Las Cortes de Aragón votarán una iniciativa que puede arrebatar a Vox la Presidencia de la Cámara
La división entre el PP y Vox que dejó en evidencia la junta de portavoces del miércoles puede llegar a afectar a la propia Presidencia de las Cortes de Aragón, que ostenta la ultraderechista Marta Fernández.
Si en julio recibió un ‘no’ ante el rechazo de los partidos que hasta entonces sostenían la coalición, el portavoz de CHA, José Luis Soro, aprovechó la reunión preparatoria del pleno del jueves próximo para incluir el primer paso de cara a modificar el Reglamento de la Cámara. Tal y como pretende la formación nacionalista, entre los conceptos amparados para destituir a su presidente o presidenta se incluiría también que así se acuerde por mayoría absoluta de los diputados de las Cortes.
Al no recibir ningún voto en contra, la tentativa del portavoz de CHA prosperó esta vez y la proposición irá a la sesión del próximo día 12. Ahora, para que la proposición sea aprobada bastaría con que el PP se abstuviera en ese punto -el número 3 del pleno- y que el resto de grupos -salvo presumiblemente Vox- la apoyen.
Hay que recordar que lo que se votará el jueves será la toma en consideración de esta medida, y que a ella seguiría -solo de que haya luz verde- su tramitación y la eventual inclusión o no de enmiendas. Como paso final, sería votada en las Cortes de Aragón, donde precisaría de una mayoría absoluta para salir adelante, tal y como refleja la citada proposición.
En la actualidad, el Reglamento solo incluye -en su artículo 62- tres causas para el cese de miembros de la Mesa: la pérdida de la condición de diputado, la renuncia expresa y no integrarse o dejar de pertenecer al Grupo parlamenta de la formación política al que pertenecía en el momento en el que fue propuesto como candidato.
El nombramiento de la presidenta de las Cortes de Aragón causó en su momento mucha controversia por los comentarios vertidos en redes sociales, que acabó borrando. Además, en estos meses ha sido objeto de varias polémicas, aunque en los últimos meses la marejada ha decaído.
Marta Fernández fue noticia al negarse a dar la mano a la entonces ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero. Con anterioridad fueron sonadas sus palabras sobre Montero, de la que dijo que “solo sabe arrodillarse para medrar”. Tampoco ha disfrutado de mucha tranquilidad su equipo de confianza, dado que se han sucedido los cambios de cargos.
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