A punto de cumplir cien años de vida, el Parque Grande José Antonio Labordeta de Zaragoza deja de estar abierto al público. El principal recinto verde de la ciudad requerirá una entrada puesto que, desde este viernes y hasta el 7 de enero, se ha instalado un espectáculo navideño de luz y sonido, denominado Luzir. Cuenta con la oposición de asociaciones ecologistas y de los partidos de la oposición municipal, que acusan a la alcaldesa, Natalia Chueca (PP), de haber adjudicado “a dedo” la gestión, de carácter privado. La propuesta pretende cobrar 15 euros a los adultos -9,5 € a los niños- para recorrer durante tres cuartos de hora el recinto viendo la representación de diferentes cuentos clásicos.
A lo largo de más de 600 metros, la recreación de los cuentos ocupa más de 20.000 metros cuadrados -dos hectáreas-, donde se instalarán más de 400.000 leds, 600 luminarias, 4 proyectores, 18 km de cable, 11 pórticos, 10 esculturas principales y 135 figuras. Las organizaciones Amigos de la Tierra Aragón, ANSAR y Ecologistas en Acción Zaragoza cuestionan este espectáculo luminoso ante el impacto ambiental de la iluminación nocturna de varios espacios dentro del parque y por la presencia humana.
Según las asociaciones, el evento va en contra de los criterios de renaturalización urbana que pretende el Ayuntamiento. Con el fin de evitarlo, han recogido, por el momento, 2.075 firmas en contra de esta instalación de la empresa Zusup, que también se encarga de la gestión del Espacio Zity. Sin embargo, tal y como se recoge en El Periódico de Aragón, en esta ocasión no se ha licitado el contrato para la gestión de las instalaciones del Parque Grande, que es un espacio público.
Los partidos de la oposición han criticado esta instalación cuestionando la gestión y el impacto de este espectáculo, la concejala del PSOE, Eva Cerdán ha dicho que este espectáculo “resulta innaccesible para muchas familias debido a sus precios elevados. Y es que una familia con dos hijos va a pagar 50 euros, vaya precios populares, sí señor”. Julio Calvo, de Vox, ha dicho que “es un claro ejemplo de favoritismo hacia una empresa privada, mientras a otros barrios, como Valdefierro, se les han negado eventos similares por motivos poco claros”.
Desde Zaragoza en Común (ZeC), Elena Tomás, ha expresado su preocupación, al igual que las asociaciones ecologistas, por el impacto ambiental de Luzir: “El parque es un ecosistema vital para la ciudad”. Ha dicho que no han tenido acceso a los informes técnicos sobre esta instalación y ha acusado al Ayuntamiento de conceder este espacio para un evento privado “sin licitación y a dedo: ”No sigan haciendo esas políticas, busquen otro sitio para que sea escenario de sus espectáculos a dedo, pero que no sea el Parque Grande de la ciudad. Ya tenemos bastante con que lo hayan convertido en el Parque de Atracciones del señor Forcén para vender allí sus platos de pasta“, ha dicho Tomás, en referencia a los nuevos quioscos.
Sara Fernández, la consejera municipal de Cultura, ha asegurado que “todos los informes técnicos necesarios han sido realizados y avalan la viabilidad de Luzir en el parque” y ha emplazado a las voces críticas a acudir a los tribunales.
Impacto en las aves
Las asociaciones están valorando el impacto sobre las aves, el arbolado y los elementos BIC (Bien de Interés Cultural) del parque y han pedido al Ayuntamiento los informes sobre las medidas específicas tomadas para evitar el impacto sobre las aves de las luces, los sonidos y ruidos derivados del espectáculo y la presencia humana, con referencia explícita a los informes científicos y técnicos que aseguren que no habrá impacto negativo. Recuerdan que un espectáculo navideño semejante denominado Natura Encesa en los jardines Torre Girona de Barcelona ha sido suspendido por el impacto lumínico y acústico.
La intervención Luzir “va a alterar la dinámica natural del parque tanto por la iluminación como por la presencia de personas en horario nocturno. Diversas especies silvestres, en especial aves, verán alterado significativamente su entorno habitual en periodo nocturno tanto por la iluminación como por la presencia humana con voces y gritos más los ruidos derivados del espectáculo”, exponen en una nota de prensa las tres asociaciones.
Explican también que el periodo invernal es “crítico” para las aves debido a la reducción de horas de luz, que reduce a su vez el periodo de búsqueda de alimento que les permite generar la energía necesaria para superar las largas horas sin luz y las bajas temperaturas. Explican que “las molestias a estos animales les obliga a consumir más energía por el estrés que les ocasionan las actividades nocturnas o a desplazarse a lugares subóptimos con el consiguiente gasto energético y menor seguridad. Esto tiene consecuencias directas en la mortalidad invernal natural, que se verá incrementada. El espectáculo Luzir, además, no es un evento puntual sino que las interferencias serán acumulativas a lo largo de varias semanas”.
Por último, desde las asiaciones critica también la “mercantilización” de un espacio natural y público: “No es la primera vez que se regala allí un espacio público. Recordemos los restaurantes que se han abierto en el parque y que, en el caso del evento Luzir será de pago para los asistentes”.