Hombres contra la prostitución: “El 'no' no puede convertirse en 'sí' con un billete sobre la mesa”
No quieren mirar para otro lado. Un grupo con base en Huesca ha fundado la plataforma Hombres por la Abolición del sistema prostitucional en Aragón, con la que quieren implicar al género masculino, principales clientes de las mujeres víctimas de explotación sexual. Dicen apoyar la causa feminista y se suman a la que abandera la Plataforma de organizaciones de mujeres por la Abolición de la Prostitución (PAP), grupo está recogiendo desde el mes pasado firmas de adhesión.
En el manifiesto, sostienen que la prostitución “nada tiene que ver con la libertad sexual”. “Mientras exista, legal o alegalmente, la posibilidad de esclavizar y dominar a otros seres humanos a cambio de dinero, la ley del 'sólo sí es sí' no será más que un hipócrita brindis al sol. ¿Cómo se convence a un putero de que la voluntad de las mujeres merece ser respetada?”. Y citan a la escritora marroquí Najat el Hachmi, “lo único compatible con la libertad sexual, la de todos, es que no existan ni puteros, ni proxenetas, ni mujeres explotadas. Porque no tiene ningún sentido defender que solo sí es sí para luego establecer que el ”no“ puede convertirse en ”sí“ en caso de poner un billete sobre la mesa”.
Se denuncia que España es el tercer país del mundo y el primero de Europa en consumo de mujeres y niñas a cambio de dinero. “Y que hay consumo porque hay puteros y no al revés”. Que el lobby proxeneta, “que acostumbra a ser presentado en los medios como ”empresarios del sector“, es una estructura poderosa y bien organizada, muy bien anclada en el tejido de la economía real y legal española y mejor relacionada con los aparatos de poder del Estado; por eso denunciamos la existencia de un auténtico sistema prostitucional”.
El debate sobre la prostitución es, “con demasiada frecuencia”, un debate “tramposo y tóxico en el que los intereses de la mafia proxeneta son perversamente identificados con la supuesta defensa y protección de los derechos laborales de las mujeres prostituidas”. La primera “trampa perversa” y “maliciosa” es justamente la distinción entre la “trata” y otras formas de prostitución: “en una sociedad democrática, donde no existe la esclavitud, no puede ser admisible (mucho menos legal) comprar y vender seres humanos”.
Para terminar con “la esclavitud del siglo XXI”, esta nueva plataforma propone y apoya la aprobación inmediata de la ley orgánica integral de la abolición del sistema prostitucional (LOASP) que defiende el movimiento feminista articulado alrededor de la Plataforma Abolicionista. Una ley que, por encima de todo y con carácter de emergencia, articule y financie ambiciosos programas de reparación integral a las mujeres y niñas en situación de prostitución, con independencia de su origen, circunstancia personal o social; que castigue con extrema dureza al proxenetismo y a todas sus añagazas legales (incluida, por supuesto, la tercería locativa), a sus cómplices y blanqueadores parapetados tras la industria del sexo; y que penalice y persiga con rigor a los puteros o prostituidores y sus redes.
La ley es “un primer paso; sabemos que las leyes no terminan necesariamente con los problemas, pero también sabemos que las buenas leyes contribuyen a acotarlos, a significarlos y, ante todo, sensibilizan y educan a las sociedades. Y esto último es, justamente, lo que los varones de la especie necesitamos al tiempo que, leyes buenas como esta, van laminando sin pausa nuestra situación de dominio y privilegio en la sociedad, todavía muy amplia y correosa. Un largo camino siempre empieza con un paso; y este tenemos que darlo: mirando, escuchando y aprendiendo”.
España es considerado el “mayor burdel de Europa”, donde casi cuatro de cada diez varones admiten haber ido “de putas” alguna vez y la prostitución es “una institución perfectamente integrada y aceptada en nuestra sociedad”. Un “innegable reclamo turístico y un próspero negocio que genera pingües beneficios que ascienden a más de 18.000 millones de euros al año y que lucran a un amplia y diversificada gama de agentes y sectores económicos públicos y privados”: “Su negocio es posible merced a la estrecha aquiescencia, complicidad y colaboración de Estados, organismos internacionales y por supuesto elites empresariales y políticas del norte opulento y del sur empobrecido”.
La plataforma Hombres por la Abolición del sistema prostitucional en Aragón no quiere que esto suceda, con el argumento de que nadie se prostituye voluntariamente: “Ni queremos vivir en el mayor burdel de Europa, ni queremos aceptar que en nuestro ordenamiento jurídico y en nuestro derecho laboral se introduzca el trabajo sexual como una actividad laboral más. No lo queremos para las personas inmigrantes y extranjeras, porque tampoco lo queremos para las nacionalizadas españolas”, Y no creen en las “prostitutas felices”: “Basta con asomarnos a la realidad para darnos cuenta de que el mundo no es como lo pintan los defensores del regulacionismo”.
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