Bancos de vivienda y casas de titularidad municipal, las soluciones de la España rural ante la escasez de inmuebles
Más de la mitad de las personas que se plantean vivir en pueblos pequeños acaban abandonando la idea. Es una de las conclusiones que arroja un estudio realizado por el Grupo de Desarrollo Adri Jiloca-Gallocanta que opera en las comarcas aragonesas del Jiloca y de Campo de Daroca. Y la razón no es otra que la escasez en la oferta de vivienda -sobre todo de alquiler- que existe en el medio rural.
Silvia Benedí, técnico de cooperación de Adri Jiloca-Gallocanta, es una de las responsables de este estudio en el que participaron más de 500 personas. Para llevarlo a cabo, explica, lanzaron a través de sus redes sociales y grupos de WhatsApp una pequeña encuesta. En primer lugar quisieron saber si los encuestados se habían planteado en alguna ocasión vivir en un municipio de menos de 1.000 habitantes. Quienes respondían afirmativamente debían indicar si finalmente lo habían hecho o no, y en caso de que no, explicar por qué habían abandonado la idea. Es aquí donde se dieron cuenta del problema. “Más del 55% de las personas que se habían interesado en vivir en pueblos desistía, bien porque no encontraba casa en alquiler o bien porque lo que encontraba está en muy mal estado, o no tenía las características que buscaban”, señala Benedí.
La falta de vivienda disponible es un problema que aqueja al medio rural y especialmente a los pequeños municipios. Además, la escasa oferta existente suele ir enfocada a la venta, pero no al alquiler, a pesar de que la mayoría de nuevos pobladores prefieren esta opción al principio. “Es normal que de primeras la gente no quiera una casa en el pueblo, primero por una razón económica y segundo porque antes de dar el paso querrán saber si realmente les gusta vivir allí”, apunta la técnico de Adri Jiloca-Gallocanta.
En el estudio analizaban también la disponibilidad de vivienda en 91 pueblos de ambas comarcas, todos ellos de menos de 1.000 habitantes. Los resultados solo hicieron que reforzar lo que ya sabían. “Encontramos, únicamente, cinco casas en alquiler y de las encuestas que hicimos a particulares solamente siete particulares alquilaban su vivienda”.
Con estos datos en la mano, el Grupo de Desarrollo quiso pasar a la acción y creó un banco de vivienda al que podían sumarse todos los municipios con menos de un millar de habitantes y pertenecientes a las comarcas del Jiloca y de Daroca. “La idea es que toda la oferta de vivienda existente en la zona aparezca recogida en internet, porque en muchos casos únicamente se pone el cartel de ‘se vende’ en la puerta de la casa, así que lo que hicimos fue habilitar un espacio en nuestra página web de Adri Jiloca-Gallocanta. Con esto también animamos a los propietarios que se lo estén pensando a que pongan sus casas en venta o las alquilen, de anunciarlas nos encargamos nosotros”, relata. Ahora mismo, el banco cuenta con tres viviendas de alquiler que ya han encontrado arrendatario y con unas 40 en venta.
Estrategia municipal
Muchos ayuntamientos se han volcado con la causa y además de animar a sus vecinos a publicitar sus inmuebles, han ido un paso más allá, adquiriendo viviendas con fondos municipales y con la ayuda de subvenciones para rehabilitarlas y así poder ofrecerlas después en alquiler.
“Desde el Ayuntamiento estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para convencer a los vecinos y a los propietarios que viven fuera de que nos faciliten vivienda”, explica Joaquín Peribañez, alcalde de Burbáguena. Cuenta que hasta el momento se han hecho con un edificio y tienen otros dos comprometidos con los propietarios por lo que, a medio largo plazo, esperan poder ofrecer un total de siete apartamentos en alquiler. “Claro, nosotros como Ayuntamiento nos planteamos hasta dónde podemos llegar en la inversión de la vivienda teniendo en cuenta que no solo es la compra, también la rehabilitación o la construcción desde cero”, señala, no obstante.
Para remover las conciencias de los propietarios, Burbáguena ha lanzado el lema “Abre tu casa, tu pueblo te necesita”. Según explica Peribañez, en el municipio existen muchas viviendas deshabitadas o con un uso residual que se limita a unos pocos días en época estival y que podrían aprovecharse para la causa. “A la hora de vender, cada uno establece el precio que considera, pero en muchos casos es más elevado de lo que la gente o nosotros, como Ayuntamiento, nos podemos permitir, porque no hay que olvidar que estamos en el medio rural. También existen otros inconvenientes, como el apego emocional a la propiedad o las herencias múltiples… Hay casas que ahora son de dos o tres hermanos que no se ponen de acuerdo para vender”.
Cuando se trata de alquilar todavía es más complicado. Para Benedí esto tiene que ver con el hecho de que en muchos casos los propietarios no viven en la zona o se trata de personas de avanzada edad. “Luego los reparos que hay en el mundo del alquiler en general y que como estas casas tampoco requieren de mucho dinero para mantenerlas pues la gente prefiere conservarlas aunque solo vengan unas semanas en verano”, apunta la técnico.
Como Burbáguena más pueblos se han animado a comprar propiedades para luego poder ofrecerlas en alquiler. En Ferreruela de Huerva, otro pequeño municipio turolense han rehabilitado tres viviendas de la antigua estación de tren y ya han sacado a concurso dos de ellas. “El proceso termina el 21 de noviembre y ya hay muchos interesados, entre ellos tres familias”, apunta Óscar Gracia, alcalde de la localidad. Estas se suman a otras dos que ya tienen alquiladas y a una sexta que han adquirido recientemente y que esperan tener a punto en el menor tiempo posible. “Ha venido una empresa nueva que en principio va a suponer 20 puestos de trabajo directos y son muchos los que se interesan por casas en alquiler”, aclara.
En la localidad oscense de Ansó, el Ayuntamiento ha puesto en marcha toda una estrategia de asentamiento poblacional e innovación. Así, además de modernizar un total de ocho viviendas que ya destinaban a alquiler, también están inmersos en la construcción de otras cuatro enfocadas a la emancipación de los jóvenes del pueblo y a atraer a nuevos pobladores.
Pero eso no es todo, el municipio han puesto en marcha una bolsa de vivienda en alquiler y para animar a los propietarios han creado una serie de estímulos, entre ellos el hecho de que el Ayuntamiento actúa como mediador a la hora de gestionar los contratos y de poner en contacto a los interesados. También se ofrece un seguro de impago durante un año al arrendador todo para “animar a los propietarios y hacer el proceso del alquiler más atractivo”, explica Blanca Alfonso, Teniente de alcalde de la localidad.
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