Agentes de Protección de la Naturaleza, miembros de la Patrulla oso del Gobierno de Aragón y el Seprona certificaron ayer domingo la muerte de la osa Sarousse en el valle de Bardaji en la Comarca de la Ribagorza (Huesca). La muerte se ha producido como consecuencia del disparo de un cazador, que ha alegado actuar en defensa propia. Este domingo otra osa adulta fue abatida de un disparo de forma accidental mientras se desarrollaba una cacería en el entorno de la localidad palentina de Ventanilla, perteneciente al término municipal de Cervera de Pisuerga.
La necropsia de la osa Sarousse será realizada por técnicos del Gobierno de Aragón, previsiblemente a lo largo del día de hoy. El Seprona se ha hecho cargo de la investigación. El cazador alegó a los agentes que actuó en defensa propia al encontrarse con la osa en actitud hostil cuando cazaba por el valle pirenaico.
Según informó La Vanguardia este domingo, los cazadores contaron que durante la batida los perros de caza habían motivado el movimiento de la osa y uno de ellos, que la vio acercarse, alertó al resto de sus compañeros con gritos y, al creer que el animal no retrocedía, disparó. Tras el incidente, la batida fue interrumpida y se dio aviso a la Guardia Civil.
En 2020 han muerto tres osos en el Pirineo a manos de los humanos. En abril fue encontrado en el valle de Arán el oso Cachou y un segundo ejemplar abatido a tiros en junio en Ariège (Fracia). Hace apenas diez días se detuvo a un funcionario de Medio Ambiente por la supuesta implicación en la muerte de Cachou.