Los padres de la bebé de 14 meses que falleció ahogada en la piscina hinchable de su domicilio de Ateca (Zaragoza) el pasado miércoles han ingresado en prisión. Se les acusa de un delito de homicidio por imprudencia y fueron detenidos el viernes, dos días más tarde del suceso, por efectivos de la Guardia Civil. La Policía Judicial considera que la muerte de la niña se debió a una grave negligencia de sus progenitores.
Ambos pasaron ese mismo día a disposición judicial ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Calatayud, y su titular decretó su ingreso en el centro penitenciario de Zuera, con la prisión provisional como medida cautelar.
La bebé fue trasladada por sus familiares hasta el centro de salud de la localidad zaragozana, donde llegó en situación de parada respiratoria tras ahogarse en la piscina. El personal sanitario del centro trató de reanimarla e incluso un helicóptero del 112 se trasladó hasta el centro para asistir a la pequeña.
Una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil se personó en el lugar, donde se comunicó el fallecimiento de la niña a pesar de las maniobras de reanimación efectuadas por el personal sanitario. Hasta Ateca se trasladó el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil para investigar lo sucedido. La familia, de origen magrebí, tiene tres hijos más que se han quedado de manera temporal al cuidado de otros familiares en la localidad.
Ateca decretó el jueves tres días de luto oficial y unas 200 personas se congregaron en la plaza de España de esta población para guardar un minuto de silencio en memoria de la pequeña. Según las primeras pesquisas, los padres la habrían dejado en el agua con un flotador y, en algún momento durante su ausencia, giró su cuerpo y terminó por ahogarse. Se apunta a que la niña ya habría fallecido cuando sus progenitores la sacaron del agua para llevarla al centro de salud.