Susana Sumelzo nació en 1969 en Zaragoza; aunque, como ella dice en su biografía: “Soy una zaragozana de Ejea de los Caballeros, que siempre ha sido mi hogar”. Su hogar en los últimos cuatro años ha saltado todas las semanas de Madrid a Zaragoza, porque ha sido diputada en el Congreso de los Diputados.
Quedamos con ella casi en el ecuador de la campaña en un espacio clave para la historia reciente de Zaragoza y Aragón: la Expo. Allí tiene una rueda de prensa y después nos atenderá. Tras invitarnos a un café junto con compañeros y compañeras de otros medios, comenzamos la entrevista.
Se muestra sinceramente segura (al menos eso parece) de la victoria de Pedro Sánchez. También con aparente franqueza nos dice que no se ve de ministra.
¿Cree que, a diferencia de otras elecciones, esta vez la campaña es decisiva?
Estoy convencida de que esta campaña es importantísima y, por ello, Mariano Rajoy ha elegido estas fechas para hacerla. Las ha escogido en un momento que es muy difícil hacer campaña porque ha habido un puente, estamos a las puertas de Navidad y él sabía que electoralmente eso le beneficia.
Pedro Sánchez habla mucho del cambio. Parece que una de las tácticas es identificar al PSOE con eso, ¿está calando ese mensaje teniendo en cuenta que sois un partido histórico?
De hecho somos el cambio. El mensaje está calando y tenemos que insistir en ello por dos motivos: porque estamos cambiando el partido dentro desde hace un año y medio, y eso es importante repetirlo porque muchos votantes perdieron la confianza en nosotros por cosas que hicimos. Y fuera hemos reconocido errores, por ejemplo el del artículo 135. Tenemos que trasladar ese mensaje. Es nuestra obligación decir que somos el cambio. Pero el matiz más importante es que somos el cambio al Gobierno de Mariano Rajoy. No hay otra opción. O gobernará Rajoy o gobernará el PSOE, porque si Ciudadanos y PP suman gobernará Rajoy; y si saca muchos votos Podemos gobernará también Rajoy.
¿Qué le dice a la gente que dejó de confiar, que dice que el PSOE ya no es un partido de izquierdas?
Que nos escuchen todos los días, porque sí somos un partido de izquierdas y presentamos propuestas de izquierdas. Tenemos una historia que nos avala. ¿Qué nos pueden achacar? El 135, ya hemos dicho que nos equivocamos; la reforma laboral, la vamos a derogar y retomaremos la negociación con los sindicatos.
Usted es un poco ‘verso suelto’ dentro del partido, dice sin tapujos que fallaron con el artículo 135, ¿ha habido más errores destacables?
Creo que aprobar la reforma laboral y no haber convocado elecciones en el 2011, cuando aplicamos unas políticas diferentes a las que habíamos presentado en nuestro programa electoral. Cuando Zapatero decidió adoptar las medidas contra la crisis se tendrían que haber convocado elecciones. Se reconoció tarde la existencia de la crisis y no fuimos lo suficientemente valientes como para convocar elecciones. Ese fue un error que estamos pagando todavía. Pero, por eso también, tenemos que demostrar que hemos cambiado. Tenemos una nueva ejecutiva, liderada por Pedro Sánchez, que es un hombre valiente, que se presentó a unas primarias sin ningún apoyo orgánico, y las ganó. Y que está haciendo, dentro de la organización, muchas cosas que iban en contra de cómo se había trabajado hasta ahora. Y fuera también, lo que le está causando algún problema: reconocer el error del 135 ha causado enfados. La gente tiene que ver en nosotros un nuevo PSOE. El de siempre, con los mismos principios, con los mismos valores, pero con nuevas personas dirigiendo.
¿Cree que la gente conoce todavía poco a Pedro Sánchez?
Es secretario general desde hace apenas año y medio. Ha sido un tiempo muy difícil. Tanto dentro como fuera del partido ha habido que tomar decisiones complicadas. Las ha tomado sin ningún problema. Ha demostrado que va a ser implacable con la corrupción. Tuvimos el problema de las tarjetas black y fue el primer ejemplo de lo que iba a ser Pedro Sánchez. Él decidió que todo aquel que había tenido una de estas tarjetas quedaba expulsado del partido. Ha sido muy poco tiempo. Nos hubiera hecho falta un año y medio más.
Recibió muchas críticas después del debate.
No las comparto. Creo que Pedro Sánchez fue el claro ganador del debate. Además demostró bastante mano izquierda y cintura participando en un debate en el que no estaba el candidato del partido que ostenta el Gobierno. Yo creo que no hubiese admitido eso. Es inadmisible que un presidente del Gobierno no dé la cara y no quiera ir a debatir.
Ha sido diputada durante cuatro años, ¿en esta última legislatura ha faltado democracia en el Congreso?
Totalmente. Esta legislatura ha sido un rodillo absoluto del PP. Ha aprobado a golpe de decreto leyes y medidas importantes, y lo peor de todo no es eso, es que ni siquiera se ha dignado a abrir el diálogo al resto de fuerzas políticas. Ha habido una falta de respeto a los grupos parlamentarios absoluta y esto es un insulto a la democracia porque el Parlamento es la casa de todos, a nosotros nos eligen los ciudadanos y la representación parlamentaria no tiene que ser obviada.
¿Qué es lo más urgente que hay que hacer por Aragón desde el Congreso?
