Sijena, año cinco: la vuelta de los bienes al monasterio sigue dividiendo a Aragón y Catalunya
Se cumplen cinco años de la vuelta al monasterio de Sijena de las obras histórico-artísticas que se encontraban en el Museo de Lleida. En depósito, según Aragón; compradas lícitamente, según la Generalitat de Catalunya. En todo caso, regresaron al espacio de donde eran originales por mandato judicial. Se vio como una victoria o una derrota, según el bando que lo interpretase. Aquel 11 de diciembre de 2017 se vivió una jornada tensa a las puertas del centro expositivo, con protestas y cargas policiales, y de alegría junto al cenobio para dar la bienvenida a esos 44 bienes.
La Generalitat de Catalunya incumplió tres fechas de entrega voluntaria impuestas por la justicia en septiembre de 2015, julio de 2016 y julio de 2017), lo que derivó en la recuperación a la fuerza de las 44 obras del Museo de Lleida a petición del Gobierno de Aragón en una operación autorizada por el juzgado de Huesca y que contó con la participación de la Guardia Civil. El contexto, marcado por el auge del independentismo catalán, lo sucedido en octubre de aquel año, la aplicación del artículo 155 y las inminentes elecciones catalanas, convirtió la cuestión en un polvorín.
El litigio aún no ha terminado, y Aragón va a recurrir la admisión de los recursos de Catalunya contra la devolución de las pinturas murales de Sijena. La sentencia del juzgado de Instrucción número 1 de Huesca, ratificada por el Tribunal Supremo, declaraba nulas sus operaciones de compraventa al contrastarse que incumplieron las normas de patrimonio aplicables, fueron realizadas por una religiosa sin potestad y rompieron la indivisibilidad del conjunto, declarado Monumento Nacional en 1923.
En marcha se encuentra en estos momentos la ampliación y mejora del espacio expositivo del monasterio que se dedica a estas obras. Se ha destinado a tal efecto una inversión pública de 1,8 millones de euros y se espera la apertura al público a partir de la próxima primavera. Con la muestra verán la luz tanto las 44 piezas entregadas por Lleida como las 51 que el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) entregó en julio de 2016. De momento, permanece cerrada al público mientras los trabajos se siguen desarrollando.
Hasta la fecha solo se había expuesto una parte de las piezas puesto que muchas de ellas se habían entregado en un mal estado de conservación y requirieron de un proceso de restauración de diferentes grados de complejidad. Se enseñaban siete de ellas, las de mayor valor, y el resto permanecían en los almacenes. Desde 2017, Aragón exhibía una treintena.
El Museo de Lleida, por su parte, ha recordado este quinto aniversario con la muestra ‘Espoli. 25 mirades’, estrenada el 17 de noviembre y que recoge el trabajo de artistas del Cercle de Belles Arts que expresan los sentimientos que despertaron las entregas de obras tanto al monasterio de Sijena como posteriormente al obispado de Barbastro-Monzón en otro litigio judicial.
Presenta nombres como ‘Sant Martí segrestat’ (de Concepció Prenafeta), ‘Ruptura’ (Concepció Prenafeta), ‘Lleida ultratjada’ (Enric Mias), ‘L'aberració’ (Joan Ramon Espax), ‘El complot’ (Joan Ramon Espax), ‘Expectació-Indignació’ (Núria Martínez), ‘Verge de l'espoli’ (Pere Albejano) o ‘Logo del Muse de Lleida plorant’ (Pilar Creus). Las dos entregas se produjeron “en virtud de sentencias no definitivas dictadas por juzgados de primera instancia, y forzados por ejecuciones provisionales”, ha lamentado el Museo.
“Mentiras desenmascaradas”
La plataforma Sijena Sí considera esta muestra “indignante” por dar espacio a “las mentiras desenmascaradas en tantos tribunales y convertidas ahora en auténticas fake news” con objeto de “seguir fomentando el odio, el rencor y la división entre comunidades hermanas. Lo vienen haciendo desde hace décadas reescribiendo la historia según sus intereses políticos y elaborando falsos mitos que sus medios repiten sin cesar”.
Mientras, las pinturas murales de la sala capitular de Sijena siguen esperando todavía la sentencia definitiva del Tribunal Supremo y en la plataforma se preguntan si “volverán a casa” en 2023, cuando se celebre el centenario de la declaración de Sijena como monumento nacional, “aniversario que las Cortes de Aragón aprobaron gracias a nuestro tesón”. El Supremo admitió los recursos de la Generalitat contra la devolución de las pinturas, aunque el Gobierno de Aragón va a presentar sus alegaciones contra esta decisión.
En marzo de este año, una representación de la plataforma Sijena Sí se desplazó hasta Barcelona, donde entregó en el MNAC las más de 15.000 firmas que había recogido a través de diferentes mesas y campañas a favor de la devolución de las pinturas murales de la sala capitular del cenáculo. Las firmas se reunieron, sobre todo, en Aragón pero también se registraron “miles” en Catalunya a través de la plataforma Change.org.
Aboga por que 2023 sea el “año de Sijena”, conmemoración que las Cortes de Aragón instaron al Gobierno de Aragón a promover en una proposición no de ley aprobada por unanimidad el 22 de octubre de 2020. “Pensamos que celebrar con justicia y dignidad este centenario es una gran obra en pro de la reconciliación, la convivencia y la tolerancia que podemos legar a las futuras generaciones. Por ello es preciso que todos y todas pongamos manos a la obra para restañar las heridas del pasado y devolver a Sijena su esplendor espiritual, artístico, histórico y cultural”, concluye la plataforma.
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