólo tres diputados, se juega su propia supervivencia de aquí a año y medio de la celebración de las elecciones autonómicas.

Ciudadanos, sin cabeza en Zaragoza

También se debate entre la vida y la muerte Ciudadanos, el partido que con sus trece escaños podría estar gobernando ahora  cómodamente con los socialistas en el Pignatelli, pero un hiperventilado y crecido Albert Rivera lo impidió al inicio de la legislatura.  El partido naranja lleva meses desangrándose por goteo. En los últimos días, ha habido una cascada de dimisiones de los cargos orgánicos en Zaragoza capital y provincia por desavenencias con la actitud y la estrategia del coordinador regional del partido y vicesecretario general, Daniel Pérez Calvo, quien está dispuesto a dimitir, según ha declarado públicamente. Ha acusado al PP nacional de orquestar una campaña contra Ciudadanos y de estar tras las acusaciones de irregularidades que habría cometido Pérez Calvo y qué él rechaza.

En un tuit publicado el pasado 20 de octubre, Pérez Calvo dejó clara su negativa a abandonar con el siguiente mensaje: “Ser pieza a batir para quienes quieren cargarse tu partido no es agradable, pero sí un orgullo. Ladran, luego cabalgamos. Pero, ténganlo claro: si creen que por hostigar y difamar vamos a rendirnos y entregar las llaves del castillo, que abandonen toda esperanza ¡Seguimos!”. El anterior dirigente de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, le respondió en otro tuit de forma irónica con la imagen de un muñeco con las llaves colgadas de la cintura.