Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Cuando una baja médica deja a 90.000 personas con el especialista a 170 kilómetros

La consejera de Sanidad, Pilar Ventura (segunda por la izquierda), visitó el pasado lunes las instalaciones del Hospital Obispo Polanco

Elisa Alegre Saura

Teruel —

Dos bajas médicas han dejado temporalmente a 90.000 habitantes, la población que atiende el Hospital Obispo Polanco de Teruel, sin el servicio de Reumatología ni de Otorrinolaringología en el centro. Los casos más graves se derivarán a hospitales de Zaragoza, a 170 kilómetros, y el Servicio Aragonés de Salud ha buscado soluciones temporales, desplazando médicos para las guardias en el caso de otorrino y un contrato a media jornada de un especialista. Pero el vacío de los servicios, denuncian los profesionales, no se palia de este modo. La falta de especialistas en los hospitales periféricos como Teruel no es nueva, pero “se está haciendo endémica”, denuncian desde el Colegio de Médicos de Teruel, y dejan claro “que las medidas que se han puesto en marcha hasta ahora para mejorar la situación no han sido suficientemente efectivas.

Hace unos días la jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Obispo Polanco de Teruel, Teresa Lahoz, lanzaba la voz de alarma porque nadie le daba soluciones efectivas para lo que considera “una temeridad”, como es “dejar un servicio quirúrgico como este y con guardias diarias con una sola facultativa”. El traslado de los otros dos profesionales del servicio a nuevos destinos la dejaba solo a ella para atender todas las consultas y urgencias.

“Cualquier dolor de garganta y cualquier afonía puede ser un cáncer”, y con esta deficiencia de profesionales para pasar consulta “la gente está detenida en lo que el Salud llama Buzón”. No se pueden permitir “estar seis meses en lista de espera” cuando estamos hablando de pacientes con una enfermedad así.

Y además estos especialistas “atienden urgencias vitales”, porque son, por ejemplo, quienes pueden hacer una traqueotomía urgente, y eso no espera al traslado al hospital de Zaragoza, a 170 kilómetros.

Sanciones

La jefa de Servicio pidió hace unos días la baja médica por depresión ante esta situación para la que, denuncia, no le llegan soluciones desde el Servicio Aragonés de Salud. Ella ha planteado que se incentive con puntos el trabajo de médicos especialistas en hospitales periféricos, y al mismo tiempo se sancione rechazar plazas, algo que ocurre en el caso de las enfermeras o las auxiliares, explica, y también en otros sectores como el educativo.

“En la Comunidad Valenciana, si un médico rechaza una plaza no puede trabajar en un año en la sanidad pública”. Incentivar y sancionar son algunas de las propuestas que ha planteado para mejorar la situación de los hospitales periféricos.

Pero la respuesta del Salud ha sido “que no se puede hacer”, dice, y, a cambio, han ofrecido cubrir las guardias y reforzar el servicio con un profesional a media jornada, lo que tiene un coste mayor que si hubiera tres profesionales porque, además, cobrarán más que el resto por las guardias y el mismo trabajo, apunta.

La resolución de la Oferta Pública de Empleo que está previsto tenga lugar estos días en la especialidad es “una oportunidad” para redistribuir a los facultativos allá donde son necesarios, en opinión de Lahoz.  Denuncia que en su especialidad, todos los hospitales de Zaragoza tienen las plantillas completas e incluso en algunos casos tienen profesionales por encima de las plazas, y con menos pacientes a su cargo que en la provincia de Teruel.

Ante su baja, el Salud ha dispuesto reanudar consultas a partir del 11 de febrero, contratando a un especialista a media jornada y cubrir desde el primer momento las guardias localizadas además de prolongar su trabajo hasta el lunes para poder operar, aunque los tratamientos agudos se derivarán a Zaragoza.

El caso de Otorrinolaringología se ha conocido pocos días después del de Reumatología. La baja por maternidad desde hace unas semanas de la reumatóloga del Hospital Obispo Polanco dejaba a la población que atiende el centro sin médico especialista. Era la única profesional de esta especialidad porque así está dispuesto por el número de pacientes.

El gerente del Salud en Teruel, Juan Ignacio Escuín, ha anunciado finalmente que estos días se incorporará un nuevo profesional y cuando la titular hasta ahora termine la baja maternal, el servicio quedará con dos profesionales.

Incentivos

La consejera de Sanidad, Pilar Ventura, realizaba su primera visita como consejera al hospital precisamente en medio de esta polémica. Era para visitar la nueva resonancia digital y la puesta en funcionamiento de la radioterapia intraoperatoria, servicios que mejorarán mucho el tratamiento sobre todo de las mujeres enfermas de cáncer de mama en el segundo caso, y en el primero, permitirá realizar muchas pruebas que ahora se derivaban a la sanidad privada.

Pero Ventura tuvo que pronunciarse ante los periodistas sobre la falta de especialistas. Aclaró que hay un número “insuficiente” de estos profesionales, a “nivel global” dijo, en toda España, por eso cree que las medidas deben concretarse en el Consejo Interterritorial de Salud.

Pero aclara, de igual modo, que en Aragón hay específicamente un Plan de Incentivos, consensuado con los profesionales, que busca facilitar la estancia en hospitales periféricos y defiende que el Ejecutivo esta legislatura ha sacado 8.500 plazas en procedimientos selectivos, “como no ha habido jamás”.

Una gestión que, por ejemplo, en el hospital turolense ha permitido tener plantillas cubiertas en servicios como Traumatología o Cardiología, tradicionalmente deficitarios. “Nuestro sistema de provisión de plazas son las ofertas de plazas, los concursos de traslados, las bolsas de interinos” detalla, “pero si no hay nadie en una bolsa de empleo que quiera coger la plaza, no podemos obligar a nadie a que venga”.

Mal endémico

Desde el Colegio de Médicos recuerdan que el déficit de profesionales se extiende a servicios como Anestesiología, Radiología, Traumatología, Urología, Oftalmología, Médicos de Familia y Pediatras de Atención Primaria, entre otros.

Fuentes del Colegio demandaban recientemente en un comunicado la necesidad de redimensionar las plantillas y reasignar cupos en los distintos servicios y centros de salud, para dar “una asistencia sanitaria equitativa y de calidad”, algo en lo que coinciden con el sindicato de médicos CESM, que cifra en al menos 23 plazas más de especialistas las que se necesitan en el hospital turolense.

Así que no solo se trata de que se cubran las plazas que existen, sino de que se amplíe el número de plazas estructurales en una planificación que consideran desfasada en muchos casos, además de no tener en cuenta el tipo de población que se atiende, que varía si es más envejecida o si es más difícil la atención por la dispersión o la carga asistencial.

Y es que una plaza en la que se entiende que va a haber una sobrecarga de trabajo va a ser menos atractiva para los profesionales “tanto en actividad ordinaria como en un excesivo número de guardias al mes” indican desde la entidad colegial.

Aunque el problema afecte a todos los hospitales periféricos en Aragón, es especialmente grave en Teruel, no solo por tratarse de un centro pequeño sino también por la distancia que lo separa de la capital, Zaragoza, que lo hace menos atractivo para los profesionales.

“El Salud dice que cada persona tiene derecho a elegir donde quiere vivir”, explica la doctora Lahoz, pero ella va más allá: “Puede vivir donde quiera, pero el trabajo hay que ofertarlo donde es necesario, y en estos momentos la necesidad urgente es Teruel”.

Etiquetas
stats