En el año 2000, el Ayuntamiento de Huesca compró el edificio del antiguo Seminario al Obispado por 500 millones de pesetas y lo cedió a la Universidad de Zaragoza para unos usos que empiezan a definirse 18 años más tarde. Se estudiaron proyectos universitarios y se estimó un presupuesto para su rehabilitación de 10 millones de euros. Ahora, esta cifra ha aumentado y las instituciones estudian la manera de que vuelva a ser una infraestructura útil para la ciudad después del abandono al que se ha sometido. El Consistorio cuenta ya con un estudio técnico que deberán aprobar los grupos municipales y que detalla qué actuaciones se pueden realizar en sus 16.000 metros cuadrados.
Se barajan propuestas como el levantamiento de viviendas, una residencia o un aparcamiento de 200 plazas. La Universidad de Zaragoza edificará un vicerrectorado y una biblioteca y se está pendiente de recibir fondos europeos para más iniciativas. El Ayuntamiento quiere revitalizar un edificio que habría que derribar en parte. En noviembre sabrá si recibe una partida europea de 5 millones de euros que emplearía en adecuar el Seminario para ubicar un espacio de emprendimiento.
A esto se suma el proyecto aún por definir y que el alcalde, Luis Felipe, espera que cuente con el respaldo de todos los grupos municipales. Por su parte, la Universidad de Zaragoza, que ocupará unos 1.500 metros cuadrados, aplaude que el Seminario se vaya a convertir en un espacio compartido de conocimiento y que conjugue los usos públicos y privados.
Para llevar a cabo el proyecto será necesario reformar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y de usos del Seminario, que está cedido a la Universidad, y que marcan que ha de emplearse para fines universitarios, de educación y religiosos. El alcalde, Luis Felipe, explica que “el estudio del equipo técnico dice que habría que modelizar qué espacios serían constructivos y de qué manera. Se mantendría el patio interior o se modularía el espacio para una residencia, viviendas o un párking de 200 plazas tan necesario en el casco de la ciudad”.
Se aprobará en Pleno
La propuesta técnica se analizará por parte de los grupos municipales y se llevará a un Pleno para su aprobación. “Deseo que se apruebe por unanimidad en la modificación del PGOU, los usos y en el diseño. Que este espacio recupere vitalidad y una centralidad importante. La modelización del espacio iría en consonancia con lo que ya hay construido en el entorno de la muralla y mejoraría la salud del espacio”, añade el alcalde.
Existe un acuerdo completo, plasmado en la reunión del patronato, con la propia Universidad, el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Huesca, “y nos toca valorar en qué usos nos ponemos de acuerdo. Entraría una parte de derribo con el mantenimiento del patio interior. La iglesia de la Santa Cruz y la parte frontal de la fachada se contemplan en la Ley de Patrimonio y se respetará el patrimonio protegido”, continúa.
Reacciones contrarias
Chunta Aragonesista apoya la necesidad de actuar “con premura” en el Seminario de Huesca ya que, asegura, “la situación de deterioro y abandono de este edificio cedido a la Universidad de Zaragoza por su actual propietario, el Ayuntamiento de Huesca, no puede alargarse en el tiempo”.
La formación ha solicitado una copia del informe redactado por los técnicos municipales relativo a la propuesta de usos del edificio, “porque la falta de transparencia a la que nos tiene acostumbrados el equipo de gobierno municipal ha vuelto a repetirse, y nos gustaría creer que estamos ante una voluntad real, seria y reflexionada de poner en valor este patrimonio de todos, con el esfuerzo coordinado de todas las administraciones”, afirman. “De momento nos encontramos con mucha falta de concreción, cuando lo que se necesita es lo contrario porque es hora de dejar de dar palos en el aire”, sostiene el coordinador de CHA Huesca, David Félez.
Para Félez, “hay que analizar en profundidad y abrir a la participación ciudadana una medida como es derribar 5.500 metros cuadrados de un inmueble de 7.000, que dejaría en pie solo la iglesia de la Santa Cruz del siglo XV y la parte de la fachada que hace esquina puesto que cuentan con medidas legales de protección. Es necesario repensar los criterios conservacionistas que deben de ir más allá de las partes de edificio que están protegidos, como hasta la propuesta técnica recoge para salvar del derribo el patio interior del siglo XIX, sin olvidar la existencia segura en el subsuelo de restos arqueológicos”.
Para el PAR, “los anuncios efectuados se resumen en inciertas intenciones para un edificio y una cuestión muy importantes para Huesca que necesitan compromiso y gestión”, una vez que “la Universidad de Zaragoza haya rechazado ahora la cesión de un inmueble que costó tres millones de euros del año 2000, aportados por los oscenses, que fue entregado en buen estado y que ha sido abandonado durante 17 años, condenado a la ruina y devuelto”.