CCOO ha presentado su guía El golpe de calor en trabajos al aire libre, una serie de medidas preventivas que van desde planificar descansos y horarios de trabajo, poner a disposición de los trabajadores bebidas no alcohólicas que ayuden a hidratarse o controlar los tiempos de exposición al calor. Para Luis Clarimon, secretario de Salud Laboral y Medioambiente de CCOO Aragón, “es necesario que las empresas aragonesas tomen las medidas oportunas para enfrentar estos riesgos”.
En esta comunidad, han explicado, “el estrés térmico por calor medioambiental es especialmente peligroso en sectores productivos como la agricultura, la construcción, hostelería, invernaderos, parkímetros o limpieza diaria, entre otros”
“Los trabajadores y trabajadoras no pueden decidir si van a trabajar los días que el calor es muy elevado. Tienen que seguir haciendo su tarea en estas condiciones, sometidos al riesgo de tener un golpe de calor u otros problemas para la salud, relacionados con el estrés térmico”, ha señalado Clarimon.
El golpe de calor, han apuntado, “es una situación que puede provocar la muerte de un trabajador, consiste en un cuadro clínico complejo caracterizado por una hipertermia incontrolada que causa lesiones en los tejidos”. Europa ha experimentado varias olas de calor extremas en las últimas dos décadas, “provocadas por el cambio climático”. En la de 2003, murieron en Europa 70.000 personas (6.500 en España), por la falta de medidas de prevención y respuestas.
En Zaragoza existe el efecto climático denominado: “Isla de calor”, lo que supone que el interior de la ciudad está 2 grados por encima de la periferia. “Los edificios generan calor, los motores de los vehículos o el asfalto negro elevan la temperatura de la ciudad. Lo que agrava las cuestiones térmicas de las personas que trabajan en el exterior”, ha dicho el secretario.
Otro factor que para el sindicato hay que tener en cuenta es la aclimatación, porque no todas las personas se adaptan al calor de la misma manera. “Requiere un tiempo aclimatarse y también depende la propia constitución personal. También hay un sesgo de género: las mujeres tienen menos facilidad para la sudoración y si están embarazadas, todavía menos”.