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María Urgell, de la Cafetería de Caspe donde se ha vendido el tercer premio: “Estoy viviendo un sueño”

Ainhoa Rosero Gómez Limbaga canta el tercer premio, el número 11.840 durante la celebración del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2024 -

ElDiarioAragón / Europa Press

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“Estoy muy nerviosa, es como si estuviera viviendo un sueño”, ha respondido nada más descolgar el teléfono en medio de un gran alboroto María Urgell, copropietaria de la Cafetería Plazza de Caspe, que ha repartido 50.000 euros gracias a haber vendido un décimo del 11.840, el tercer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad que se celebra este domingo en Madrid.

Su cafetería, ubicada en la céntrica Plaza de España de la localidad zaragozana de Caspe, se encuentra de bote en bote entre clientes habituales y curiosos que se han acercado “porque esto es un pueblo y aquí corren las noticias”.

“Estamos todos muy contentos aquí con la curiosidad comentando quién puede ser la persona afortunada, pero no tenemos ni idea, está siendo todo muy rápido, es como un sueño”, ha confesado Urgell entre felicitaciones y llamadas de teléfono.

Su tradicional domingo de desayunos se ha visto alterado desde primera hora por el tercer premio, muy repartido y que también ha caído en Zaragoza y Huesca.

“Llevamos en este establecimiento toda la vida, desde el año 69 que lo levaban mis padres y luego hemos seguido las dos hijas y siempre hemos tenido la venta de lotería y la quiniela, antes con sello, ahora con máquina”, ha comentado María, que se multiplica detrás de la barra en una mañana “muy movida”, aunque aclara que “todas son buenas porque abrimos muy pronto y tenemos una clientela muy variada”.

La propietaria ha explicado que “igual hay una mesa con gente de 60 años, que al lado hay personas de 20, otros de 30, y ofrecemos desayunos con un café que tiene muy buena fama porque lo hacemos a la antigua que digo yo, de los de toda la vida, y también ponemos un croissant pequeño. Y panecillos que pide la gente y una tortilla de patata muy buena que hacemos, porque somos hosteleros antiguos, de los que ya no quedan”.

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