El proyecto de la línea 2 del tranvía de Zaragoza esconde un efecto al que hasta ahora se le ha prestado poca atención, más allá de las aportaciones de algunos estudiosos de la geografía urbana como Daniel Sorando desde una perspectiva que combina la economía y el urbanismo: acercará al centro de la ciudad algunas de las zonas de menor renta de la ciudad y supondrá un vector democratizador del transporte tras la consolidación de la línea 1, que enlaza las áreas de mayor riqueza de la capital aragonesa.
El estudio que ha sacado a información pública el Ayuntamiento de Zaragoza prevé un trazado de varios brazos que arranca en la antigua carretera de Madrid, sigue por la avenida del mismo nombre hasta la calle Rioja para enfilar desde allí la avenida de Navarra y girar, sin entrar en El Gancho, por Escrivá de Balaguer y los paseos de María Agustín y Pamplona para coincidir con la línea 1 en la plaza Paraíso.
A partir de ahí, y tras superar el paseo de la Constitución, se abre en dos ramales: uno hacia Las Fuentes por Compromiso de Caspe y Rodrigo Rebolledo y otro por la avenida de San José hasta el límite con Torrero en el Canal Imperial.
Barrio rico, barrio pobre
Ese diseño, de entrada, elimina la propuesta del Colegio de Arquitectos de abrir un ramal por Sagasta hacia Cuéllar, cuya puesta en funcionamiento habría supuesto intensificar el servicio por otra de las zonas de mayor renta de la ciudad (33.169 euros de renta bruta media y 26.596 de disponible, según los datos de la Agencia Tributaria, para apostar por acercar al centro otras como Las Fuentes (22.110 y 18.738) o Delicias (21.950 y 18.670), que son los distritos cuyos habitantes presentan menor capacidad económica de la ciudad.
En una situación similar pasaría a encontrarse otro área como San José (22.807 y 19.208), que también se encuentra entre los distritos con menores rentas de la capital aragonesa.
Se trata, en los tres casos, de antiguos distritos obreros que en las últimas décadas se han ido transformando en lo que hoy se conoce como barrios multiculturales, con elevados índices de población inmigrante y con vecindarios envejecidos tras la mudanza de parte de los miembros más jóvenes del centro a las nuevas áreas de expansión de los extremos norte (Parque Goya) y sur (Valdespartera y Rosales) de la ciudad.
Otras zonas que han experimentado procesos similares en las últimas décadas y que también se encuentran entre las de menores rentas de la ciudad, como La Almozara (24.670 y 20.436), Parque Roma (23.574 y 19.827) o Torrero (22.807 y 19.208 en la parte cercana a San José, 26.516 y 21.808 en la de Parque Venecia) quedan fuera del trazado, aunque se sitúan en sus márgenes.
Todas ellas, tras unos años en los que esas diferencias de renta se han intensificado, pasarían a estar más cerca, en tiempo de transporte, del centro de la ciudad, lo que supondría quebrar los efectos segregadores que en la actualidad presenta el sistema de movilidad de Zaragoza, con un eje del tranvía que potencia las zonas de mayor pujanza económica mientras otros modos de transporte como el Bizi siguen siendo ajenos a barrios como Oliver, La Jota o Torrero.
10.000 coches menos en la ciudad
Las estimaciones que ofrece el proyecto cifran en algo más de 23 minutos el tiempo necesario para cubrir el trayecto entre la carretera de Madrid y Las Fuentes y en menos de 20 el necesario para llegar de Los Enlaces a San José.
El estudio, que pronostica la “retirada de casi 10.000 vehículos privados que circulan actualmente por las calles en las que se ha proyectado la nueva línea” cada día, cifra en 9,66 millones la reducción de los kilómetros que estos recorren al cabo del año, lo que se traduciría en un recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero como el CO2 y el óxido nitroso.
Por otro lado, el trazado que propone el estudio también tendría efectos en el tráfico rodado de varias zonas de la ciudad. Por una parte, al cerrar prácticamente la corona que forman en el centro el Coso, César Augusto, María Agustín, el paseo Pamplona e Independencia. Y, por otra, al establecer restricciones en vías como las avenidas de Madrid y de San José.