'Bandolero' en España, héroe de la Resistencia en Francia: Paco Subías vuelve a casa 75 años después de ser ejecutado
En lo profundo de la Jacetania, escondida en los espesos bosques pirenaicos, no muy lejos del viejo monasterio de San Juan de la Peña donde se albergan los huesos de los reyes fundadores del antiguo Reino de Aragón, otra tumba ha sido visitada y respetada por republicanos, anarquistas y antifascistas durante décadas. Esta tumba, una fosa individual en el monte de San Salvador, era conocida en toda la comarca como “la tumba del maqui” marcada con unas piedras y una lápida que rezaba “Paco Subías 1921-1944”.
En 2018 comenzó a resolverse el misterio. La Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO), y con la colaboración de otras asociaciones memorialistas aragonesas, inició la exhumación de los restos buscando contrastar la sospecha de que el maqui era el guerrillero Alfonso Abelardo Subías Duque, como documentó el investigador Luis Pérez de Berasaluce. Finalmente, la premonición de la lápida se impuso, los resultados de las pruebas de ADN confirmaron que estos restos pertenecían al luchador antifascista Francisco (Paco) Subías Duque, natural de Antillón, Huesca.
La muerte de Paco Subías
El pasado 5 de octubre se celebró un acto de homenaje a Paco Subías en el Ayuntamiento de Santa Cruz de la Serós (Huesca) para reparar su memoria y entregar sus restos mortales a sus familiares.
Considerado un “bandolero” en España, Paco Subías, luchador antifascista, fue un héroe de la Resistencia en Francia donde participó en su liberación de la ocupación nazi como miembro de la Resistance. Tras la liberación de Francia participó en la Operación Reconquista de España. Lucha que le costaría la vida en 1944 en una escaramuza frente a la Guardia Civil.
El estudio forense tras la exhumación del cuerpo reveló que la causa de la muerte fue un disparo en la nuca mientras se encontraba maniatado; Paco Subías fue ejecutado en ese mismo lugar del monte de San Salvador.
Javier Ruiz, arqueólogo de la asociación Charata y codirector de la exhumación de Paco Subías, quiso reivindicar el papel del guerrillero más allá de darle digna sepultura. “Estos guerrilleros están condecorados en Francia como héroes, sin embargo, en España ni siquiera se han revertido los juicios franquistas que les catalogaban de simples ladrones, despolitizando las razones de su lucha contra un estado fascista”, explicó Ruiz y añadió que la recuperación de la memoria solo será completa “cuando se les reconozca desde el Estado y se les homenajee. El mismo Estado que encuentra ahora tantos problemas para retirar medallas a torturadores en tiempos de paz o que es tan garantista para con la dignidad humana del dictador no puede, en cambio, reconocer a estos guerrilleros como luchadores de la libertad, honrándoles y anulando los juicios sumarísimos que se les hicieron”.
Un entierro, 75 años después
Acabado el homenaje se entregaron los restos de Paco Subías a sus descendientes más directos, su sobrino Jean François Mevel Subías y su sobrina Mª Dolores Callén Duque, para que le dieran sepultura en el cementerio de la localidad jacetana.
“Nunca pude ir a ver la lápida porque decían que estaba en un lugar inaccesible. Había oído años de lamentos de mi madre por no poder ir a ver a su hermano”, señaló Mª Dolores Callén frente a la tumba de su tío. Callén también comentó la sorpresa que supuso el anuncio del hallazgo y expreso como este tipo de acciones sirven para “abrir heridas, pero no en el sentido que algunos pretenden dar a entender. Cuando una herida no está limpia hay que abrirla y limpiarla y esta herida ahora está limpia. Quedará una cicatriz, pero la herida se ha limpiado”.
Por su parte, Jean François Mevel dijo que era “un gran día, no solo para la familia y para todos los que han venido, es un gran día para todos los que han defendido la libertad, no importa en qué país”. Mevel también quiso remarcar que “este homenaje a mi tío es el síntoma de cómo ha cambiado España en estos 40 años. Hace 40 años hacer algo así era impensable. Hoy hay intelectuales, historiadores, alcaldesas y vecinos en este homenaje; esto era impensable antes y demuestra que ahora la sociedad sí está madura para llevar adelante esta misión de recuperación de la memoria y analizar y comprender el pasado de España y lo que sucedió hace más de 70 años”.
Ángel Morán y la concordia
A punto de enterrar a Paco Subías en el cementerio, el oscense Ángel Morán dio un paso adelante y pidió la palabra para decir lo siguiente: “Estoy aquí para transmitir a la familia de Paco Subías el sentimiento de acompañamiento de nuestra familia. Mi abuelo era Guardia Civil y murió en un tiroteo con los maquis justo en la víspera de que dispararan a Paco Subías. Creemos que hay que cerrar este círculo de dolor que dura ya 75 años. Ha sido una situación gravísima porque la familia de este maqui estuvo sin su cuerpo y sin darle un entierro como es debido y nuestra familia también sufrió muchísimo. Creo que hay que llegar a esa conciliación, y qué pena que se llegara a esa situación hace tanto tiempo en la que dos ciudadanos, que seguro eran ejemplares, tuvieran que verse muertos en una época tan temprana de sus vidas. Ya va siendo hora de que se cierren las heridas y que se les de la dignidad a todas las personas. Que valga este acto de hoy como ejemplo de ello”. Jean François Mevel que escuchaba sus palabras frente a él le aceptó y le agradeció las condolencias.
Pocos minutos después los restos mortales de Paco Subías eran enterrados en digna sepultura por sus familiares dando al guerrillero, al antifranquista, al maqui descanso en paz.