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Azcón contra la bicicleta: el Ayuntamiento de Zaragoza elimina postes del Bizi en las plazas céntricas que reforma

El ya casi exalcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha ido mostrando una relación de amor y de odio, de trabas y de apoyos, al uso de la bicicleta en la capital aragonesa, aunque finalmente ha acabado teniendo más peso la opción de rechazo que cualquier otra.

Sin embargo, en la práctica su equipo de gobierno ha aprovechado dos de sus principales oportunidades para comenzar a desmantelar el servicio en el centro de la ciudad en sendas operaciones en las que, ya sea por acción o por omisión, han intervenido las concejalías de Infraestructuras y de Urbanismo que dirigen Pilar Cavero (PP) y Víctor Serrano (exCs), y también la de Movilidad que lleva su elegida para encabezar la lista conservadora en las próximas municipales, Natalia Chueca.

El equipo de gobierno PP-Cs, ahora PP-No adscritos tras la fuga en bloque de los concejales naranjas, ha aprovechado la reforma de la plaza Salamero para suprimir el poste del Bizi, el servicio municipal de alquiler de bicicletas que gestiona la empresa Clear Channel, en una repetición de lo que hizo con el instalado en la plaza de Santa Engracia.

Menos árboles, más hormigón y fuera bicicletas

La primera obra, que tuvo un coste de 700.000 euros, fue ejecutada hace dos años por la concejalía de Infraestructuras, mientras que la de Salamero, que ha permanecido en obras durante más de tres años y que ha tenido un coste de más de seis millones de euros, corrió a cargo de Urbanismo.

Ambas actuaciones tienen elementos en común como la eliminación de árboles y zonas de tierra, el aumento de la presencia y la extensión del hormigón, que ya se ha comprobado que dispara las temperaturas en los meses cálidos en el caso de Santa Engracia y todo apunta a un efecto similar en Salamero, la reducción del número de bancos y áreas en las que es posible sentarse (especialmente notorio con las de sombra), en línea con otras actuaciones como la de La Magdalena, y la supresión del poste del Bizi.

La Magdalena, cuyos vecinos lograron con una concurrida protesta que el ayuntamiento volviera a instalar los bancos que había suprimido con la reforma, no perdió finalmente el poste del Bizi, que fue trasladado a una zona colindante del Coso bajo.

Aunque siempre quedará la duda de qué habría pasado con esa estación en el caso de que los vecinos no se hubieran movilizado previamente contra la supresión de los bancos, tras la que el siguiente tema de reivindicación fue la aparente desaparición del poste.

El poste de La Magdalena y las estaciones achicharradas

Las supresiones de las estaciones de Santa Engracia y de Salamero por el equipo de Azcón, que en su etapa de opositor ya recurrió la ampliación impulsada por ZeC (Zaragoza en Común) y criticó con más dureza que fundamento actuaciones como el carril bici del Paseo Sagasta, sacan del centro medio centenar de bicicletas y reducen la disponibilidad de este recurso de movilidad, barato y sostenible, que siguen utilizando cerca de 13.000 usuarios.

Acciones de este tipo, a las que no consta que haya mostrado ningún tipo de oposición la concejalía de Chueca, conviven con anuncios como la petición de fondos Next Generation para ampliar un servicio cuyo contrato es una compensación por la explotación de los espacios publicitarios callejeros (‘mupis’ y marquesinas, principalmente) desde las vísperas de la Expo.

Y también conviven con recuerdos como aquellas ‘sulfatadas’ diarias con una solución de lejía (hipoclorito de sodio rebajado con agua) durante varias semanas al comienzo de la pandemia que acabaron corroyendo las bicicletas ancladas en los postes, y que tuvieron que ser revisadas una a una, y achicharrando los circuitos electrónicos a través de los que se gestiona el servicio.