Un edificio histórico de la ciudad de Huesca, el Seminario, amenaza ruina. Cerrado desde hace más de dos décadas y sin que desde entonces se le haya dado ningún uso, su deterioro va a obligar al Ayuntamiento a buscar una solución urgente para esta propiedad que comparte con la Universidad de Zaragoza. Sin embargo, el futuro de un inmueble que se comenzó a utilizar en el año 1580 se encuentra judicializado. La primera intención de la alcaldesa, Lorena Orduna (PP), pasa por actuar en aquellos puntos más afectados por el olvido y asegurar los más dañados una vez que se lleve a cabo un informe técnico.
“Hay que evitar que el Seminario se venga abajo; el edificio está en una situación muy delicada y hay que actuar para evitar que perdamos un inmueble de valor incalculable”, ha señalado Orduna, para lo que “hay que cerrar la vía judicial”. El Seminario, vendido por el Obispado de Huesca al Ayuntamiento en el año 2000 por tres millones de euros -al cambio actual- y cedido después a la Universidad, cuenta con más de 10.000 metros cuadrados construidos y 3.000 de cubiertas. En este último punto es donde se considera que habría que empezar con la rehabilitación.
El paso del tiempo ha encarecido los planteamientos iniciales. Cinco años atrás se diseñó un proyecto mediante el que la Universidad de Zaragoza habría levantado servicios para el vicerrectorado en la capital oscense con un aula magna, una biblioteca o una residencia de estudiantes. La rehabilitación se cifró en 14 millones de euros, una cantidad que ahora se queda corta. La Universidad revertió la propiedad de nuevo al Ayuntamiento, si bien se quedó con 1.500 metros cuadrados del inmueble.
Varias asociaciones de la ciudad, agrupadas bajo la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca y de Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés), llevaron a los tribunales la situación del Seminario. Un proceso aún abierto que impide que se pueda actuar en el edificio. Mientras, el Ayuntamiento y la Universidad se han comprometido a buscar fondos que permitan afrontar la adecuación del Seminario para los nuevos usos que se determinen en un futuro plan director.
De momento, el consistorio oscense señala que no dispone de los fondos suficientes para acometer las tareas de mantenimiento y consolidación de los espacios en un estado más precario. Para ello, necesitará de la colaboración de otras administraciones como única manera de financiar las obras.
El año pasado, antes de las elecciones que dieron paso al gobierno de los populares, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Huesca dio la razón al Ayuntamiento y desestimó la demanda interpuesta por la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio en la que se solicitaba la declaración de Monumento de Interés Local de los inmuebles que conforman los dos patios históricos de los siglos XVI y XIX.
La sentencia recogía que la decisión municipal había sido “plenamente conforme a derecho porque el Ayuntamiento, simplemente, carece radicalmente de una tal competencia plena y autónoma”. Es decir, que las competencias en materia de protección del Patrimonio son del Gobierno de Aragón y no del Ayuntamiento.
Los cuatro elementos protegidos a los que se refería la sentencia son los restos arqueológicos, la Iglesia de la Santa Cruz, las fachadas principales de la plaza Universidad y de parte de la calle General Alsina y el Torreón del Levante.
En este escenario, la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca mantiene la idea de defender la integridad del conjunto del Seminario como “monumento significativo” de la historia de la ciudad. E insta de nuevo a la iniciativa municipal para resolver de forma “transaccional” la supresión de los litigios judiciales, contando con la previa declaración del mantenimiento y conservación integral de un conjunto monumental de “incuestionable” valor urbanístico y patrimonial.
Reitera su oferta de colaboración y diálogo, mediante una mesa de trabajo, para hallar las mejores soluciones a fin de lograr el destino de todo lo edificado para usos sociales y culturales. Valora “positivamente” que haya cauces de interlocución y participación ciudadana efectiva, habida cuenta que “no los hubo en el pasado por parte municipal, al tiempo que se abocaba al antiguo Seminario a la desatención y el abandono, a pesar de las reiteradas denuncias de esta Plataforma”.
Insta, por su parte, a la adopción de medidas urgentes para reparar las cubiertas, la elaboración de un diagnóstico con la intervención de especialistas y a que se redacte y licite un proyecto técnico externo de obra, y la propia obra. De este modo se pretende evitar que avance el deterioro del edificio; considerando, no obstante, “que los daños no han hecho mella en su sólida estructura”.
Reivindica que “nunca” se solicitaron ayudas a la Unión Europea para la rehabilitación del conjunto monumental de propiedad municipal, no habiendo proyecto de recuperación. Por otra parte, “tampoco hubieran prosperado por el hecho de incluir derribos, contraviniendo, de este modo, la legislación patrimonial española y los convenios europeos suscritos por España a fin de mantener, preservar y dar vida a monumentos urbanos de inequívoco valor histórico”, sostiene la Plataforma.