El éxito en la integración de refugiados en Mora de Rubielos: un 80% ya tienen permiso de trabajo
Llegan a la frontera sur de España, la mayoría de las veces en pateras y en condiciones de extremo peligro. Los refugiados proceden en su gran mayoría de África subsahariana, de países como Mali o Somalia, en muchos casos huyendo de conflictos armados, persecución por orientación sexual, violencia de género o mutilaciones genitales, para poder acogerse a la protección internacional. Sin embargo, no todo el mundo sabe que al acogerse a este derecho deben esperar seis meses antes de obtener permiso para trabajar.
En Mora de Rubielos, el proceso de integración está dando frutos. Actualmente, el 80% de los 110 refugiados que llegaron ya contará con el permiso de trabajo, y alrededor del 20% ya tiene contratos laborales que empezarán en enero gracias a acuerdos con empresas de la comarca. Han surgido contratos con diferentes empresas, pero las organizaciones demandan que el actual problema es la falta de vivienda adecuada. Esto se ha convertido en un gran obstáculo para su completa inserción.
ACCEM, se dedica a trabajar en la acogida y al acompañamiento de estos refugiados. Han acompañado a los 110 que llegaron a Mora de Rubielos buscando una oportunidad para encontrar trabajo y vivir la provincia de Teruel. Este proceso de integración comienza con talleres de contextualización cultural, aprendizaje del idioma y formación profesional adaptada a las necesidades del entorno rural.
“El principal objetivo es prepararles para su inserción laboral”, explica un representante de ACCEM. Las empresas locales, como las estaciones de esquí en Valdelinares y Javalambre, negocios de hostelería y sectores como la construcción, servicios forestales y medioambientales, ya han abierto sus puertas a los refugiados. Un ejemplo destacado es el de un refugiado que actualmente realiza prácticas como carretillero en un almacén. Además, la formación profesional en estas áreas facilita su transición a contratos estables.
A partir de enero, se espera que la mayoría de los contratos se formalicen. Se han recibido ya una veintena de ofertas de empresas locales, y se priorizan acuerdos a largo plazo para fomentar la estabilidad. Carlos Vela, responsable adjunto de ACCEM, destaca que “el contexto aragonés es que faltan manos en muchas tareas. De sobra es conocida la necesidad de cubrir puestos de trabajo en la provincia de Teruel. Nuestra principal preocupación es facilitar y promover la autonomía de las personas que atendemos”
Aunque estos avances en la inserción laboral son muy positivos, existe la barrera de la vivienda que es muy complicado de resolver. Según ACCEM, muchas propiedades están destinadas al alquiler turístico o requieren demasiada rehabilitación, que los dueños no se pueden permitir, lo que deja poca oferta para quienes necesitan un hogar permanente. Muchos de los pueblos de la provincia están vacíos, pero no todos tienen viviendas que puedan ofrecerse para vivir. Por lo que no puede haber una inserción completa si no se disponen de viviendas que permitan acoger a esta gente.
La escasez de viviendas no solo afecta a los refugiados, sino también a otros trabajadores y habitantes del entorno rural. Por ello, empresas, organizaciones como ACCEM reclaman más ayudas para la vivienda en estas zonas, que tienen el espacio y poco a poco las oportunidades, pero también necesitan la inversión en vivienda para repoblar esas zonas.
El éxito en Mora de Rubielos no solo se mide en términos de empleo, sino también en la creación de lazos sociales. Los refugiados se han integrado en la vida comunitaria gracias a la colaboración de trabajadores, voluntarios y vecinos. En el pueblo, casi una docena de jubilados y profesores ofrecen clases de apoyo escolar y actividades culturales, como el taller de calabazas celebrado este otoño.
Uno de los logros más celebrados ha sido la creación de un equipo de balonmano federado, que no solo ayuda a los refugiados a mantenerse activos y positivos, sino que también fomenta el espíritu de unidad en el pueblo. Esto no opinaba el discurso de VOX este verano que cuando se mudaron los refugiados al la provincia. Nolasco el portavoz del grupo parlamentario calificó en agosto la llegada de los inmigrantes como “delirante y aberrante”. También afirmó que el Gobierno de España que se dedica “a repartir como auténticos fardos a estas personas, algo que desde luego, no comulga con ese espíritu humanitario del que presumen. Pero ¿qué humanitario? Si los dejáis como fardos tirados por los sitios”. Además, achacó a la conciencia del PSOE “todos los crímenes, por pequeños que sean, todas las cosas que se hagan en este pueblo a causa de la traída de los 120 inmigrantes ilegales”.
Estas críticas contrastan con la localidad, que ahora convive con los 110 refugiados perfectamente y que les han ayudado a dinamizar la zona. En una población pequeña, esto supone más vida, trabajo y oportunidades para la localidad. Vela considera que el comportamiento de la ciudadanía en Mora de Rubielos ha sido ejemplar y que les han acogido con mucho cariño. El principal objetivo es promover la autonomía de las personas refugiadas, ayudándolas a construir un futuro mejor mientras enriquecen las comunidades que acogen. Esta experiencia es una prueba de lo beneficiosa que puede ser la integración de personas refugiadas, especialmente en las zonas más despobladas. Frente a los discursos de odio, las labores humanitarias, la solidaridad y el apoyo de instituciones y empresas puede ser una inversión en el futuro de Teruel. Con empleo, vivienda adecuada y la calidez de las comunidades, la integración es un modelo de éxito que beneficia a todos.
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