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Aragón inicia una semana crucial para decidir el confinamiento

Varias personas con mascarilla pasean alrededor del Mercado Central de Zaragoza

ElDiarioAragón

2 de agosto de 2020 20:26 h

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Los datos de los últimos días han puesto a Aragón en el punto de mira de los contagios de COVID-19 en España. Desde el 13 al 29 de julio, las incidencias acumuladas en las tres provincias aragonesas (casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes) han sido 362, mientras que en Navarra hubo 146, cuatro menos en Cataluña y 78 en el País Vasco. En Madrid la incidencia acumulada fue una décima parte de la de Aragón con 37,4 casos por cada 100.000 habitantes. Los datos de incidencias acumuladas, especialmente a 14 días, están considerados como los más sólidos para comprobar la incidencia del virus en cada territorio. Así, con los datos oficiales del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, varios países europeos, entre los que se encuentran Francia, Reino Unido y Alemania, ha vetado a Aragón como destino turístico para este verano. Ayer, el Gobierno de Aragón notificó 620 nuevos casos del día 1 de agosto y añadió 649 positivos pendientes de la última semana.

Los responsables de Sanidad de la Comunidad han intentado atajar los brotes con medidas relacionadas fundamentalmente con la hostelería y el ocio nocturno. Estas restricciones han incluido el uso obligatorio de la mascarilla, el pase a fase 2, primero flexibilizada y luego más estricta, compatibilizándola con un llamamiento a los ciudadanos, especialmente de Zaragoza, pidiendo que no salgan de la ciudad y que limiten la vida social y las reuniones con familiares y amigos.No obstante, la media del 26 de julio al 1 de agosto ha sido de 553 contagiados al día.

El nuevo temor de las autoridades sanitarias en Aragón se centra en las residencias de ancianos. Y no les faltan motivos: en los últimos días solo en la residencia de Chimillas, Huesca, ha habido 50 contagios, y en la de Burbáguena, Teruel, 63 contagios y  cuatro fallecidos.

El epidemiólogo Fernando Rodríguez Artalejo, explicaba el 28 de julio en El País, que en 10 o 15 días se sabrá si funcionan las restricciones no obligatorias para controlar los brotes. Y añadía: “Sabemos que el confinamiento es muy eficaz, pero no se conoce cómo funcionarán las medidas intermedias”. Para la gestión de esta pandemia, el principal inconveniente es que hay pocas certezas. Aún siendo metódicos y concienzudos en la toma de decisiones, unos pocos contagios que pasen desapercibidos pueden ser suficientes para, pasadas un par de semanas, originar brotes de grandes proporciones. Por eso son tan necesarios los rastreos que pueden evitar que las transmisiones se produzcan de forma descontrolada y aumenten exponencialmente el problema.

“Es un juego global de ensayo y error. Tenemos que entender las causas por las que algunos países relajaron las medidas demasiado pronto e intentar aprender lo más rápidamente posible cómo mejorar”, explica en una extensa entrevista el matemático y experto en epidemias, Adam Kucharski, autor del libro Las reglas del contagio (Capitán Swing), publicado este año en España. 

¿Qué sucederá si no se frenan los contagios esta semana?

En torno al 10 de agosto se cumplirán tres semanas desde el inicio del auge de la transmisión comunitaria en Aragón. Si las cifras no disminuyen, las autoridades sanitarias se verán obligadas a reducir drásticamente la interacción social, especialmente en Zaragoza capital, donde se producen más de las tres cuartas partes de los casos. El impacto  de un confinamiento, aunque sea por zonas, en la economía, en el momento que hemos conocido que el PIB de España ya ha descendido por la pandemia en un 18,5%, es una medida que obligará a los gestores públicos a tragar saliva, pero puede ser el único camino si la situación se descontrola.

Baile de cifras

Una de las críticas más generalizadas desde el inicio de la pandemia es la falta de datos homogéneos sobre su incidencia. Da la impresión de que cada Comunidad mide con criterios distintos e, incluso, sin seguir el mismo ritmo. Los fines de semana, por ejemplo, no todas las Comunidades miden y se acumulan las cifras en días posteriores. En este sentido, Aragón está dando un ejemplo de transparencia. Desde hace unos días, en el portal autonómico de transparencia se publica información cada 24 horas sobre la evolución de COVID-19 en Aragón. Mientras muchas comunidades y el Ministerio de Sanidad enmudecen durante los fines de semana, Aragón facilita también los datos para no tener que conocer la evolución de los casos con tres días de retraso.

También, si se compara el número de contagios con el de hospitalizaciones surgen disonancias que muestran que al menos uno de los datos ha pasado por la cocina antes de darse a conocer. Un experto consultado por eldiarioaragon explica que mientras Aragón hospitaliza al 5,5% de los casos confirmados, Madrid casi triplica la ratio (14,7%). Se puede pensar que los pacientes de Madrid están más graves, pero el experto cree que debe haber otras razones menos científicas.

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