40 sanitarios obligados a irse de Teruel por una decisión administrativa
La falta de médicos para cubrir plazas vacantes en hospitales y centros de salud de Teruel y su provincia ha salido a la luz pública después de que los ciudadanos se manifestaran en las calles. Pero ahora la noticia está en que hay sanitarios que han aprobado una oposición, quieren quedarse en Teruel y no pueden. Ochenta personas aprobaron su plaza de Técnicos Auxiliares de Enfermería (TCAE) en la provincia, pero solo se han ofertado la mitad, a pesar de que, dicen las afectadas, hay más plazas vacantes, muchas en Servicios Sociales y varias en acumulación de tareas que podrían cubrirse.
Así que, después de elegir la plaza el día 10 de junio, el próximo mes de septiembre unas cuarenta familias tendrán que irse de Teruel a otros destinos de Aragón. La razón, dicen, es que el Servicio Aragonés de Salud ofertó únicamente 38 plazas en el Hospital Obispo Polanco y cuatro en el Hospital San José, pero son ochenta las personas que han aprobado la oposición.
“Si sacasen todas las vacantes, reconvirtieran los contratos de acumulación de tareas y las plazas del Instituto Aragonés de Salud habría 94 plazas y podríamos estar todas”, explica Melani Rico, portavoz de las afectadas.
Ahí está la clave, apunta, en que pudieran ocupar plazas del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), que no está dentro del Salud, del mismo modo que las auxiliares del IASS pudieron acceder a las plazas del Servicio Aragonés de Salud: “Sería lo justo porque ellas (las auxiliares de la bolsa de Servicios Sociales) ocuparon 55 plazas del Salud”, algo que “cuando se firmó no se vio el efecto colateral que iba a tener”.
Además, se da la circunstancia de que buena parte de las plazas del IASS están ahora ocupadas por personas que han aprobado la oposición del Salud, que de no cambiar las cosas, tendrían que irse a otros destinos de Aragón mientras que tendrían que volver a ocuparse esas plazas por interinos, probablemente de la bolsa del Servicio Aragonés de Salud. “Así que, si pudiéramos optar a esas plazas del IASS que ya estamos ocupando, todo quedaría más o menos igual pero con más estabilidad laboral”, apunta Rico.
Discriminación
Entienden que las personas que han aprobado en Teruel han sufrido una discriminación con respecto a lo que ha pasado en Zaragoza y Huesca, donde nadie tendrá que desplazarse porque se ofertaron más vacantes que las plazas que había que cubrir.
Han recabado apoyos de los partidos políticos y del Justicia de Aragón, además de reunirse con el Servicio Aragonés de Salud, pero ahora todo está a la espera de la conformación del nuevo Gobierno de Aragón.
De momento, ya saben que tendrán que irse el próximo 23 de septiembre al destino que han tenido que elegir, como cuenta Rico en su caso a Calatayud, con un hijo pequeño, embarazada y su marido con trabajo fijo en Teruel. “Estoy pensando si vender la casa o no, porque no puedes mantener dos casas, y cuando nos vayamos no sabemos si podremos volver”, sentencia.
Deberán estar fuera al menos un año, en el mejor de los caos, si se concreta la opción de poder volver a través de comisiones de servicio a las plazas ocupadas por interinos en el IASS. Y en el peor de los escenarios, no volverán nunca.
Y, además, dejar sin cubrir estas plazas del IASS por gente con plaza fija, denuncia Rico, allana el camino para una posible privatización de estos servicios en las residencias y centros públicos.
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