La provincia de Huesca no quiere perder su último tren
La provincia de Huesca reivindica el ferrocarril con varias iniciativas en marcha, a punto de concluirse, y otras que son de momento reivindicaciones en pos de un territorio mejor vertebrado de norte a sur y de este a oeste. Solo en el núcleo de Zaragoza, el tren movió en 2021 a más de 232.000 viajeros, por lo que se considera un medio de transporte vigente y necesario como alternativa al vehículo propio y como una manera de revitalizar el medio rural.
La tan anhelada reapertura de la línea de tren de Canfranc, que unirá Zaragoza y Pau, en territorio francés, con paso por esta localidad pirenaica y su emblemática estación, dará un primer paso a finales de año y una vez que terminen las obras de renovación integral de la vía entre Plasencia del Monte y Ayerbe. Esta permanece cortada por los trabajos desde el mes de agosto y para garantizar la movilidad de los ciudadanos, Renfe ofrece como solución provisional para el transporte de pasajeros un servicio de autobuses.
El retraso, de un mes sobre el plazo previsto, se debe a la falta de materiales y Adif ha tenido que volver a licitar los contratos de suministro y transporte de traviesas para los dos siguientes tramos, Ayerbe-Caldearenas y Jaca-Canfranc, después de que ambos quedaran desiertos en un primer concurso ya que las dos únicas ofertas que se presentaron superaban el importe mínimo.
En el caso de Ayerbe-Caldearenas, el precio de licitación para la compra de 70.000 traviesas monobloque polivalentes ha pasado de 6,5 a algo más de 8 millones de euros, un 22% más. Y en el Jaca-Canfranc, con 44.000 traviesas, ha pasado de 4,2 a 5,1 millones de euros, lo que supone también un incremento de un 22%. El resto de contratos, con la ejecución de obras, suministro de balasto, aparatos de vía y asistencia técnica ya se han adjudicado.
El coste global de la renovación integral de los tres tramos es de unos 100 millones de euros: 16,5 para los 20,7 kilómetros entre Plasencia del Monte y Ayerbe; 46 millones para los 37,5 kilómetros entre Ayerbe y Caldearenas y 36 millones para los 24,7 kilómetros entre Jaca y Canfranc.
La mejora de la línea Huesca-Canfranc permitirá suprimir varias limitaciones de velocidad, y mejorar el armamento de vía y el trazado, lo que hará que se puedan incrementar las velocidades máximas de circulación. Todo ello mejorando los radios de curva para alcanzar una velocidad sostenible acorde con la orografía y las características y limitaciones del trazado, que está condicionado al transcurrir por una zona especialmente montañosa y con una gran cantidad de túneles y puentes metálicos.
Además, con estos trabajos se mejorará la regularidad de las circulaciones y se dotará de mayor fiabilidad, disponibilidad y eficiencia a la nueva superestructura, reduciéndose así las necesidades de mantenimiento y la probabilidad de incidencias imputables a la infraestructura e instalaciones ferroviarias.
Mientras, la plataforma ciudadana Huesca Suena ha solicitado a Renfe la activación de un servicio de cercanías entre la capital oscense y Zaragoza. Aboga por “soluciones de movilidad cómodas, seguras y eficientes que mejoran la calidad de vida de sus usuarios”, y creen que “una adecuada conexión de cercanías entre Huesca y Zaragoza por tren con unos horarios regulares y fluidos sería por tanto altamente beneficiosa”.
Los sería, según Huesca Suena, para los ciudadanos de ambas capitales que diariamente frecuentan ambas ciudades; el conjunto de la comunidad autónoma por el impulso de este nuevo corredor que debe permitir alcanzar un desarrollo demográfico, económico y social mucho más equilibrado.
Por la accesibilidad a las comarcas de todo el Alto Aragón; el desarrollo turístico en el marco del acuerdo recientemente suscrito entre los ayuntamientos de Huesca y Zaragoza y para derivar hacia la provincia parte de los viajeros que transitan por Aragón y de forma trasversal por el AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona.
Del mismo modo, para incrementar los flujos de tráfico ferroviario al norte del Ebro en apoyo hacia Francia a corto plazo mediante el Canfranc y a medio y largo plazo con la Travesía Central de los Pirineos (TCP). Para la sociedad, por el “evidente” ahorro económico derivado del el coste energético, para evitar emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire. Y para afrontar las exigencias de los nuevos paradigmas y captar los instrumentos financieros de la Unión Europea.
Por todo ello, se reivindica la implantación de un servicio de trenes de cercanías que conecten de manera “efectiva, regular y rápida” el eje Huesca-Zaragoza a la imagen de otras ciudades españolas que están comunicadas por este modo de transporte. Un servicio ágil con frecuencias adecuadas y paradas en las principales estaciones del itinerario; estaciones, cuyos servicios actuales hay que mejorar y, al menos, un servicio de tren confortable y rápido de ida y otro de vuelta cada hora en horarios diurno y vespertino.
Otra plataforma, Monegros no pierdas tu tren, reclama mejores conexiones del ferrocarril convencional entre Zaragoza y Lleida. Y critica a la consejería de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón por no financiar los servicios ferroviarios más allá de la localidad de Binéfar, donde ahora termina la línea de tren, para perjuicio de habitantes del medio rural por donde pasa la línea ya que les corta las comunicaciones.
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