Como cada periodo estival, los incendios forestales vuelven a ser protagonistas. Eso sí, a pesar de la proliferación de los mismos, el jefe del Servicio de Extinción de Incendios del Gobierno de Aragón, Carlos Cacho, apuntó –con cifras de hace diez días- que el número de fuegos está por debajo de la media histórica para esta época del año: “Llevamos 225, cuando la media está entre 280 y 325”.
Pero no fueron estas palabras las que despertaron la controversia, sino otras en las que Cacho aseguró que “la mitad de los incendios forestales en Aragón son causados por actividades agrícolas”. Señaló que el 25 % se producen por “negligencias por quemas mal realizadas y, entre el 15 % y el 20 %, están relacionados con trabajos de cosecha y empacado”.
Las firmes afirmaciones del jefe del Servicio de Extinción (dependiente del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Ejecutivo autonómico -PSOE-) obtuvieron rápida respuesta por parte de Podemos Aragón.
Fue, en concreto, su diputado Nacho Escartín el que pidió que no se responsabilizara a los agricultores, ya que son “los primeros interesados en el mantenimiento del medio rural, los principales afectados por incendios y quienes extinguen, aproximadamente, el 80 % de los mismos antes de que lleguen los bomberos”.
Escartín invirtió la dirección de la culpa y apuntó directamente a la propia Administración. Pidió que cumpliera con la Ley de Montes y recordó que en los presupuesto aprobados para 2016 se había incluido una ampliación económica en la partida de prevención y extinción. Incremento que, “tal y como han denunciado las distintas organizaciones de bomberos forestales y trabajadores en espacios naturales, no se está concretando en más contrataciones o labores de prevención, ni en mejoras de los equipos”, dijo.
Para el diputado morado, los incendios en esta Comunidad están provocados, en gran medida, “por la sequía y la falta de gestión forestal. La disminución y en algunos casos la desaparición de la ganadería extensiva, especialmente de rebaños de pequeños rumiantes como ovejas”. Indicó, de igual modo, que hay técnicas agrícolas para evitar el riesgo de incendios, “que el Gobierno de Aragón podría fomentar y no lo hace”; y lo ejemplificó con el Plan 42 ,que se puso en marcha en Castilla y León, y se basaba en la participación e intervención social.
Consejos
Junto a Carlos Cacho, también intervino el jefe del Servicio de Seguridad y Protección Civil, Miguel Ángel Clavero. Avisó de que “está prohibido hacer fuego en cualquier lugar que esté a 400 metros de nuestras masas forestales hasta el 15 de octubre”. También le pidió a los profesionales del campo que mantuvieran en buen estado la maquinaria.
Animó, por añadidura, a los agricultores a posponer estas labores de quema “para horas o días donde la humedad relativa o la temperatura haya descendido”.