Urriés, un pueblo de 49 habitantes que pierde su asamblea tras 40 años: “Habrá un desconocido decidiendo”
Cada cuatro años, algunos pueblos de Aragón antes regidos por el sistema de Ayuntamiento con concejales pasan a ser Concejo Abierto cuando bajan de los 40 habitantes. Los datos del censo son suficientes para cambiarlo. También, si un pueblo está entre los 40 y los 100 habitantes, la Ley de Concejos Abiertos contempla la posibilidad de pasarlo automáticamente a ser Ayuntamiento.
Urriés, una localidad de las altas Cinco Villas con 54 habitantes censados, se ha visto afectada por este hecho. Pasando en estos comicios de ser considerada Concejo Abierto a ser Ayuntamiento con concejales, sin notificación previa por parte de la administración pública. De un día para otro, esta localidad recibió las papeletas para los comicios del próximo 28 de mayo y “en un primer momento pensamos que se trataba de un error, puesto que recibimos papeletas para ayuntamientos con concejales, y en nuestro pueblo llevamos cerca de cuarenta años siendo Concejo Abierto”, explica Armando Soria, alcalde de Urriés desde 2015. Urriés es una de las pocas localidades aragonesas que, teniendo menos de 100 habitantes, ha conseguido aumentar su población en los últimos años. “En 2015 éramos 36 vecinos, ahora somos 54 los censados”, apunta su alcalde.
La Ley reguladora de los Concejos Abiertos (Ley 9/2009, de 22 de diciembre) contempla el paso de Concejo Abierto a Ayuntamiento con concejales en las localidades de más de 40 habitantes porque, como explica el texto “el régimen -de Concejo Abierto- plantea notables dificultades específicas: no es fácil obtener el quórum de asistencia necesario para la correcta constitución y adopción de acuerdos de la Asamblea vecinal (…); la soledad del Alcalde, único cargo electivo (…); la dificultad de debatir directamente en una Asamblea cuestiones de determinada complejidad técnica o legal”.
En el caso particular de Urriés, su alcalde asegura que el funcionamiento en el pueblo es parte de su identidad porque “aquí los vecinos y vecinas están acostumbrados a participar en la Asamblea, y votar todo lo que se decide hacer en Urriés”, afirma. Y que el problema está siendo explicarles que, a partir de ahora, “lo más probable es que funcionemos como Ayuntamiento, al menos durante un tiempo, y que eso significa que habrá concejales que decidirán por ellos, y que la Asamblea ya no existirá, tras casi cuatro décadas”, recuerda Armando Soria.
Los vecinos y vecinas están acostumbrados a participar en la Asamblea, y votar todo lo que se decide hacer en Urriés
Y no es el único caso. La localidad vecina, Longás, también situada en la Val d'Onsella, pasaba en estos comicios del funcionamiento como Concejo Abierto a ser un Ayuntamiento. El motivo: el mismo que Urriés; haber aumentado el número de habitantes. En las elecciones de 2019 Longás registraba 31 habitantes censados, lo que lo situaba por debajo de los 40 necesarios para cambiar y regirse como Ayuntamiento. En estos cuatro años, Longás ha sumado 15 vecinos. Y con el censo de 2022 en la mano, el Gobierno de Aragón lo incluyó, al igual que a Urriés, en la relación de municipios y entidades locales menores que debían pasan a regirse por Ayuntamiento o Junta vecinal.
Un largo proceso para seguir siendo Concejo Abierto
Ambas localidades, en desacuerdo con este cambio “inesperado y sin notificación previa”, apunta Miguel Ángel Nieto, alcalde de Longás, comenzaron hace dos semanas un largo y acelerado trámite para solicitar ser devueltos al sistema de Concejo Abierto. El primer paso fue presentar un recurso ante la Delegación del Gobierno en el que ambos pueblos defendían la necesidad de seguir regidos por la forma organizativa democrática que habían tenido hasta la fecha. La motivación: los beneficios que esta figura aportaba a los habitantes de Urriés y de Longás que con su voto en Asamblea han tenido, desde los años 1987 y 1985 respectivamente, la capacidad de participar directamente en todas las decisiones locales.
La Delegación del Gobierno ha considerado la petición de la localidad de Longás, pero no así la de Urriés. En el caso de Longás, “el régimen de Concejo abierto se viene aplicando con anterioridad a 1985, por tanto, se ha considerado un régimen de carácter tradicional en nuestro municipio”, explica su alcalde, algo que la Ley reguladora de los Concejos Abiertos contempla en su texto. En este punto, sin embargo, la Ley deja fuera a Urriés por dos años, como explica su alcalde, Armando Soria: “nuestro pueblo lleva funcionando como Concejo Abierto desde el año 1987”, pero la Ley pone el límite en los que comenzaron antes de 1985“.
Un desconocido decidiendo en mi pueblo
La no comunicación de este cambio por parte de la administración central en Aragón a los pueblos afectados les ha dejado, además, “sin la posibilidad de elaborar sus propias listas de candidatos y candidatas alcaldables”, apunta el alcalde de Urriés. A la alcaldía de esta localidad se presentan en estas elecciones, como Ayuntamiento, tres partidos políticos: Chunta Aragonesista, Partido Socialista y Partido Popular. Armando Soria, alcalde durante las dos últimas legislaturas afirma “no conocer” a las otras dos personas candidatas a la alcaldía de su pueblo “no son ni del pueblo ni de la zona, nadie las conoce, ni siquiera hemos encontrado información sobre ellas en las redes sociales y desde los dos partidos; PSOE y PP, tampoco conocen su relación con esta zona”, asegura Soria.
Esta situación de desconocimiento es lo que ha aumentado la preocupación entre los y las habitantes de Urriés, una localidad reconocida en los últimos años por su dinamismo y participación en múltiples actividades culturales a nivel nacional y la organización de eventos como las Jornadas Culturales y el Congreso de Periodismo y Repoblación. “Es muy difícil explicar a los vecinos que el sistema de votación de toda la vida cambia y que las personas que los representarían ni son del pueblo ni saben nada de nosotros o de lo que hacemos, esa es nuestra máxima preocupación ahora”, insiste el actual alcalde. Por otra parte, también sienten recelo a que un cambio en el sistema político frene la actividad que estos años han logrado poner en marcha.
También critican la rigidez de la norma y el hecho de que no se haya tenido en cuenta una media ponderada del censo porque, como explican tanto el alcalde de Urriés como el de Longás “hoy somos 42 y mañana fallecen dos de nuestras personas mayores o algún joven encuentra trabajo en otro lugar y volvemos a ser muchos menos de 40”. Por eso piden que se tengan en cuenta las características propias de los municipios pequeños y su funcionamiento hasta el momento a través de la participación en Asamblea, antes de tomar decisiones que “afectan directamente al futuro de nuestros pueblos” y a que sigan o no vivos.
Aunque tras sus alegaciones la DGA ha dado la razón a Urriés, también ha informado que, dada la cercanía del día de votación y lo farragoso del proceso burocrático, por el momento deberán seguir adelante con el nuevo sistema de Ayuntamiento con concejales. “Pero no vamos a rendirnos”, anuncia Armando Soria: “Una vez pasadas las elecciones, pase lo que pase en ellas, vamos a solicitar de nuevo, y a través del sistema que dicta la Ley, volver a ser Concejo Abierto para que todos los vecinos y vecinas de Urriés puedan decidir de nuevo en Asamblea como lo llevan haciendo desde 1987”, explica.
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