El testimonio de los supervivientes en el incendio de la residencia de Villafranca de Ebro (Zaragoza) es un reflejo de la tragedia vivida, con un incendio en plena madrugada, que ha cogido a todos los usuarios del centro sin casi capacidad de reacción.
Alfonso Arenas explicaba con angustia la situación vivida con su compañero de cuarto. “Compartíamos habitación, pero no lo he podido sacar”, se lamentaba. “Lo he llamado cuarenta veces, pero nada, no se despertaba”, ha añadido. Según ha explicado el residente, esta persona estaba silla de ruedas, aunque podía andar.
Cruz (no quiere dar su apellido), también usuaria del centro residencial, de 62 años y natural de Zaragoza, ha descrito cómo, “de repente”, las auxiliares han empezado a “tocar las puertas”, gritando “salid, salid”, mientras los pasillos se llenaban de humo. “Hemos salido los que podíamos, y a los que no intentábamos ayudarles, con las sillas y como hemos podido”, ha continuado.
Entonces han llegado Bomberos, Guardia Civil y Policía. “Ha sido en una habitación, donde estaba una persona con oxígeno. Llamas no habido, pero humo sí; mucho humo”, relata Cruz, quien ha querido destacar la “atención” de las dos trabajadoras que había en el centro, cuya reacción ha sido “muy rápida”.
Una persona muy afectada era Ignacio Laguna, el párroco de Villafranca de Ebro. “Tanto a los supervivientes como a algunos de los conocemos. Hacían vida en el pueblo, te tomabas con ellos un café...”, ha destacado, y ha recordado el caso de algunos de los familiares de fallecidos con los que había hablado: “Tenían el consuelo de haberles visitado mucho, todo lo que habían podido, según me han contado. Son situaciones ante las que no hay palabras”.
Daniela, propietaria del bar La Amistad, situado en la plaza de España de Villafranca, ha comentado que los residentes “venían de vez en cuando” y que “todo el mundo está triste en el pueblo porque es un impacto muy doloroso y no se lo esperaba nadie”.
Pilar, vendedora de cupones de lotería, ha afirmado que “en estas circunstancias es muy impactante”, añadiendo que su hijo y su hermana trabajan en otra residencia, en una localidad próxima, y “el afecto que tienen a los residentes es grandísimo” por lo que “los trabajadores estarán muy consternados; ha sido una gran desgracia”.
Agradecimiento a los vecinos
La alcaldesa de Villafranca de Ebro, Volga Ramírez, quien ha dado las gracias a los vecinos que han participado en el minuto de silencio, ha subrayado que “la trabajadoras se han portado estupendamente” y que “ha habido más humo que fuego, no se podía respirar fuera”. Las trabajadoras, ha expresado, han llamado al 112 y el servicio de emergencias a ella, acudiendo junto con su marido: “Hemos empezado a llamara a todo el mundo”.
El fuego, ha relatado, se ha producido en una habitación con una puerta de seguridad, lo que ha evitado que se propagara más todavía. Se han movilizado todas las trabajadoras, también las que se encontraban de libranza, así como los vecinos del municipio que “han sacado a todos los que están vivos”, algunos de los cuáles tiene problemas de movilidad.