Aragón abre curso político: Azcón busca estabilidad en solitario y Vox anuncia mano dura

Miguel Barluenga

2 de septiembre de 2024 22:49 h

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Amanece el nuevo año político en Aragón con el interrogante de la gobernabilidad para el ejecutivo que encabeza Jorge Azcón (PP). Después de la ruptura del pacto de gobierno con Vox en el mes de julio, decretada por la formación de extrema derecha en los cinco gobiernos regionales de que formaba parte a causa de la cuestión migratoria, los populares deberán lidiar con una incómoda presencia que con sus siete diputados no renuncia a tener un peso específico. Los 28 del PP en una cámara de 67 le permiten trabajar en minoría para seguir adelante con una legislatura en la que no podrá perder de vista el entendimiento con Vox y destensar así una relación que se ha enfriado.

Con todo, la salida de Vox del Gobierno de Aragón debe suavizar las líneas de un ejecutivo atado a menudo al perfil intransigente de sus exsocios del partido que en Aragón lidera Alejandro Nolasco en cuestiones como la migración. Azcón llega a septiembre con el claro objetivo de mantener los equilibrios entre sus planes para la comunidad autónoma, con un primer horizonte en la aprobación de los presupuestos de 2025, y el ruido que genere Vox en estos meses en los que, además, el PSOE se ha embarcado en un proceso de renovación que desembocará en la elección del nuevo secretario general que releve a Javier Lambán a comienzos del año que viene.

Nolasco ha descartado el apoyo de su partido a las cuentas salvo que se “revierta” la llegada de migrantes y ha hecho especial referencia a la llegada de un centenar de migrantes malienses a la localidad turolense de Mora de Rubielos: “Si el Gobierno de Aragón no rompe con esta política, no habrá presupuestos”, avisó el también miembro de la ejecutiva nacional de Vox, formación que “no se presta a este politiqueo de partidos corruptos”, en alusión a PP y PSOE. El que fuera vicepresidente de Aragón hasta hace dos meses advierte de que “los aragoneses no entenderían un bloqueo autonómico por un asunto que ni siquiera es competencia del gobierno regional”.

Vox recalca que en este nuevo curso no se agarrará a un pacto de gobierno ya extinto sino a las demandas de su programa electoral, consciente además de que resulta poco probable que Azcón mire a su izquierda y se produzca un entendimiento con el PSOE. Los presupuestos del próximo año están así expuestos a una relativa incertidumbre, con la aprobación del techo de gasto como primer paso, y los aragoneses se seguirán mirando el bolsillo pendientes de que se mantenga una política de bajada de impuestos impulsada desde la consejería de Hacienda y Administración Pública liderada por Roberto Bermúdez de Castro.

Aboga por mantener el gasto social en un panorama complicado. En 2025, Aragón va a padecer un recorte de cerca de 100 millones de euros en financiación autonómica respecto al año pasado. Percibirá 5.071 millones de euros por los 5.163 millones de euros en 2024 a causa de la disminución en la transferencia de fondos correspondientes a la liquidación definitiva del año 2023.

Otro de los aspectos relevantes de estas primeras semana del curso político lo puso Azcón sobre la mesa a su paso por el gran premio de motociclismo que se celebró en Alcañiz (Teruel). Confía en que las Cortes muestren una única voz y conformen un “frente común” con un “gran acuerdo” de todos los grupos parlamentarios en materia de financiación autonómica con el que “dé ejemplo a toda España”.

Hizo alusión a los “grandes consensos” que se han alcanzado en la comunidad en cuestiones como el Pacto del Agua: “Hay gente que puede pensar que el debate sobre la financiación autonómica no le afecta, pero nos afecta a todos y a cada uno de los aragoneses porque la sanidad, la educación y los servicios públicos dependen de esa financiación”, aseguró el presidente de Aragón para confirmar así que Catalunya volverá a ser un tema recurrente en las sesiones plenarias.

En ese traslado de las dinámicas nacionales que se entremezclan con las autonómicas sigue vigente la derogación de la Ley de Memoria Democrática tumbada por el Tribunal Constitucional, después de que el ejecutivo de Jorge Azcón presentase alegaciones y solicitara el alzamiento de la suspensión. Y un caballo de batalla regional seguirá siendo la falta de médicos, sobre todo, en el medio rural y la complejidad de una situación, la de la atención primaria, muy enredada.

Mientras, en el PSOE aragonés ha comenzado la carrera para designar al sucesor de Javier Lambán en la Secretaría General tras la convocatoria del Congreso Federal por parte de Pedro Sánchez. A comienzos de año tendrá lugar un congreso autonómico que se presenta con pronóstico abierto. De ahí saldrá el líder de la oposición que, a priori, rete a Azcón en la carrera electoral de 2027 mientras los socialistas encabezan con 23 diputados la oposición de izquierdas en las Cortes, atomizada entre PSOE, Chunta Aragonesista (3), Podemos (1) e Izquierda Unida (1). Más próximos a los postulados populares, PAR (1) y Aragón Existe (3) aportarían cuatro diputados en pos de la estabilidad del gobierno regional para un total de 32 que no sumarían mayoría absoluta en una cámara con 67 actas.

La temperatura de las relaciones entre PP y Vox también puede alcanzar a los ayuntamientos de las tres capitales de provincia aragonesas. En Zaragoza, Huesca y Teruel gobiernan en solitario tres alcaldesas populares (Natalia Chueca, Lorena Orduna y Emma Buj, respectivamente) de manera más o menos consolidada y se avecinan meses inciertos. No para Buj, con mayoría absoluta. Chueca, a falta de un concejal para ello, se muestra abierta a pactar con el resto de grupos y, por tanto, obligada a mirar a la extrema derecha. Orduna, por último, está sometida a tensiones con Vox desde que en primavera rompieran su pacto para la gobernabilidad.