La proyectada reforma del antiguo Seminario de Huesca sigue encontrando resistencias por el camino. La Plataforma para la Defensa del Patrimonio, una asociación que aglutina a asociaciones vecinales, colectivos sociales y personas, lidera una oposición que se escenificó este domingo con la convocatoria de una concentración ciudadana junto a este edificio a la que asistieron decenas de personas. Con el lema ‘Abraza el Seminario’, han enlazado en las últimas semanas varias acciones e informaciones con el fin de detener el proceso de transformación previsto; alojará el vicerrectorado de la Universidad de Zaragoza en Huesca, una biblioteca científica y un aula magna. Será asimismo sede la biblioteca del Instituto de Estudios Altoaragoneses y contará con salas para formación.
Una manera, entiende la Plataforma, de “mutilar el patrimonio”. Argumenta que los planes urbanísticos aprobados por el Ayuntamiento contemplan el derribo de dos patios históricos y zonas adyacentes. “Queremos que trascienda un proyecto altamente lesivo para el Seminario -señala Rosa Abadía, portavoz- ya que se prescinde del 45% de lo construido, lo que también determina una pérdida para el casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Los conjuntos históricos no se demuelen, se rehabilitan, eso sí es regenerar”.
“Hace más de cuatro años que se trabaja para preservar el conjunto”, recuerda Abadía, “pero durante este tiempo el Ayuntamiento no nos ha escuchado ni ha hablado con nosotros, con los ciudadanos y con sus representantes vecinales. Queremos ejercer el derecho democrático a la participación ciudadana, el derecho a la transparencia y a la opinión. Frente a nuestros planteamientos llama la atención el silencio de la responsable de Urbanismo, María Rodrigo y su falta de argumentos, de explicaciones y de justificaciones en todos los aspectos”.
La Plataforma teme que, de llevarse a cabo el proyecto acordado por el Ayuntamiento, la DPH y la Universidad, se convertirá el Seminario en “un nuevo solar, el vigésimotercero de la ciudad”. “Creemos que finalmente se impondrá la sensatez y se dará la vuelta al proyecto de demolición, nosotros estamos dispuestos a hablar con el Ayuntamiento y poner encima de la mesa todos argumentos, incluidos un buen número de posibles usos entre los que caben, lógicamente, dependencias municipales como los Servicios Sociales”, añade Rosa Abadía, para quien “dado que nuestro esfuerzo ha logrado cierta preservación y protección para la iglesia, dos fachadas, un patio y el solar, vamos a continuar trabajando en este mismo sentido”.
La Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca ha cursado la solicitud de BIC con entorno de protección ante la Dirección General de Patrimonio para el torreón de levante entre otras acciones como la presentación de un recurso contencioso administrativo, que ya ha sido redactado, contra el acuerdo del Ayuntamiento denegatorio de la declaración de Monumento de Interés Local para los patios que se pretende derribar. En este contencioso se solicitan medidas preventivas en evitación de que se inicien derribos en los próximos meses.
“Queremos dejar claro que todas estas acciones buscan una rehabilitación integral del conjunto del Seminario, que este enorme esfuerzo organizativo desde asociaciones vecinales y patrimonialistas, busca hacer ciudad, potenciar la cultura y dotar al casco viejo de Huesca de un motor de vitalidad y desarrollo. Estamos construyendo Huesca desde el respeto al legado patrimonial”, asegura Oliván.
En la concentración del domingo se leyó un manifiesto en el que se celebraba que gracias a la iniciativa y a la movilización ciudadana se han conseguido parcelas de protección patrimonial como el BIC de la iglesia, la consideración de bienes inventariados para dos fachadas y un patio así como la declaración de zona arqueológica. Pero esa protección es “limitada e insuficiente si se interpreta de forma inadecuada, como hace el Ayuntamiento, al pretender que lo no protegido puede ser objeto de derribo y supresión, causando la ruptura de todo el armónico conjunto de edificios y patios. Y lo grave es que no se ofrece ninguna razón o motivación que pueda justificar semejante desmesura, menguando por capricho el patrimonio municipal, el de todos, con proyectos que hoy resultan insostenibles”, según se dijo en el manifiesto leído el domingo.
El Seminario debería ser “cuidadosamente respetado por la Administración con una actuación rehabilitadora ejemplar, puesto que se trata de preservar un elemento fundamental del patrimonio cultural que singulariza a la ciudad de Huesca”, reivindica la Plataforma, que no se opone “a los usos culturales, ni a la solicitud de fondos europeos, aspectos que celebramos, sino a la desprotección y al destrozo, a la sinrazón de un proyecto que nos empobrece en lo cultural, lo patrimonial y lo sentimental. No podemos renunciar a una parcela tan importante de la historia de Huesca”.
El proyecto ha despertado críticas por su contenido y la forma de gestionarse por parte del Ayuntamiento, que en el pleno municipal en el que se abordó la cuestión desestimó la solicitud de varias asociaciones ciudadanas para declararlo Monumento de Interés Local, lo que hubiese impedido la demolición prevista de parte de su conjunto. Chunta, sin representación municipal, ha impulsado una campaña informativa con el nombre de ‘#SosSeminario’.
El Seminario data del siglo XVI y fue comprado por el Ayuntamiento al Obispado de Huesca en el año 2000. La iglesia de la Santa Cruz, dos de sus fachadas y el porticado de uno de los claustro sí cuentan con protección patrimonial; no así dos patios de los siglos XVI y XIX que serán intervenidos. El PSOE, que gobierna en minoría, contó con el apoyo de Ciudadanos para rechazar la solicitud de declararlo Monumento de Interés Local. Así, la obra se financiará con fondos europeos del programa Next Generation y el presupuesto se eleva hasta los 14 millones de euros.