Aragón se encuentra en riesgo extremo por la COVID-19 y con la UCI de Huesca saturada
La situación en Aragón vuelve a ser crítica, la tasa de positividad ha alcanzado esta semana máximos desde que se publica este dato, con un 18,38% el pasado martes y la capacidad asistencial de algunos hospitales está comprometida. Es el caso del Hospital San Jorge, de Huesca, cuya UCI se encuentra saturada desde que el martes tuvieron que derivar a dos pacientes a Zaragoza. En estos momentos, en este hospital hay 48 personas ingresadas, diez de ellas en UCI, llenando al máximo la capacidad de la unidad de cuidados intensivos.
Antes de la pandemia el San Jorge tenía 10 camas UCI. Ahora, cuenta con una unidad de cuidados intensivos para covid de 10 plazas y otra de 6 para el resto de patologías en la zona de acogida. En la primera ola de la pandemia, la capacidad se aumentó hasta la veintena de camas para los pacientes covid, ocupando parte de la zona de partos.
Sin embargo, en estos momentos esta opción no parece factible debido a la falta de personal. La UCI contaba hasta hace unas semanas con 7 médicos, pero la marcha de un intensivista a otro destino dejó la plantilla en 6, un número que no es asumible para incrementar las camas de UCI para covid, señala Manuel Muñoz, médico de Urgencias del San Jorge y vicesecretario general del sindicato Cesm Aragón en declaraciones en el Diario del Alto Aragón.
Huesca se encuentra en fase 2 desde el pasado 7 de octubre ante en aumento de casos en la ciudad, en la jornada de ayer se notificaron 160 positivos en la provincia, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia.
La consejera de Sanidad, Sira Repollés, reconoció el miércoles que las UCI más ocupadas son las de Hospital Obispo Polanco de Teruel, Hospital San Jorge de Huesca y Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Repollés señaló también que la evolución de la ocupación de las UCI es “dinámica” y “hace semanas que tenemos un número estable”.
La consejera explicó que cuando sea necesario aumentar las camas de UCI “lo haremos” ya que “tenemos capacidad” puesto que “se adquirieron muchos respiradores” en la primera oleada de la pandemia, si bien hay más limitación “por la posibilidad de tener profesionales que atiendan esas camas”.
Riesgo extremo
El Ministerio de Sanidad quiere completar el Plan de Respuesta Temprana en un Escenario de Control de la pandemia por COVID-19 que aprobó hace justo tres meses, el 16 de julio, con España casi recién estrenando la ‘nueva normalidad’. En este documento se establecerá como deben ser las medidas de aplicarán las Comunidades Autónomas, según una serie de indicadores para detectar los niveles de riesgo. Aragón se encuentra en el nivel de alerta más elevado, junto con Navarra, La Rioja, Castilla-La Mancha y Castilla y León, además de Madrid.
Esta situación se da cuando la incidencia acumulada está por encima de 250 casos a 14 días; 125 a una semana (cifras que bajan a 150 y 75 en caso de los mayores de 65 años); más de un 15% de positividad en las pruebas y menos de un 10% de trazabilidad, es decir que solo se conozca el contacto de 10 de cada 100 positivos, o menos.
Respecto a la capacidad asistencial, el máximo riesgo se alcanza en cuando se supera el 20% de camas ocupadas por enfermos de covid en planta y el 25% en cuidados intensivos. Cuando un territorio tiene dos o más indicadores del primer bloque por encima de estos niveles y al menos uno del segundo, se considera que está en riesgo extremo.
Este es el caso de Aragón, cuya incidencia acumulada registrada en los últimos 14 días es de 434,17 y en la última semana de 236,49 y el porcentaje de positividad en la última semana se sitúa en el 15,01%. La capacidad asistencial de los centros hospitalarios es del 12,27% de las camas de planta ocupadas por pacientes covid y el 34,20% de las camas de UCI, según los datos del Ministerio de Sanidad publicados este jueves.
En el documento no se establecen medidas de confinamiento para ninguno de los niveles, pero cuando una comunidad se encuentre en riesgo extremo se podrán tomar “medidas excepcionales” tras una “evaluación específica de la situación que podrá incluir la limitación de la movilidad de las personas, cierres perimetrales u otras restricciones de movimiento”. “La decisión sobre qué medidas y cuándo aplicarlas será tomada por las comunidades autónomas y se pondrá en conocimiento del Ministerio de Sanidad por el canal que se establezca”, señala el documento. “La decisión final de qué nivel de alerta se asignará al territorio evaluado no solo se fundamentará en el nivel de riesgo resultante de los indicadores, sino que deberá modularse con la tendencia ascendente del indicador y su velocidad de cambio, así como con una evaluación cualitativa que incluya la capacidad de respuesta, las características socioeconómicas, demográficas y de movilidad del territorio evaluado”, añade el borrador.
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