Bitbrain, la empresa aragonesa que mide emociones con neurotecnología
La tecnología va a ser emocional. O ya lo es. Bitbrain Technologies es una empresa aragonesa que nació hace cinco años como spin-off de la Universidad de Zaragoza tras conseguir dos hitos: ser los segundos del mundo en conseguir mover una silla con el pensamiento y los primeros en controlar un robot con la mente. Hoy, sus dos socios fundadores, María López y Javier Mínguez, gestionan una empresa que desarrolla tecnología propia y para terceros integrada por 16 trabajadores, facturan un millón de euros al año y desarrollan proyectos I+D de neurociencia a medida, aplicaciones de biociencia y wearables para medir emociones orientados al neuromárketing. Han recibido numerosos premios -25 en los últimos tres años- y son ya toda una referencia internacional en neurociencia y neuromárketig.
Desde Zaragoza, desarrollan y comercializan productos wearables como el anillo usenns (primera tecnología del mundo de medición de emociones orientada al neuromarketing), crean laboratorios portátiles con software y hardware a medida y perfilan su próximo reto: Brain Up: línea de salud y bienestar dedicada a desarrollar neurotecnología para la mejora de las facultades cognitivas. Ya tienen un prototipo que aspira a ser una especie de gimnasio mental: un gorro a través del cual se analizan las distintas características del cerebro humano para descubrir cuáles son las áreas que se deben entrenar y mejorar su rendimiento. Gracias al software creado por la empresa, se podrá saber qué áreas cerebrales tiene que desarrollar un paciente, además de su progreso y evolución.
“Contamos con cuatro grandes proyectos en los que hacemos neurotecnología a medida y que involucran interactuar con personas en Suiza, Alemania, Reino Unido, Italia, Japón…”, destaca María López, CEO de Bitbrain. Uno de sus actuales clientes es la división de I+D de Nissan en Japón, donde, como curiosidad, han tenido que adaptar los gorros al contorno de las cabezas japonesas. Disney España les encargó la primera crítica cinematográfica 100 % emocional para su película Inside Out (Del Revés). De “el cliente siempre tiene razón” a “el cliente siempre tiene una emoción”. Bitbrain se encargó de aplicar su tecnología para medir las emociones en varios espectadores, analizando las reacciones que les generó la película: “Las emociones son complejas y hay tecnologías que nos ayudan a descubrirlas”, asegura López. Y añade: “Nos han educado diciendo que la emoción es un obstáculo a la razón, nos han dicho que debemos controlar las emociones para tomar las decisiones adecuadas. Sin embargo, la neurociencia ha demostrado que razón y emoción son compañeras inseparables y que ambas son importantes e imprescindibles para, por ejemplo, una buena toma de decisiones”.
Presentado tecnología ‘usenns’ en Madrid
El uso de imagen cerebral, biosensores y tecnología de seguimiento ocular constituyen el abcd de esta empresa que realiza estudios para proyectos I+D, como los recientes sobre arte y vino, sobre los efectos emocionales entre niños de 4 y 11 años al ver un capítulo de Tom y Jerry o el análisis científico de si a los hombres les gusta menos la fruta que a las mujeres.“Empezamos hace ya unos añitos -recuerda López- e hicimos cosas muy interesantes: fuimos los segundos del mundo en mover una silla de ruedas con el pensamiento y los primeros en controlar un robot con la mente. Y pensamos que codificar señales cerebrales podría ser aplicado a la sociedad, ya que veíamos que el conocimiento se estaba quedado en cajones en la universidad”.
Hace apenas un año que lanzaron al mercado, bajo la marca usenns (neurotecnología para investigación de mercados a través de la medición de emociones wearables y wireless), su primer producto wearable, un anillo que permite medir objetivamente las reacciones de las personas en el punto de venta. El anillo mide señales fisiológicas, como la sudoración de la piel, los latidos del corazón, el pulso, las ondas cerebrales… Consiste, explica López, “en utilizar herramientas neurocientíficas para realizar una investigación de mercados que permite medir emociones de forma objetiva”.
Tanto uno como otro están revolucionando el sector del marketing. Antes se creía que la toma de decisiones era racional, que nuestro cerebro era “un disco duro que almacenaba información y recurría a ella cuando tenía que tomar una decisión de compra”. Ahora se sabe que somos más emocionales, que “memorizamos sensaciones más que información, que pesan más lo hábitos, la experiencia y la emoción, y que la decisión de compra es más espontánea de lo que creíamos”. Esto significa, precisa, que las marcas deben “generar asociaciones implícitas positivas en los consumidores”.
La especialización de Bitbrain Technologies en neurociencia y neurotecnología le ha llevado a diversificar sus líneas de negocio en tres áreas: proyectos a medida, tecnología para neuromárketing (cuenta ya con más de 30 clientes en todo el mundo) y tecnología para entrenamiento cognitivo (en fase de investigación). Pioneros en aplicaciones de ingeniería biomédica y neurotecnología, la empresa aragonesa ha participado en más de 40 proyectos de I+D con más de 20 partners a nivel internacional, desarrollando laboratorios de neurociencias, tecnologías de monitorización de la actividad fisiológica humana y tecnología de monitorización de la actividad cerebral humana.
Los avances de la neurociencia abrieron la senda al neuromarketing. “Nuestro principal objetivo es convertirnos en los líderes en neurotecnología a nivel global”, dice Marta López: “Soy consciente de que la mayoría de la gente probablemente no sabe lo que es la neurotecnología ni tampoco que aplicaciones puede tener, pero precisamente por eso, todavía no hay demasiada competencia y vemos posibilidades reales de liderar el mercado. La realidad es que llevamos cuatro años haciendo I+D y es ahora cuando contamos con un producto y un modelo de negocio escalable”.
Bitbrain Technologies participó la semana pasada en Madrid, en la presentación del evento Inteligencia Tecnológica organizado por Techara y por el Departamento de Innovación del Gobierno de Aragón, junto a otras nueve empresas tecnológicas emergentes de la Comunidad aragonesa.