Reclaman explicaciones al Gobierno de Aragón tras la retirada de comida con un “sabor fuerte” de comedores escolares

El pasado viernes 17 de enero una monitora de comedor de un colegio zaragozano detectó un “sabor fuerte” en el plato de arroz con tomate que, poco después, se iba a servir a los menores que acuden al comedor. Avisó a la empresa responsable, que se puso en contacto con los otros 28 centros escolares a los que había suministrado ese mismo plato y les indicó que no lo sirviesen.

La mayoría de centros contaban ya con el primer plato previsto para el lunes 20 de enero y pudieron servir este en lugar del arroz con tomate, sin embargo, hubo tres que no disponían de la comida “y la empresa les dijo que aguantasen solo con un segundo plato, pescado en salsa verde con lechuga”, explica Genaro Delgado, portavoz de la Plataforma Comedores Escolares Públicos de Calidad. Uno de los centros reclamó y, “una hora más tarde, pudieron comer un primer plato, lentejas” pero los otros dos no. Solo un centro, el CEIP Jose Antonio Labordeta, sirvió el plato a los menores al no recibir a tiempo la notificación de la empresa.

La empresa es Serunión y, según ha informado, ha encargado un análisis de los platos preparados de arroz con tomate,. En el caso de los CEIP 'Parque Goya' y CEIP 'Almozara', el plato de arroz con tomate fue sustituido por ensalada, y en el caso del CEIP 'Catalina de Aragón' se sirvieron lentejas. En ocho centros se sustituyó por ensalada, lentejas o sopa de ave con fideos y en los 18 centros restantes “se consumió el plato de arroz con tomate con total normalidad al no detectarse ninguna anomalía”.

“Con el objetivo de descartar cualquier alteración de la calidad del plato que se sirvió el pasado viernes, Serunion ha encargado el análisis correspondiente y se esperan los resultados en los próximos días”, han recalcado, añadiendo que “en los próximos días, Serunión hará llegar un informe exhaustivo de este episodio al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, con el que colabora en todo momento”.

Desde el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón explican que, al no conocerse ningún caso de intoxicación alimentaria debido a la comida servida en los comedores escolares, no se está llevando a cabo ninguna investigación. Este plato solo se consumió en un centro y, por el momento, no han reportado ningún caso de enfermedad.

Desde la Plataforma reclaman saber “cuál ha sido el problema” y que se propongan “las medidas que va a tomar para que algo así no vuelva a ocurrir. Pero no podemos ya mantenernos en la confianza ciega de que algo resolverán los causantes, cuando lo que está en juego es la salud de los más peques y el dinero de los contribuyentes”. Critican que la investigación y el análisis lo haga la propia empresa: “Un análisis de esa partida y la valoración científica de que es lo que contenía, a cuántos colegios afectaba, cuál era el nivel de riesgo, y cuál la naturaleza del problema. Tenemos un Instituto de Sanidad en la ciudad que podría estar analizando las muestras que las comisiones de comedor deberían haber podido recoger. Pero, a pesar de ser una reclamación de nuestra plataforma y de estar en trámite parlamentario una PNL al respecto, o que se ha solicitado al Ayuntamiento un convenio con la DGA para que permita que este instituto siga haciendo esos controles como antes del nuevo gobierno de la ciudad venía haciendo”.

Además, recuerdan que esta misma empresa perdió la licitación en el País Vasco “por negligencias en el servicio de comedores. Esperemos que en Aragón se tomen medidas proporcionales para garantizar que esto no vuelva a ocurrir, que ninguna empresa esté por encima de nuestra infancia y que nuestro gobierno esté así a la altura de las circunstancias”. El departamento de Educación abrió tres expedientes a Serunion tras las denuncias de varios centros escolares por el mal estado de la comida que servía a los alumnos, con quejas de colegios de Durana, Zigoitia, Murgia y Hernani. Los expedientes conllevaban una multa de 40.000 euros a la empresa.

La oposición reclama explicaciones al Gobierno de Aragón

Izquierda Unida ha exigido al Gobierno de Aragón que “mejore” la alimentación de los niños y de las niñas que cada día son atendidos en los comedores escolares públicos. Su Coordinador general y portavoz en las Cortes de Aragón, Álvaro Sanz, ha registrado una pregunta parlamentaria dirigida a la consejera de Educación, Tomasa Hernández, para conocer toda la información relativa al control de la calidad de los comedores escolares tras lo sucedido el pasado viernes con la empresa Serunión, que llamó a todos los colegios de Aragón para retirar de la mesa un primer plato de arroz con tomate que estaba en mal estado. 

CHA también ha reclamado explicaciones urgentes al Gobierno de Aragón. Su portavoz en la Comisión de Educación, Cultura y Deporte de las Cortes de Aragón, Isabel Lasobras, ha reclamado “la máxima transparencia en la gestión de este problema, un análisis detallado de las causas y medidas inmediatas para evitar que algo similar vuelva a suceder. Las familias merecen respuestas claras y acciones contundentes”.

El aviso lo dieron las monitoras del comedor escolar que probaron el arroz, ya que comen antes que las y los alumnos. “Esto no puede ser considerado un mecanismo de control”, apunta el diputado de Izquierda Unida quien recuerda que la empresa Serunión ya ha tenido con anterioridad problemas por poner comida en mal estado y ha terminado pagando multas y perdiendo contratos, como ocurrió en el País Vasco. Sanz considera que es cuestión de “trabajo y seguimiento” que estas cosas se resuelvan de una forma u otra, por eso, es más relevante saber qué es lo que ha pasado y, en este sentido, Izquierda Unida ha registrado una batería de preguntas.

