La reducción del tráfico de coches por el centro de Zaragoza como consecuencia del efecto disuasorio del tranvía, de la generalización del uso de este transporte colectivo como complemento y alternativa al autobús y de la creciente utilización de la bicicleta como medio de desplazamiento urbano comienzan a tener efectos positivos en la calidad del aire de la capital aragonesa: el uso de vehículos privados en el centro se ha reducido un 31 % en los últimos diez años, según los datos que maneja el ayuntamiento.
No obstante, un estudio de Istas (Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, de CCOO) indica que la ciudad sigue soportando diariamente la circulación de 144.000 vehículos, un volumen que esa entidad considera inasumible.
A pesar de ese elevado uso del vehículo privado para los desplazamientos, las emisiones de CO2 relacionadas con el tráfico se redujeron un 27 % entre 2005 y 2014 en el conjunto de Zaragoza, según señala el inventario realizado por la Fundación Circe para la Agencia Municipal de Medio Ambiente, que cifra en un 48 % la reducción que experimentó en ese mismo periodo el lanzamiento de gases residuales relacionados con el transporte como el óxido de nitrógeno.
Caen todos los contaminantes relacionados con el tráfico
La mayoría de los contaminantes relacionados con el uso de vehículos se mantuvo el año pasado por debajo de los límites que marca Europa, como ocurrió con los dióxidos de nitrógeno y de azufre, con las partículas sólidas en suspensión de diámetro inferior a 2,5 micras –generadas por la combustión de gasóleos en los motores diésel- y con el ozono troposférico, aunque este alcanzó niveles de prealerta en varias ocasiones en las estaciones de Las Fuentes y de la avenida Soria.
En esa mejora de la calidad del aire tuvo que ver también el menor uso del gasóleo como combustible para las calefacciones domésticas. Su sustitución por el gas natural propició en esa década un descenso del 8 % en la generación de CO2, tendencia que se deja sentir especialmente en los barrios de reciente creación como Parque Goya, Valdespartera y Arcosur.
Con todo, el coche particular sigue siendo el medio de transporte más utilizado por los zaragozanos en sus desplazamientos relacionados con el trabajo.
Más de la mitad de los trayectos laborales, en coche
El estudio de Istas indica que se utiliza para el 54 % de esos trayectos, mientras autobús y tranvía se reparten otro 27,9 %, la bicicleta es utilizada por uno de cada veinte trabajadores y algo más de uno de cada cinco –un 21 %- va y/o viene de su trabajo a pie.
La reducción total de las emisiones de CO2 generadas por actividades humanas en la capital aragonesa durante ese periodo fue del 18 %, con lo que Zaragoza cumple los niveles de calidad del aire que marca la UE pero no los de la Organización Mundial de la Salud (OMS).