Calma, naturaleza, cultura o historia. Es lo que se puede sentir y conocer en la Ruta del Silencio o también conocida como ‘The Silent Route’. Un recorrido disponible en la provincia de Teruel y que consiste en la carretera A-1702 que, con 63 kilómetros de duración, conecta la comarca de Andorra-Sierra de Arcos con la del Maestrazgo.
Las curvas de la calzada, que se dibujan entre las montañas, hacen que se haya convertido en un reclamo para los motoristas, desde que se puso en marcha hace cerca de seis años. Aunque también hay espacio para los automóviles y todas aquellas personas que quieran conocer joyas de la naturaleza de la zona -los Órganos de Montoro o Estrechos de Valloré, entre otros enclaves- y la arquitectura “sobria” y de los “pequeños detalles”, que define a los municipios que une esta Ruta del Silencio.
A lo largo de esos 60 kilómetros se encuentran localidades como la Cañada de Benatanduz -con una treintena de habitantes censados-, Montoro de Mezquita -registra poco más de 10 pobladores-, Pitarque -roza los 70 vecinos-, Gargallo -aproximadamente 90 residentes-, Ejulve o Villarluengo -cerca de 170 habitantes, cada municipio-.
El clásico Caimán
Desde hace alrededor de 100 años, un autobús recorre esta carretera, donde el silencio es el protagonista, de lunes a viernes, saliendo de Cantavieja y con parada final en Alcorisa. Se le conoce como ‘El Caimán’, por el color verde y el lagarto que tenía dibujado en la parte delantera. Según se señala en el sitio web oficial de la ruta, se sabe de su existencia porque un recorte del periódico ‘La Voz de Teruel’, de julio de 1930, el medio anunciaba que por esa carretera pasaba una línea de autobús. Cinco años después apareció en ‘La Acción’ y se comentaba que “tras varios años de lucha”, los municipios de estas comarcas habían logrado “una mejora”, disponían de esta ruta de transporte.
En aquellos años, el servicio de autobús no era de ida y vuelta en el mismo día, como sí ocurre en la actualidad, pues sale a las 6.30 horas de Cantavieja para llegar a Alcorisa a eso de las 9.15. La vuelta se efectúa a partir del mediodía, empieza a las 14 horas y termina la ruta pasadas las 16.30.
Sin duda, es un servicio fundamental para la población de la zona porque les conecta con pueblos que son cabecera de comarca y con otras líneas de autobús, que permiten viajar a otras provincias aragonesas y comunidades autónomas como Cataluña. También lo era en el siglo pasado, cuando además de pasajeros, transportaba “el correo, encargos de los vecinos o dinero de cobros”, entre otras cosas.
Los más de 100 años de historia de ‘El Caimán’ han dado para mucho. Y es que uno de los hechos más reconocido tuvo lugar en 1948. Durante uno de los miles de viajes que ha realizado este autobús, sufrieron el ataque de los maquis, dado que el Maestrazgo era territorio de acción de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón. Los efectivos de la Guardia Civil, que viajaban diariamente en el vehículo, tuvieron que actuar.
Hoy en día, es posible conocer cómo era ‘El Caimán’ en un área de descanso, ubicada en el kilómetro 50 de ’The Silent Route’. Aquí se instaló en 2022 una reproducción del autobús original como homenaje a lo que supone para los vecinos de este territorio.
Hace escasas semanas, esta línea de autobús sufrió un nuevo revés. Por el mapa concesional de transporte de viajeros por carretera de Aragón, que se espera que entre en vigor los próximos meses, esta ruta se eliminaba. Se planteaba con un cambio de sentido y se efectuaría con salida en Alcorisa y llegada en Cantavieja, lo que supondría la pérdida de conexión matutina con los autobuses que van a Zaragoza o Barcelona.
No obstante, la dirección general de Transporte del Gobierno de Aragón no tardó en dar respuesta y rectificar, alegando que se trató de “un error”. En un comunicado, informaron de que “es cierto” que, en dicho proyecto del mapa concesional, el trayecto aparecía dirección Alcorisa a Cantavieja. Explicaron que ya se ha subsanado y en el contrato de adjudicación se mantendrá el clásico recorrido de Cantavieja a Alcorisa, que se lleva haciendo casi 100 años.
“Las Fábricas”
La historia continúa y es que entre Villarluengo y Ejulve se sitúa una zona conocida como la de “Las Fábricas”. En este terreno se construyó la que se considera “la primera fábrica de papel continuo de Aragón y también de España”. Esta abrió sus puertas en el siglo XVIII y se producía “papel continuo, sobre, libros rayados y papel moneda”. Muchos de esos artículos terminaban en Madrid, donde lo transportaban con “16 burros” y les costaba aproximadamente “un mes ir y volver”.
Más tarde pasó a ser una fábrica textil, en la que se llegó a tejer prendas para los soldados de la Primera Guerra Mundial. Finalmente, tras una baja en la producción, a finales de la década de los 60 se vieron abocados al cierre.