“No tiene sentido y no entendemos que si el autobús va a seguir haciendo el mismo recorrido no pare y los vecinos vean como pasa por la puerta de su casa, mientras ellos tienen que desplazarse a más de 50 kilómetros para poder cogerlo”, denuncia el alcalde de Montalbán, Carlos Sánchez. Este municipio turolense sería uno de los afectados si finalmente sale adelante el nuevo mapa concesional de transporte por carretera de largo recorrido que acoge la Ley de Movilidad Sostenible, ya que desaparecería su parada de la línea que lleva a los vecinos hasta Barcelona. Pero no está solo, en Aragón se estima que cerca de 151 pueblos se quedarían sin servicio de transporte, 54 estarían en Teruel y que debería cubrir el Gobierno de Aragón, como aclaran desde el Movimiento de Acción Rural (MAR).
Una de las zonas más afectadas de este territorio es la zona comarcal de las Cuencas Mineras en la que 6 pueblos –Utrillas, Montalbán, Escucha, Cañizar del Olivar, Mezquita de Jarque y Castel de Cabra– dejarían de disponer de la línea intercomunitaria que sale casi cada día de Teruel para conectarles con Reus, Cambrils, Salou o Barcelona. Así, según ejemplifica el MAR, los vecinos de la zona tendrían que recorrer más de 50 kilómetros para poder coger el autobús en la parada más cercana, que se ubica en Alcorisa. Algo similar ocurriría en el Bajo Aragón, donde Alcañiz o Caspe –los mayores núcleos de flujo de viajeros– serían las estaciones de referencia de esta línea de transporte y a las que habría que desplazarse.
“Esta línea es la única que tenemos en la zona que conecta con ciudades fuera de Aragón y también la única vía que nos une con el Bajo Aragón y Matarraña. Se utiliza mucho para viajar entre los pueblos de aquí y es que no solo pierde el pueblo que se queda sin parada, sino los treinta municipios de las Cuencas Mineras y los que están cerca que se trasladan hasta aquí para coger el autobús. Si sale adelante sería otra merma de servicios del mundo rural, otra de tantas”, manifiesta Sánchez desde el consistorio de Montalbán.
Vecinos sin alternativa
El alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno, considera que esta medida “afecta a los más débiles” como pueden ser las personas mayores o estudiantes que no cuentan con permiso de conducir o vehículo propio. Ejemplo de ello es Sara de 70 años y habitante de Montalbán. Aquí a las 10:30 aproximadamente se monta en el autobús numerosas veces al mes con destino en Alcañiz para poder cuidar a su nieta y donde tiene que “hacer noche” porque hasta el día siguiente no hay un medio de transporte que la lleve hasta su casa.
“Si nos quitan la parada y el servicio nos hacen polvo, nos anulan por completo. No sé conducir y tengo a mis hijos fuera, cuando lo cojo es porque mi hija me necesita. Lo único que se me ocurre si pasa es llamar a un taxi para que me lleve hasta Alcorisa, pero es que no es la solución porque no todos podemos permitírnoslo”, revela la montalbina.
A lo largo del viaje ve subir y bajar a “muchísima gente” y explica que para muchos este autobús es la única vía para llegar a visitas o pruebas médicas. También, conoce a estudiantes que viajan entre pueblos para poder asistir a sus clases o personas que tienen que desplazarse para comprar productos “que no hay donde viven”. Por ello, afirma que el problema va más allá y no solo pierden los viajeros, sino también los comerciantes que verán “caer sus ventas y clientes”.
Otra de las consecuencias de las que habla el alcalde de Montalbán es “de cara al verano” porque “mucha gente que se fue a Barcelona vuelve y muchos vecinos van y vienen para ver a su familia de allí”. Hasta el punto de que “la población” del municipio llega a duplicarse. “Si se quitan las paradas toda esta gente dejaría de venir y también al final si los vecinos ven que no pueden coger el autobús cuando lo necesitan se plantearán irse de los pueblos a vivir a otro sitio donde tengan ese servicio”, destaca Carlos Sánchez.
Tiempo de descanso
Una de las justificaciones que les han dado para respaldar esta medida, según explican desde el MAR, es que quieren hacer el trayecto lo más rápido posible además de reducir los gases contaminantes. Sin embargo, Carlos Sánchez defiende que “no vale la pena quitar un servicio que afectaría a tanta gente por ahorrar 15 minutos”. En el municipio que dirige, tal y como describe, no es que el conductor tenga que desviarse a ninguna calle, puesto que “la parada está en la misma carretera” y valora que como mucho puede costar dos minutos dejar bajar y subir a los pasajeros
El propio MAR revela que a finales de la pasada semana mantuvieron una reunión con la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, en la que ella comentó “por activa y por pasiva” que esa reducción de paradas de autobús “no se va a realizar”. Después de este encuentro, el grupo de acción social mantiene que están “vigilantes y a la espera” de lo que pueda pasar. La Asociación de Amas de Casa Virgen del Castillo de Montalbán –defensoras de derechos del medio rural– se suman también a esa espera y la portavoz asegura que dan “un voto de confianza” a las palabras de Pérez.
Todo lo contrario expresa el regidor de Utrillas, Joaquín Moreno, que reconoce estar “molesto” porque Mayte Pérez no convocó a los alcaldes. “Las formas dejan mucho que desear, el Ayuntamiento no fue conocedor de que ella estaba aquí. Por tanto, creo que no tiene mucho interés en ayudar a mantener el transporte público ni el medio rural. Es grave que encima no se solucione un tema de servicios que tenemos desde hace años”, sentencia.
A su vez, Moreno concluye que si finalmente se lleva a término la eliminación de las paradas “parecería que quieren acabar con la vida en el medio rural”. Incluso, añade que “de nuevo los pueblos se alejan de tener los mismos servicios y derechos que quienes viven en la ciudad” porque mientras en los núcleos urbanos “se está bonificando y favoreciendo el transporte público” en las zonas despobladas se lucha por mantenerlo.
Tampoco duda en hacer una comparación, afirma que en el caso de Utrillas y localidades de la zona la red de transporte era “mejor hace 60 años”. “En esos momentos había tren diario a Zaragoza y línea de autobús. Ahora no hay tren y las pocas líneas que tenemos de transporte público quieren eliminarlas. Parece que no les importamos”, confiesa Moreno.
Al final, los alcaldes y grupos sociales coinciden en que “hay que mantener el servicio” y que “si se pide a alguien que te acerque hasta la parada de Alcorisa para tomar el autobús, si vas a un pueblo cercano es más fácil que te lleven allí directamente”. También, Sara lo tiene claro y es que primero hay que luchar como sea para conservar esta línea de transporte porque “es una necesidad para muchos” y es que ella quiere la tranquilidad de saber que podrá ir a Alcañiz a ver y ayudar a su hija siempre que la necesiten.