“Es una de las noticias que más ganas teníamos de anunciar y que es posible gracias a los buenos resultados que está dando la vacunación. En los próximos días, las personas vacunadas que viven en residencias de mayores o de discapacidad no tendrán obligación de usar la mascarilla dentro de estos recintos, que son su casa, su hogar”. Así ha anunciado esta mañana la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, durante la visita que ha realizado a la Residencia de Borja, un centro del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), que cuenta con 94 plazas fijas y cuatro de estancias temporales. Una medida, ha dicho la consejera, que solo es posible tomar gracias a la efectividad de la vacuna y la nueva situación epidemiológica que se evidencia con los tres brotes que hay abiertos en estos momentos en las residencias de Aragón (con 9 afectados, 5 de ellos residentes y 4, trabajadores), frente a los 43 brotes de hace justo medio año (con 1.528 personas contagiadas). En estos momentos, además, no hay ningún usuario de residencia ingresado en hospital o en el centro covid de Casetas.
La consejera ha detallado que la nueva orden en la que se recoge esta medida se publicará en los próximos días en el Boletín Oficial de Aragón y que, desde ese momento, pasará a ser efectiva y podrá aplicarse cuando los centros estén preparados para ello. La novedad –ha subrayado Broto- afecta únicamente a los residentes vacunados, que son quienes podrán prescindir de las mascarillas “dentro de sus hogares, que son las residencias”. Los residentes no vacunados, los trabajadores y los visitantes mantienen la obligatoriedad del uso de la mascarilla, al ser personas que entran y salen de este grupo de convivencia. Del mismo modo, la consejera ha querido precisar que esta novedad está pensada, sólo, para las residencias, y no afecta a ningún otro centro de Servicios Sociales de la Comunidad.
Cabe recordar que en una orden anterior ya se permitió la estancia sin mascarilla de los residentes vacunados en el exterior de los espacios privativos de las residencias y que la obligatoriedad del control de aforo en la realización de actividades o servicio de comedor, con la distancia interpersonal de 1,5 metros, se mantiene. “Además –ha querido subrayar Broto- todas las medidas y cambios seguirán marcados por la vigilancia, la prudencia y el sentido común en su aplicación”.
Paseos con voluntarios
La orden que recoge esta medida, permite también –por primera durante la pandemia- que los voluntarios que acudían a los centros (con convenios y acuerdos de colaboración) para acompañar a los mayores o personas con discapacidad en sus paseos y actividades, puedan retomar estas labores, siempre que estén vacunados. “Es una alegría que pueda volver a producirse ese intercambio solidario que tanto bien hace a los mayores, que pueden salir a pasear acompañados, y a los voluntarios, que también aprenden y disfrutan con este vínculo tan especial que se crea”, ha indicado Broto.
Estos anuncios han tenido lugar en la residencia de Borja, donde su directora, Sara Peña, ha querido poner de manifiesto que “nuestros centros son centros de convivencia, son hogares, pero sobre todo son centros llenos de vida”. En la misma línea, la directora de este centro del IASS ha recordado que “el último año ha estado marcado por el sufrimiento de trabajadores, usuarios y familias”, pero que la nueva situación “nos permite mirar hacia delante con la esperanza puesta en la vacunación. Queremos demostrar que prestamos unos cuidados de calidad y que seguimos avanzando y reinventándonos cada día, queremos cuidar en PAZ”.
En la residencia de Borja se han ido retomando, poco a poco, las actividades de ocio y convivencia que se realizaban antes de la pandemia, entre ellas los paseos por el centro de Borja, las actividades de fisioterapia en el jardín y de terapia ocupacional. “Vamos poco a poco, con cautela y, sobre todo, con mucha esperanza”. A la visita ha acudido también el alcalde de Borja, Eduardo Arilla.