La Administración tiene la capacidad de investigar y penalizar si es necesario para incentivar a que se hagan las cosas bien y, además, la capacidad de crear las estructuras y condiciones necesarias “para que estas cosas no ocurran”, subraya el portavoz que lamenta que, a pesar de que las quejas por la calidad de la comida en los comedores de línea fría son “recurrentes”, “no hay consecuencias a estas reclamaciones, ni mejoras en la calidad”.

Para conocer lo ocurrido, Sanz ha preguntado a la consejera de Educación si el arroz con tomate retirado formaba parte de una remesa caducada o no, en qué momento se produjo la contaminación, de qué clase era, cuál era el nivel de riesgo y a cuántos centros afectaba. Además, IU ha reclamado conocer si los sistemas internos de control de calidad funcionaron y el motivo por el que sean las monitoras las que tienen que dar la voz de alarma y no la cocina o el resto de la cadena de producción.  “El Gobierno de Aragón debe cumplir el mandato de las Cortes”, advierte Sanz en relación con la proposición no de ley que aprobó por unanimidad el parlamento a propuesta de IU y en la que se acordaron cuatro medidas para impulsar unos comedores escolares de calidad y terminar con la precariedad instalada desde hace muchos años en este servicio público.

Desde CHA han subrayado “la necesidad urgente de realizar un informe exhaustivo sobre lo ocurrido y que se complete con una revisión profunda de los protocolos de supervisión de los alimentos y de los procedimientos seguidos por la empresa adjudicataria del servicio. Además, instamos a que se depuren responsabilidades, en caso de que se detecten negligencias o deficiencias en los controles de calidad”.

En este contexto, CHA anuncia que presentará iniciativas parlamentarias en las Cortes de Aragón con el objetivo de exigir explicaciones concretas al Gobierno de Azcón sobre el incidente y las medidas adoptadas, garantizar una mejora en los sistemas de control y supervisión de los menús escolares, solicitar una revisión de los contratos con las empresas proveedoras para asegurar el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad alimentaria. Lasobras ha reiterado que “el comedor escolar no es solo un servicio, sino una herramienta clave para garantizar una alimentación equilibrada y segura a nuestros niños y niñas. El bienestar de los menores debe ser una prioridad para cualquier gobierno, y desde CHA no permitiremos que estas cuestiones se gestionen con opacidad o falta de rigor”.

Podemos Aragón ha criticado que se siga con las líneas frías en los comedores escolares, con la externalización de la alimentación de los más pequeños y que no se avance en la construcción de cocinas propias, después del “incidente” que provocó la retirada de un plato de arroz con tomate debido a su “gusto extraño”. “Este incidente, que afectó a numerosos centros educativos y cientos de escolares, pone de manifiesto las deficiencias y riesgos asociados a la gestión privada de un servicio tan esencial como es la alimentación escolar”, han asegurado desde la formación morada.

El representante de Podemos, Héctor Almazán, ha insistido en que la línea fría ha demostrado ser un sistema “ineficiente y poco adecuado” para las necesidades nutricionales y de desarrollo de los estudiantes y en que la externalización de este servicio es “poco cuidadosa” con la calidad. Sobre el caso del arroz con tomate, ha subrayado que es “un claro ejemplo de los problemas que surgen cuando se prioriza la rentabilidad sobre la calidad”. A ello ha sumado que la voz de alarma no partiera de la empresa, sino de las propias monitores de comedor de tres centros que, comiendo antes que el alumnado, “notaron un sabor extraño”.

“No fueron los controles de calidad de esta empresa, puesto que, por esos controles, cientos de niños y niñas aragonesas hubieran ingerido comida que probablemente estuviera en mal estado”, ha añadido Almazán, quien ha alertado de que se podría haber tratado “de un riesgo de intoxicación masiva de menores”.

La plataforma Come Pública, que agrupa a más de 60 asociaciones de familias, ha exigido una investigación independiente para esclarecer lo ocurrido y sancionar a la empresa responsable, mientras que Podemos ha hecho un llamamiento “urgente” al Departamento de Educación a realizar una investigación profunda y a ampliar el número de centros con cocinas propias, internalizando el servicio y eliminando la línea fría.

Modelo de colegios sin cocina

Delgado considera que esto ejemplifica que el modelo de colegios sin cocina “no funciona, no es seguro y no es necesario”. Califica estas comidas como “de cuarta gama, precocinada y ultraprocesada, no son adecuados para niños y niñas en época de crecimiento”.

Reclaman más mecanismos de control, además de criticar que a la comida que se sirve en los centros escolares “no se le hacen controles de sanidad”. Expone que, a nivel político, todos los grupos han mostrado su posición favorable a un cambio y que en 2023 se firmó un pacto por unos comedores nobles, pero entre tanto esto puede llevar unos años para poner en funcionamiento todo este sistema que es el que hace que ocurran estas cosas. “Hay que activar el mecanismo de control, debería estar sanidad recogiendo muestras para estudiar esto”.

En una nota de prensa difundida a los medios, desde la plataforma consideran que este caso no “es aislado ni ocurre al azar, ni siquiera una cosa que le ocurre a una empresa concreta”. Consideran que es una señal “de que algo va mal cuando quitamos las cocinas de los comedores de nuestros hijos e hijas, justificándose por seguridad y economía y acabamos pagando por precocinados lo mismo que por comida recién hecha, y por ultraprocesados lo mismo que por alimentos nutritivos. Las líneas frías, ni son más económicas, ni más seguras, ni más deseables, para nadie que no sea una empresa que busca beneficio a corto plazo, desde luego no para una escuela, para una familia o para un gobierno que se precie en unos mínimos valores de salud de la infancia, familia, cuidado por nuestro campo ni para nuestra cultura gastronómica”.