El Ayuntamiento de Zaragoza ha creado una mesa de diálogo, en la que participarán todas las confesiones religiosas de la ciudad, “para la promoción de la tolerancia y convivencia, y como una medida de prevención y fomento de la cohesión social”.
El alcalde, Pedro Santisteve, y la vicealcaldesa, Luisa Broto, se han reunido este martes con los representantes de las confesiones -entre las que se encuentra la Iglesia Católica, la comunidad musulmana, la ortodoxa rumana, la adventista, la anglicana, la mormona, la ortodoxa rusa, la evangélica, la bahá'í, la budista y los testigos de Jehová- para anunciarles la medida, que busca, han dicho, “el fomento de la cohesión social en un contexto internacional marcado por el terrorismo yihadista y el discurso del odio”
Zaragoza, han apuntado, cuenta con 113 lugares de culto de confesiones diferentes a la católica y es la cuarta ciudad española con mayor diversidad religiosa, solo por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia.
El Ayuntamiento ha organizado esta mesa “con la intención de conocer de primera mano las distintas realidades que conviven en la ciudad y propiciar que las entidades religiosas promuevan el reconocimiento social de la diversidad”. En todo caso, dicen, “desde la neutralidad de las instituciones y bajo la consideración de que la creencia religiosa forma parte del ámbito privado de las personas y debiendo garantizar la separación entre confesiones y Estado”.
También, han explicado, se busca generar un cauce de diálogo permanente para cubrir aquello en lo que la Administración local tiene competencias: ordenación urbanística, servicios sociales, servicios funerarios y cementerios o participación.
Los representantes de las confesiones religiosas han destacado que ha sido la primera vez que una administración les ha convocado a todos juntos lo que, según han expresado, les ha dado la “oportunidad de conocerse y reconocerse”. Aurel Nae, de la parroquia ortodoxa rumana, se ha mostrado satisfecho tras la reunión, que ha calificado como “un ejercicio de normalidad”. Después de 15 años en la ciudad, ha dicho, “es la primera vez que tenemos un encuentro con el alcalde y las demás confesiones”.
Nae ha señalado que desde que llegaron a esta ciudad se sintieron muy bien acogidos como inmigrantes: “Encontramos un sitio abierto en el que siempre hemos disfrutado de libertad religiosa, tanto en nuestra iglesia como en las manifestaciones públicas –procesiones– por las calles de Zaragoza para las que siempre hemos tenido permiso del Ayuntamiento”. Esta reunión, ha apuntado, “esperemos que sea el primer paso de un proceso continuo en beneficio del diálogo y la integración en esta ciudad que nos pertenece a todos”.