Un pueblo de Teruel apuesta por crear una comunidad energética rural: electricidad de kilómetro 0 que se consume donde se genera

Candela Canales

26 de agosto de 2021 22:53 h

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Una comunidad energética rural de iniciativa ciudadana en Luco de Jiloca, un pueblo turolense de 60 habitantes. Esta es la propuesta de Carlos, Víctor, Carlos y María, “cuatro amigos de toda la vida” que, motivados por la situación energética y el modelo de generación y distribución de energías renovables, se propusieron demostrar que otro modelo es posible y “que la unión de la comunidad e instituciones públicas y privadas, pueden desarrollar proyectos de interés social, cercano, local y comunitario en el que los protagonistas sean los propios vecinos y vecinas”, explican.

La idea principal es constituir la primera comunidad energética de iniciativa ciudadana tanto en Teruel como en Aragón y, para ello, han constituido una sociedad cooperativa de consumidores y usuarios sin ánimo de lucro, a la que ya están asociadas 22 personas. Se va a instalar un huerto solar de unos 500 metros cuadrados, próximo a Luco de Jiloca, con unas 100 placas solares de las que se obtendrá 60 kW de potencia con la que abastecer en torno a 15 o 20 familias, edificios municipales y otras entidades.

Con esta premisa fueron casa por casa, explicando su idea y obteniendo algunos apoyos, aunque también reticencias. “Por parte de los vecinos hay muchas reticencias y desconocimiento porque es algo nuevo y muy poca gente sabe lo que es una comunidad energética. Les falta confianza, pero poco a poco a base de información y reuniones hemos ido limando ciertas dificultades y al final la gente se ha ido sumando, no todos porque muchos van a esperar a ver cómo funciona para luego poder unirse”, explica Carlos Ariñez, miembro del grupo tractor de Luco Energía. 

“La idea surge a partir de la realidad que se está viviendo energética, tanto en Europa como en España, están llegando muchos fondos europeos y de recuperación que van a aportar dinero y el objetivo principal es que los ciudadanos se empoderen energéticamente y se lancen a generar su propia energía, igual que generan su propio tomate en su huerto”, cuenta Ariñez. 

Actualmente el modelo de generación y distribución de energías renovables se basa en construir grandes parques eólicos, plantas fotovoltaicas e infraestructuras para el transporte de esa energía hasta hogares e industrias, que en muchos casos se encuentran a cientos de kilómetros del punto de generación. Estos fondos europeos están pensados para que se generen pequeñas instalaciones, “el foco de todos estos emprendimientos tiene que estar en la autosuficiencia a nivel colectivo y local, el objetivo es generar energía de kilómetro 0 que se consuma en el propio lugar donde se genera. No es el objetivo poner grandes parques de placas para que luego esa energía la lleven a cientos de kilómetros contando con la gran cantidad de pérdidas que hay, además de los costes de transmisión. La idea es comenzar a implantar esa idea de crear tu propia energía o en tu tejado o en la proximidad de tu casa”, explica Ariñez. 

El huerto solar de Luco de Jiloca será conjunto y colectivo y la energía que se obtenga se suministrará a los contadores de los usuarios pertenecientes a la cooperativa. Para ponerlo en marcha, además de los fondos europeos, el pasado 9 de julio iniciaron un crowdfunding que ya ha conseguido casi el 90% del objetivo. Carlos asegura que se han quedado sorprendidos con la respuesta y que esta está aportando confianza a los propios vecinos y vecinas, “la gente más reticente del pueblo está viendo como hay un apoyo desde fuera, que aporta gente que no va a obtener ningún beneficio porque es una idea en la que creen”. Este es el proyecto inicial, del que confían que puedan surgir otras iniciativas medioambientales y sociales que generen actividad y luchen contra la despoblación.