Lo primero sería retomar el tema de infraestructuras, la N-232; el problema del lindano, que es muy grave y tiene una solución muy sencilla; terminar el parador de Veruela, no por la importancia que él tenga, sino porque se ha invertido mucho dinero y no se ha querido terminar, ha sido una cuestión ideológica; y solucionar muchos problemas que tiene Aragón. Todas las apuestas que son claves para el desarrollo económico de nuestra tierra. Para situarla en el sitio que se merece.
¿Ha sido Aragón maltratada?
Sí, totalmente. Aragón y Zaragoza, durante estos cuatro años de Gobierno del PP, han sido olvidadas y maltratadas en el sentido de que no ha habido ninguna inversión importante y las que se han presupuestado no se han ejecutado. Nos han trasladado al olvido y ha sido una muy mala legislatura para los aragoneses.
Decía el cabeza de lista de Podemos, Pedro Arrojo, que Aragón no ha sido maltratada, sino mal representada.
Aunque pueda parecer un poco presuntuoso, en la página web del Congreso se puede ver el número de iniciativas que he presentado, me he reunido con multitud de colectivos, de asociaciones y de personas, he recorrido toda la provincia. A lo mejor no soy tan conocida en los medios de comunicación, pero la gente de la calle sí que me conoce.
El trasvase parecía un tema terminado, pero ha vuelto a saltar a los papeles.
Creíamos que este tema estaba zanjado, hasta que haces pocos meses el PP, en la tramitación en el Congreso de la Ley de Montes, metió una enmienda por la puerta de atrás, que admitía el trasvase Tajo – Segura. Eso abre la puerta a futuros trasvases. Nosotros ya lo denunciamos en su momento y el PP no ha negado el trasvase. Rajoy ha estado aquí y no ha dicho ‘no al trasvase’. Por parte de Ciudadanos está claro que es una apuesta y, además, presumen de ello. Nosotros nos oponemos rotundamente. Nos parece un insulto a los aragoneses volver a retomar ese tema cuando ya estaba zanjado. Y también recordar que fue Zapatero, cuando entró al Gobierno, el que cerró toda la problemática que había dejado abierta el PP con el Plan Hidrológico.
¿Por qué está calando tanto, al menos por las encuestas, el mensaje de Ciudadanos?
Es un partido de marketing. Una marca blanca del PP. Naranja en el diseño, pero azul en las formas, en las ideas y en las propuestas. Además tiene un programa electoral que han creado en un departamento de Marketing en Barcelona. Tienen un gran desconocimiento de nuestra tierra y de nuestros pueblos. Ellos solo dan la cara en las ciudades donde están los votos. El 70 % del electorado de la provincia de Zaragoza está en Zaragoza ciudad. No les interesa hacer campaña. De hecho, los candidatos tampoco son conocidos. Tenemos un candidato en Zaragoza que viene de Teruel. Los que les escuchamos nos damos cuenta de que es un partido igual de derechas que el PP. Lo que pasa es que son nuevos y eso a la gente supongo que le atrae.
¿Si vuelve a gobernar la derecha será un fracaso de la izquierda?
No. El PSOE se presenta a las elecciones con un buen programa electoral, estamos haciendo bien la campaña, intentando explicar en la calle cuál es nuestro programa, nuestras propuestas. La elaboración del programa ya fue participada, colaboró mucha gente, expertos de la materia, preguntamos a los ciudadanos qué es lo que querían que nosotros llevásemos en nuestro programa. Debemos ser conscientes de que hay una realidad y una situación muy difícil económicamente. Admitiremos cualquier resultado, por supuesto, pero si no va bien no lo veré como una derrota del PSOE.
Para gobernar habrá que pactar. Se acabaron las mayorías absolutas. No me va a decir, por eso no se lo pregunto, con quién pactaría y con quién no, pero... ¿Se ha hablado de esto dentro del partido?
Soy miembro de la ejecutiva federal y la clave que tenemos es que salimos a ganar. Tenemos que ganar las elecciones, y no solamente por el PSOE, sino por los ciudadanos. Pero sí es cierto que estamos abiertos a diálogo y a consenso con todos aquellos que no tengan ninguna propuesta que sea para nosotros inadmisible. El día 21 será cuando haya que hablar de esto si hay posibilidades de gobernar, que yo creo que vamos a gobernar seguro.
¿Quién va a ser el próximo presidente del Gobierno?
Por supuesto, Pedro Sánchez. Porque es el presidente que los españoles necesitan. España necesita un cambio y los aragoneses a un presidente socialista en Madrid que sea sensible a nuestras necesidades. Los zaragozanos tenemos ya más que comprobado el compromiso que Pedro Sánchez ha tenido con nuestra tierra. Siempre que ha habido un problema grande ha venido, su primera asamblea abierta la celebró en Zaragoza, vino por las riadas del Ebro, quiso preocuparse por nuestros problemas. Vino a nuestra presentación de candidaturas y siempre nos ha apoyado en todo aquello que hemos hecho. Es cierto que fuimos de las provincias que más le ayudamos a ser secretario general, y yo, en concreto, fue un empeño personal porque lo conocía de trabajar con él en el Congreso y sabía que tenía mucha fuerza, que era un hombre valiente y que no se iba a amedrentar ante las dificultades dentro del partido. No era un ‘verso suelto’, pero sí tenía claro lo que había que hacer y para quién había que hacerlo: para los ciudadanos.