Rechazo en el campo al recorte en las dotaciones de agua para regadíos por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro

ElDiarioAragón

0

La Confederación Hidrográfica del Ebro ha elaborado una propuesta que plantea recortar un 15% del suministro a los regantes del Canal Imperial de Aragón, el Canal de Tauste y el Canal de Bardenas para el año 2033. Así consta en las primeras conclusiones de los informes sobre dotaciones de agua, que recoge una rebaja en los cinco grandes sistemas de riego de Aragón. El proyecto ha concitado un gran rechazo tanto en el sector agrario como entre los propios empresarios o del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón.

El nuevo Plan Hidrológico planteado por la CHE revisará el agua asignada por hectárea puesto que el reparto actual se basa en un estudio de 1994. Ahora, el 35% de la cuenca está modernizada y en estos regadíos la reducción de las dotaciones estará entre el 3% y el 5%. Los antiguos llegarán a una reducción del 12%, aunque que se espera que cada vez sean menos y que al término de este plan un 60% estén modernizados.

El informe de la CHE contempla escenarios con la influencia del cambio climático en 2045: “La Planificación Hidrológica evoluciona con la sociedad y las decisiones del pasado se revisan para ser ajustadas en cada momento. La realidad de nuestros regadíos ha cambiado y la cuenca tiene que hacer un esfuerzo para mostrar su compromiso con la sostenibilidad”, indicó la Comisaria de Aguas de la CHE, Miriam Pardos, en un encuentro online en el que presentó las ideas del nuevo Plan que está todavía en fase de estudio y para el que se realizará una consulta pública en 2025.

Esta propuesta no ha gustado en el sector del campo. Según declaraciones recogidas por el Heraldo de Aragón, el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Aragón y Cataluña y representante de la Federación de Regantes del Ebro (Ferebro), José Luis Pérez, es contrario a estos recortes al considerar que “pueden limitar ya no nuestro presente sino nuestro futuro”, y añadió que “su responsabilidad está en presentarnos unos estudios y propuestas en las que vengan a resolvernos nuestras dotaciones de hoy, pero evidentemente, y para curarnos en salud, también las de mañana”.

Pérez considera que hay que tener en cuenta los dos modelos de regadío de la cuenca del Ebro, los que son susceptibles de modernización y aquellos en los que es imposible la transformación: “Me pregunto si se ha analizado con interés y cierta profundidad esta diferenciación, porque a tenor de los datos creo que no se ha tenido en cuenta”.

Minetras, el sindicato ASAJA Aragón se muestra “perplejo” ante este plan. Mediante una nota de prensa ha expresado su contrariedad y considera “una paradoja el informe de técnicos de la CHE después, de que los agricultores aragoneses hayan ejecutado importantes inversiones para la tecnificación de los regadíos y el consiguiente ahorro de agua en la producción. Con la misma agua que se consumía hace unas décadas, se produce ahora el doble de cereal”.

Desde ASAJA se denuncia desde hace años “la política de la CHE en la que prima lo medioambiental frente a lo social y económico. Esa política, nos aboca a abandonar los regadíos y perder la soberanía alimentaria de un país con gran riqueza en cereales como es España”.

ASAJA Aragón, exige una rectificación de esta “aireación” de propuestas por parte de responsables y técnicos de la CHE. “Exigimos que la CHE defienda a los regantes y no les castigue con medidas medioambientalistas que no corresponden a un país mediterráneo. De no ser así ASAJA Aragón pedirá responsabilidades y propuestas de ceses en el organismo de cuenca”.

También mostró su preocupación el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón: “Respecto al consumo hídrico, la información que más me ha preocupado es la que conocimos ayer sobre el plantemiento el número de metros cúbicos en las hectáres de regadío de nuestra comunidad”.

Cepyme Aragón ha pedido este martes a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que “recapacite” sobre las consecuencias de reducir las dotaciones de agua para los regantes al advertir de que los más perjudicadas serán las pequeñas explotaciones. Aunque Cepyme admite que se trata de un borrador, considera que la tendencia “es evidente” y que los más perjudicados “serán los de siempre: las pequeñas explotaciones agrícolas”.

“Los agricultores ya han invertido mucho dinero en modernizar sus regadíos, pero no se puede pretender reducir los tecnificados al máximo”, afirma Cepyme, al tiempo que subraya que Aragón tiene unas características que nada tienen que ver con otros países europeos y que la disponibilidad de agua en la región está influenciada por el clima mediterráneo continental, caracterizado por inviernos fríos y veranos calurosos y secos. “El cambio climático ha alterado los patrones de precipitación y ha incrementado la frecuencia de sequías, lo que ha llevado a una disminución general de la disponibilidad hídrica”, añade la organización empresarial, que apuesta por el ahorro de agua siempre que sea posible, pero “si no hay agua, no se puede ahorrar”.

Por su parte, CEOE Aragón ha expresado su total oposición al borrador sobre revisión de dotaciones de agua de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y al posible recorte de las dotaciones para los regantes. Consideran que propuesta supone “un ataque” al sector primario, “estratégico” para la independencia y seguridad alimentaria, y “fundamental” en Aragón. Denuncian que el borrador “contraviene” además “toda lógica al plantear mayores reducciones de dotación de agua a los regadíos más tecnificados”. Según CEOE, con este planteamiento “lejos de incentivar el ahorro y la eficiencia, se promovería que no se invierta en hacer bien las cosas, ya que se penaliza a quienes están actuando con responsabilidad para lograr mayor producción con las mismas dotaciones”.

Critican en este sentido que se penalice y ponga en riesgo un sector que está invirtiendo mucho en gestionar bien el agua y ganar producción con eficiencia, y que es “crucial” en la cadena productiva. CEOE recuerda que “la buena gestión del agua en la que está comprometido el sector agrario aragonés reduce las consecuencias en la producción en caso de sequía y/o inestabilidad pluviométrica, al igual que lo hace contar con los embalses necesarios, cuya planificación desde la política hidráulica tiene amplio margen de mejora”.