Hamburguesas, iPhones, clases de inglés o fines de semana pagados: el Gobierno del PP en Zaragoza y los gastos menudos
El fin de semana que el número dos del Ayuntamiento de Zaragoza pasó en noviembre de año pasado, pagado con dinero público y justificado con un acto al que no asistió, es solo el último hito en un reguero de polémicas en relación con los gastos menudos desde que en 2019 los populares llegaran a la Alcaldía. Atrás quedan episodios como los 136 euros en hamburguesas, el pago de clases de inglés a Jorge Azcón en su despacho o la compra de un iPhone para una consejera.
En cuanto a coste para el erario, la mayor polémica la despertó en junio de 2021 la entonces consejera de Hacienda María Navarro -actual diputada en las Cortes-, cuando trascendió que había pasado al Consistorio el pago de un iPhone por 1.200 euros, pese a que este móvil no aparecía incluido en el listado de modelos que ofrecía el Consistorio para sus representantes municipales.
También en ese caso, la edil optó por minimizar la polémica aceptando pagar el terminal. “Si hubiese sabido que eso podría suponer un sobrecoste créanme que jamás lo hubiese pedido”, justificó Navarro.
Mientras, y aunque en cuantía no ha sido el más relevante, uno de los casos más llamativos fue el de una merienda de hamburguesas con un coste de 136,70 euros del que la alcaldesa, Natalia Chueca, y otros tres consejeros disfrutaron el 8 de junio del año pasado, días después de las elecciones municipales.
El ágape tuvo lugar en un local de restauración del barrio de la Almozara y se produjo en el contexto de un evento gastronómico zaragozano, la sexta edición del BurguerFest. Pero con la particularidad de que los cuatro representantes municipales -los consejeros del Ayuntamiento de Zaragoza cobran más de 80.000 € al año- pasaron a las arcas públicas los 136,70 € que costó la comida.
“Era una comida de trabajo”, alegó la alcaldesa, quien se había hecho eco del evento en redes sociales. Posteriormente, el PP reembolsó el gasto al Ayuntamiento.
El actual presidente, Jorge Azcón, también protagonizó un momento tenso cuando el diario Público dio a conocer que recibía clases particulares de inglés en su despacho del Ayuntamiento cuya factura pasaba después al Comité Europeo de las Regiones (CDR), entidad comunitaria de carácter consultivo con sede en Bruselas y que reúne a los representantes locales y regionales de la Unión Europea. Se trató, según indicó el citado medio, de una de las primeras solicitudes que cursó Azcón tras tomar posesión miembro del CDR, apenas un mes después de hacerlo.
Otra controversia fue el denominado 'churrogate', una factura de 3,60 euros en una docena churros que el equipo de gobierno cargó al erario para agasajar a unos diputados provinciales. Sin olvidar la compra de 7,25 euros en lazos naranjas para protestar contra la Ley Celaá que el PP compró con dinero municipal en noviembre de 2020. Ambos casos se consideraron errores puntuales y se reintegraron las cantidades.
Hay que recordar que en 2016 el entonces alcalde Pedro Santisteve (Zaragoza en Común) fue noticia incluso de ámbito nacional cuando trascendió que las arcas municipales habían asumido un gasto de 16 euros en un bote de gomina para el primer edil. “Que Santisteve pregunte a los zaragozanos si ven lógico que le paguen la gomina con los impuestos”, atacó entonces Azcón al regidor.
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