Las reivindicaciones del profesorado y la falta de auxiliares de educación especial empañan el inicio del curso escolar en Aragón

Miguel Barluenga

9 de octubre de 2023 23:57 h

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El curso escolar ha comenzado en Aragón con una cuestión candente en este primer mes de actividad. La escasez de auxiliares de educación especial ha llevado a movilizaciones en las tres provincias y se ha abordado ya en las Cortes, donde el gobierno PP-Vox se ha comprometido a contratar en cuestión de pocos días a los 86 que se necesitan para cubrir todas las lagunas detectadas en los centros educativos con los niños y niñas que requieren un refuerzo docente. Un problema que se ceba sobre todo con las pequeñas poblaciones, con protestas que se han plasmado también sobre el tablero político entre formaciones de distinta ideología.

Otra de las lagunas que acucian a este sector y que denuncia el sindicato CNT se refiere a la  falta de técnicos en educación infantil, la falta de rotación en el transporte escolar o a la insuficiente cantidad de profesorado. También se señala el déficit de “espacios dignos” y se critica la dotación de recursos públicos a la educación concertada.

UGT, por su parte, ha puesto el acento sobre que el profesorado “necesita la implementación de medidas que contribuyan a su motivación y al reconocimiento social de su labor docente”. Por ello, en un comunicado, ha hecho un llamamiento a las administraciones educativas para que impulsen medidas dirigidas a la recuperación de las condiciones sociolaborales del profesorado “que permitan una dignificación del trabajo docente y unas buenas condiciones de trabajo”.

Reclama para los profesores “entornos seguros, sanos y con recursos adecuados, confianza, autonomía profesional y libertad académica, además de una formación inicial de calidad y un desarrollo profesional continuo”.

El pasado viernes, la consejera de Educación, Claudia Pérez, se comprometió a contratar en un plazo de diez días a los 86 auxiliares de educación especial pendientes desde inicio de curso. Reconoció que la contratación de este año era inferior en un 25% con respecto a la del anterior, de 431 a 326, y lo achacó a la “ineficiente gestión” heredada. Ha explicado que están pendientes de una modificación de crédito de casi un millón de euros para hacer este llamamiento, aunque ha reconocido que habrá que hacer más “porque las necesidades son mayores”. 

Pérez respondió a una pregunta del diputado de IU Álvaro Sanz, que denunció que el curso se ha iniciado con cien contrataciones menos y una reducción del 45% en Huesca, del 48% en Teruel y el 9% en Zaragoza, y ha urgido a cubrir este personal imprescindible cuya ausencia “está provocando unos problemas tremendos a las familias y unas sobrecargas increíbles a los centros”.

La ola de indignación entre familias, docentes, asociaciones y sindicatos ha recorrido la comunidad autónoma de norte a sur. Con el lema “Auxiliares de educación especial, ¡ya! La educación es un derecho”, se lamentaba el hecho de que no se hubiese puesto coto a la situación con el curso ya comenzado. El del CEIP Ramón Sainz de Varanda de Zaragoza es uno de los casos paradigmáticos. 

Este centro pidió al departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón tres auxiliares para cubrir la atención especializada a aquellos alumnos que contaban con un informe favorable de la administración educativa. Pero comenzó el mes de octubre y solo se había cubierto una de las plazas.

La Asociación de Familias del Alumnado ponía el acento en “el sobreesfuerzo” para “garantizar el derecho a una educación inclusiva para todo el alumnado”. “Ha llegado el momento de que se acaben los parches, este debe ser el último curso que arranquemos sin el personal necesario para todos y todas”, añadían, agradeciendo la implicación de los profesores y recordando que “la mala planificación no debe quitarnos derechos”. Además de pedir una solución para la situación actual, reclaman que se activen los mecanismos necesarios para evitar que esto vuelva a suceden dentro de 11 meses.

El CRA Alto Maestrazgo, en La Iglesuela del Cid (Teruel) reclama, por su parte, la continuidad de un auxiliar de educación especial, una plaza que había estado ocupada en los últimos años pero no en el comienzo del año escolar. En Maluenda (Zaragoza), varias familias del CRA Tres Riberas han denunciado la carencia de personal que atienda correctamente a los tres niños que requieren del apoyo continuado de una persona, funciones que ahora desarrolla una maestra de Pedagogía Terapéutica que solo puede atender a una niña con graves problemas. El colegio realizó la solicitud de personal en mayo y no recibió respuesta alguna.

En Huesca, una representación de afectados agrupada junto a los sindicatos UGT, CNT y Comisiones Obreras, acudió al último pleno de la Diputación Provincial, gobernada por el Partido Popular, donde el grupo del Partido Socialista planteó que esta institución pudiera hacerse cargo de los gastos por la contratación de estos auxiliares en caso de que el Gobierno de Aragón no tuviera financiación suficiente para atender todas las necesidades.

El portavoz socialista, Antonio Biescas, denunció que “la situación de indefensión en la que se encuentran los alumnos con necesidades educativas especiales del Alto Aragón es insostenible porque hace un mes del inicio de curso y prácticamente ningún centro escolar de la provincia tiene ni las auxiliares ni las horas semanales solicitadas”.

CGT recuerda que “más de 100 auxiliares de educación especial siguen faltando, un mes después de iniciado el curso, en los centros educativos aragoneses por la dejadez con la que han actuado y actúan tanto la anterior administración educativa como la actual”. Insiste en que “la dejadez de la administración en la contratación de las auxiliares de educación especial está llevando a los centros educativos afectados a situaciones insostenibles, con multitud de alumnado con derecho a ser atendidos”.

Se trata de unas plazas que cuentan con la aprobación y el respaldo de los equipos de orientación educativa y psicopedagógica del propio sistema educativo y en su mayoría, de hecho, ya fueron aprobados en cursos previos. Por ello, alerta de que los equipos directivos de estos centros “se encuentran desbordados ante esta realidad, puesto que van a tener que destinar personal docente a tareas de cuidados que no les corresponden, eliminando o reduciendo la atención a otro alumnado con necesidades de apoyo educativo, y empleando horas de gestión de los propios equipos”.