Todas las confluencias desembocan en Aragón

En Zaragoza está el tablero en el que se juega la posible confluencia de Podemos e IU para las próximas elecciones generales. Los secretarios de Organización de ambos partidos, Pablo Echenique y Adolfo Barrena, dirimen en la capital aragonesa su futuro electoral y todo parece indicar que habrá asenso.

No es el único tablero que hay en la capital maña. El otro, algo más pequeño y con dependencia directa del anterior en algunos aspectos, tiene unos participantes y unas variantes que preludian días de intenso movimiento. Las fichas para una posible confluencia autonómica llevan tiempo moviéndose y, al igual que en el plano nacional, entran en los minutos de la verdad este fin de semana.

El panorama es variopinto: Podemos quiere una confluencia con IU, Zaragoza en Común (ZeC), Alto Aragón en Común y Chunta Aragonesista. Estos últimos no tienen una posición fácil, ya que son socios del PSOE en el Ejecutivo autonómico y ni siquiera han decidido aún si concurrirán a las elecciones. Para colmo, Heraldo publicó que el PSOE había avisado a CHA de que habría crisis en el Gobierno si se aliaba con Podemos. Algo que más tarde desmentía el presidente Javier Lambán en su cuenta de Twitter:

Además, Lambán, esta vez en el programa Las mañanas de Radio Nacional, dijo que Podemos le había decepcionado porque Pablo Iglesias quería “dinamitar cualquier opción de consenso”. A pesar de todo, el PSOE dice estar dispuesto a hablar “con todas las fuerzas políticas del cambio”; pero Podemos (que apoyó la investidura de Lambán) no tiene ningún interés. Antes, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, sugirió una candidatura unitaria al Senado de “todas las fuerzas del cambio” (PSOE incluido).

Así de intrincada está la partida. Paradójicamente, todos rezuman tranquilidad y convencimiento de que, más pronto que tarde, cada ficha irá ocupando su lugar hasta alcanzar el dibujo final.

Podemos e IU

Esta alianza es, obviamente, la más probable tanto a escala nacional como autonómica. El secretario político de Podemos Aragón, Lorién Jiménez, asegura que en octubre se quedaron con las ganas y que “ahora hay mimbres para hacer algo que vaya más allá de la mera coalición de organizaciones, que se convierta en una voz aragonesa en Madrid como nunca ha habido”. Es, señala, “lo único bueno de que se tengan que repetir las elecciones”.

La formación morada ya ha iniciado las conversaciones con todas las fuerzas, aunque es con IU con las que, indudablemente, están más avanzadas. Discurren paralelas a las que mantienen Echenique y Barrena, ya que de estas, las estatales, saldrá, con casi total seguridad, el reparto de los primeros nombres de las listas en las principales provincias.

CHA

El acuerdo con CHA está algo más difuso. En primer lugar los aragonesistas deben tomar la decisión de si concurrirán a las elecciones. Posiblemente esta sea la única respuesta que saldrá del Comité Nazional que celebran hoy. Un comité que no se prevé demasiado plácido y que (si finalmente deciden presentarse) dará paso a otros encuentros oficiales en los que se pondrá nombre a los compañeros de viaje.

El tiempo apremia y la resolución definitiva no puede esperar. Por ello, van avanzando tareas: han hablado con Podemos y ayer mismo lo hicieron con el PSOE. Ambas vías, apuntan fuentes de la formación, son lógicas e interesantes.

Podemos y PSOE ya han reconocido su interés en que CHA les acompañe en esta nueva aventura electoral. Lorién Jiménez asegura que “son un actor a tener en cuenta dentro de las fuerzas que quieren un cambio en Aragón”; y la secretaria de Organización del PSOE en la Comunidad, Pilar Alegría, dijo ayer al salir de la reunión que es “importante que en la Cámara territorial esté representada una voz aragonesista conjunta”.

Zaragoza en Común

Se antoja importante el papel de Zaragoza en Común. El proyecto de suma que gobierna en la capital aragonesa puede erigirse como el engranaje preciso. Una suerte de mediador (algo que ya intentó antes de las elecciones de diciembre) que sea capaz de soslayar las diferencias que puedan aparecer en ambos lados y moldearlas hasta lograr el encaje.

Incluso la proposición para el Senado de Santisteve no es vista con malos ojos desde Podemos. Al menos en la lectura que ellos hacen de la misma: Lorién Jiménez señala que, analizada con atención, no habla tanto de una coalición al uso “sino de contar con unos candidatos independientes, elegidos por esas fuerzas del cambio, que puedan trabajar en la Cámara alta para realizar actuaciones necesarias como derogar el artículo 135 o suprimir las diputaciones”. Parece complicado que el PSOE de Aragón se apunte a esta idea.

Límite 48 horas

Tamaño berenjenal ha de resolverse con rapidez. Quizás las 48 horas puedan explayarse ligeramente y ocupar los primeros días de la próxima semana. No más allá. En Podemos, aunque con cautela prefieran quedarse en un “estamos razonablemente optimistas”, hay mucha confianza en que, esta vez sí, puedan decir: ‘Habemus confluencia’.

Mientras tanto, el CIS se ocupa de seguir cargando de razón a los que apuestan firmemente por la unión de fuerzas.