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Las Cortes de Aragón acuerdan prohibir el uso del glifosato en espacios públicos

El Gobierno de Aragón deberá elaborar antes de un año un plan para “reducir la exposición de la población y el medio ambiente a los contaminantes hormonales”, según acordaron las Cortes de Aragón, que han aprobado una resolución que fusiona dos de IU y Podemos enmendadas por C’s, que tuvo el apoyo, además de esos tres grupos, de PSOE y Cha, mientras PP y Par se abstenían.

La iniciativa incluye una batería de 17 medidas, impulsadas por organizaciones ecologistas y de consumidores, cuyo objetivo es reducir la exposición de los disruptores endocrinos, contaminantes ambientales que diversos estudios vinculan con un aumento de enfermedades como la diabetes y algunos tipos de cáncer, episodios de autismo –por sus efectos durante el embarazo- y el crecimiento de la infertilidad.

La Comisión de Sanidad de las Cortes ya aprobó la pasada legislatura, también a propuesta de IU, una resolución para reducir la presencia de esos contaminantes que actúan sobre el sistema endocrino, presentes en la atmósfera y que también se ingieren a través de la alimentación e, incluso, por el contacto que la comida tiene con envases plásticos, tal y como expone el informe Un asunto tóxico, difundido por varias oenegés.

“Alarma social”

La resolución contempla “evitar el uso de plaguicidas en espacios públicos y prohibir, ante la alarma social, el uso del glifosato” en ellos. A pesar de la “alarma social” que las Cortes atribuyen al glifosato, el Parlamento Europeo ha prorrogado durante siete años el uso de este herbicida, uno de más utilizados en todo el mundo, por su elevada efectividad para matar todo tipo de malezas.

La batería de medidas que debe incluir el plan incluye otras destinadas a reducir el tránsito de automóviles –los motores son uno de los principales emisores de disruptores endocrinos-, a “promover el uso de productos limpios sin contaminantes hormonales, a través de contratas y compras públicas”, a difundir la existencia y los efectos de estos compuestos y, también, a “fomentar el consumo de alimentos orgánicos en guarderías, comedores escolares, residencias y centros hospitalarios”.

Cacharros de cocina y dieta sana

Otro de los objetivos del plan es que en ese tipo de centros se evite cocinar con envases que contengan esos tóxicos y, también, que en ellos se aplique “una dieta variada, que persiga reducir el consumo de carnes grasas y pescado”. Los contaminantes hormonales se acumulan de manera especial en la grasa de los animales y en la carne de los peces.

El Gobierno de Aragón deberá informar anualmente de los “avances en el cumplimiento de este plan”, que incluirá “la defensa de la prohibición urgente de estas sustancias a escala europea”, su explicación en foros ambientales y trasladar al ejecutivo central la necesidad de “reducir la exposición de la población y el medio ambiente a contaminantes hormonales”.

La resolución aboga, por último, por otra serie de medidas, aunque en este caso son competencia del Gobierno central, como apoyar “una regulación más estricta de los disruptores hormonales el Europa”, fomentar la investigación sobre ellos, prohibir su uso en materiales y productos que tengan contacto con alimentos, artículos y productos de uso infantil, vetar la “exposición laboral” de las mujeres embarazadas y las lactantes y, por último, apoyar la agricultura y la ganadería ecológicas para que los alimentos que no los incluyen sean más accesibles económicamente.